Capitulo 15: Ira

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Narra Daniel

Me había expresado mal esta mañana con Arienne, en parte tenía razón el beso fue un error, pero no debí expresarlo como lo hice y ahora había un ambiente tenso e incómodo y no me gustaba, extrañaba su parlanchina voz

Ella estaba claramente molesta, y verla así, con los brazos cruzados y el ceño fruncido me causaba irónicamente solo ternura, parecía el conejito de aquella película "la vida secreta de mascotas"

-Oye, escucha, se que estas molesta pero necesito que vengas aquí a mi lado para protegerte mejor -dije

-Puedo protegerme sola -dijo orgullosa y yo sonreí

-Lo sé, pero me dejaría más tranquilo el saber que estas cerca de mi -ella rodó los ojos, se que trataba de alejarse lo más que podía de mi pero sin que la pierda de vista, ella sabía muy en el fondo que ahora más que nunca tenía que protegerla

Ella no dijo nada, solo se levantó, rodeo la fogata y se coloco a mi lado, pero sin hacer contacto conmigo, ella se abrazaba y frotaba sus brazos de vez en cuando, rodé los ojos y me acerqué todo lo posible a ella, unos de mis brazos la rodeó como en un abrazo y nos tapé con una colcha que tenía cerca hace unos segundos. Ella estaba tensa, pero luego de un rato se rindió y se recostó por mí, una sonrisa creció en mis labios, sentí como su respiración se hizo más lenta indicándome que ya se había quedado dormida

Esa noche no dormí, no dejé de pensar en la transformación que tuvo el caminante, si una horda de ellos aparece sería distinto y nos mataría sin dudarlo, no podía permitir que nada le pase a Arienne.

El sol empezó a salir y miré a Arienne, dormía tranquila en mis brazos, su cabello estaba despeinado, algunos mechones caían sobre su rostro, tenía las mejillas rosadas y los labios carnosos, me centré en ellos unos segundos, remojé mis labios y recordé lo que se sintió besarla, suspiré y me dispuse a despertarla. La agité un poco y ella abrió lentamente los ojos

-Es hora de movernos, por el camino comeremos algo -le hablé tranquilo y ella asintió aun adormilada

-Está bien -respondió ella

Caminamos un par de kilómetros en el bosque, no había rastro de algún caminante pero de todas formas apresuramos el paso, no queríamos encontrarnos con ni uno

En el bosque costaba más encontrar una dirección por lo que decidimos volver a la carretera. En esta zona del país, todas la carreteras parecían las mismas, había miles de ellas y todas idénticas, había autos viejos y llenos de polvo por todas partes, con alguno que otro cadáver. Caminamos unos kilómetros, cuando no muy lejos de nosotros veo a un hombre parado de espaldas, dudaba que sea un caminante ya que por detrás se veía "decente" por así llamarlo

Tomé el brazo de Arienne, sin decirle nada la coloqué a mi costado, cubriéndola un poco con mi cuerpo y levanté mi pistola

-¡Hey tu! Date la vuelta lentamente -dije apuntándolo

El hombre se sobresaltó un poco, no protestó y lentamente alzó sus manos a la altura de su cabeza y giró de forma lenta

Era un hombre de unos cuarenta y tantos, tenía una camisilla blanca debajo de una camisa roja a cuadros sin prender, unos jeans gastados, tenía una barriga notable y el cabello negro muy enrulado, me parecía conocido pero no recordaba donde lo había visto

-Tranquilo chico -dijo con una voz gruesa y ronca, su mirada bajó a Arienne, abrió los ojos con sorpresa, la examino por completo y una sonrisa creció en su rostro

-¡Oh! ¡pequeña Arienne! Por fin te encuentro! -exclamó el señor que se encontraba parado a uno metros de nosotros

Miré a Arienne esperando verla suplicando por ir con él y su grupo, suponiendo que extrañaba a su grupo además de estar aun molesta conmigo, pero sus ojos tenían un brillo distinto, noté como sus pequeñas manos empezaron a temblar, fruncí el ceño, ¿No era lo que ella quería?

Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora