Capítulo 24: Cautiva

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Narra Arienne

Sentía como mi cabeza latía con fuerza, traté a abrir mis ojos, pero me mareé y los volví a cerrar, la cabeza me dolía

-¡Arienne presta atención! –me llamó la atención Daniel, nos encontrábamos entre los pastos en el campus, el estaba sentado en el suelo de piernas abiertas y yo entra ellas, recostando mi espalda a su pecho

-¡Lo hago! –reí

-No lo haces, algún día te servirá saber cómo desatar nudos –sus manos estaban frente a mí con un nudo de cuerda

-¿Para qué? No creo que un caminante me ate –giré mi rostro mirándolo y el sonrió

-Quizá yo lo haga –ronroneó en mi oreja y la mordió con suavidad, sentí como mi cuerpo se estremeció

-Bien, enséñame –dije riendo y el empezó a mostrarme paso por paso como hacerlo

De pronto todo se volvió oscuro, la cabeza me empezaba a doler con intensidad, abrí los ojos y parpadeé repetidas veces hasta acostumbrarme a la claridad

Traté de moverme pero tenía las manos y los pies atados

-Hola –una voz reconocida sonó, mis ojos captaron a Manuel en una esquina de la habitación mirándome fijamente

-Manuel, ayúdame, ven, desátame –pedí con desesperación pero el solo se limitó a mirarme –¿Estas de su lado verdad? –pregunté pero ya sabía la respuesta

-Hasta que despiertas muñeca –habló Marcos mientras entraba por una puerta de metal

Recorrí con la vista el lugar, no había nada, solo una pequeña cama y una silla en donde me encontraba sentada, las paredes eran de metal al igual que la puerta, no había ventanas ni decoraciones, nada

-¿Y cómo dormiste pequeña? –sonrió Marcos

-¿Por qué me tienes aquí?

-¿Recuerdas la pelea que tuvimos? ¿Ves lo que le hiciste a mi rostro? –alzó la voz y señaló su rostro con su dedo índice

No negaría que era un verdadero asco, la cicatriz era enorme y apostaría que tardo demasiado tiempo en cicatriza.

Tenía miedo, mi corazón latía con fuerza y trataba de que Marcos no note lo mucho que me intimidaba

-Nunca muestres debilidad –la voz de Daniel apreció en mi mente

-Creo que por lo menos arreglé la mitad de tu cara –dije en un susurro pero lo suficientemente fuerte para que él lo escuche

-Te crees muy simpática ¿no?

-¿Porque estoy aquí Marcos? –pregunté sin rodeos

-Simple venganza –se encogió de hombros

-¿Destruiste todo el campamento por mi? ¿Debo sentirme halagada?

-Veo que te has hecho más respondona, y no niña, lo hice porque también quería vengarme de Max y del estúpido de Daniel, y claro, de las personas que apoyaron mi destierro, a estas alturas Max ya habrá muerto, no tuve el placer de hacerle nada a Daniel pero creo que con tenerte aquí es suficiente

-El vendrá por mi

-Que lo haga, no lamentaré su muerte al entrar aquí

-Eres un ... –el me interrumpió

-Cuida la boquita niña, no quieres que te corte la lengua para dejar de escucharte ¿verdad?

-¿Porque estás con él? –le pregunté a Manuel con dolor, lo consideraba un amigo y el hecho de saber que nuestra amistad no era sincera, me dolía

Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora