Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]

Capitulo 37: Fases

Narra Daniel

-¿Estás loco? –grité enojado, me senté en una camilla con Arienne aún en brazos y acerqué más su cuerpo al mio

Su fiebre había vuelto, ella seguía con los ojos cerrados ajena a todo lo que ocurría a su alrededor, tenía la piel pálida y un leve sonrojo resaltaba en sus mejillas

-Tranquilízate Carlos, de quién hablas es de mi hija, y no vamos a matarla

-¿Y qué piensas hacer Álvaro? Sabes el cariño que le tengo a tu hija y por ende no pienso verla convertida en un maldito monstruo –Carlos alzó la voz mientras agarraba una jeringa, colocó un liquido espeso en ella e intentó acercarse a mi

-¿Qué es eso? –pregunté apretando más a Arienne

-Escucha, le inyectare esto, ella no sufrirá, lo prometo –dijo Carlos mientras seguía acercándose a pasos lentos

Tomé el arma que tenía en mi cinturón, la saqué y la apunté hacía Carlos

-Das un jodido paso más y te vuelo la cabeza –dije más que enojado

-¡Cálmense los dos! –Gritó Álvaro –no vamos a matar a nadie, ni le volaremos la cabeza a nadie así que bajen sus armas ahora

-¿Y qué es lo que se supone que piensas hacer?

-No sabes cuánto tiempo tarda la transformación en sí, son cuatro fases, comienza con síntomas de una enfermedad normal, fiebre, nauseas, desmayos, sigue con alucinaciones fuertes y pérdida de memoria, parecerá que esta recuperada y estará cien por ciento segura de su alucinación hasta volver a debilitarse, si eso pasa no debemos contradecir su alucinación o podríamos causarle un shock o podría reaccionar mal, la tercera fase comienza con manchas en la piel, las venas se empiezan a notar un poco más en los brazos y las piernas y luego se extiende al rostro, la cuarta es cuando comienza a tener una fuerza sobrehumana, y es ahí donde tendremos que atarla o encerrarla porque es la fase más corta para terminar por completo su transformación

-¿Cuál es el plan?

-Conseguir la cura, en lo posible antes que se termine la transformación –dijo Álvaro

-Si ella termina su transformación, la cura tendrá un efecto más lento –añadió Carlos

-¿Que haremos con ella ahora? –pregunté mirándola

-Acostarla en la camilla y luego... –Álvaro empezó a hablar pero fue interrumpido por Arienne, quien se sentó en mis brazos y empezó a vomitar

Tomé con cuidado su cabello para que no se manche, terminó de vomitar y volvió a recostarse en mi pecho

-No me siento bien –susurró débilmente

Miré el suelo lleno de una espesa y asquerosa sustancia, parecía ser de color mostaza con sangre, me estremecí y la miré, todo era mi culpa, debí cuidarla mejor

-Acuéstala en la camilla en la que estas sentado, ponla de costado solo por si vuelve a vomitar, no queremos que se ahogue en su propio vomito –dijo Álvaro mirándola con tristeza

Obedecí y la acosté, no quería alejarme de ella

-No sé cómo se lo diré a María –dijo Álvaro mientras pasaba las manos por su rostro con frustración

- Veremos eso luego, hay que trabajar –dijo Carlos haciendo una mueca con los labios –si haremos esto, necesito que se concentren, piensen con la cabeza fría, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo y como silla que está ahí en la camilla no es Arienne, si se dejan guiar por sus sentimientos perderemos más tiempo