Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]

Capitulo 31: El bunker

Narra Arienne

Juntamos leña e hicimos una fogata no muy grande para no llamar la atención de ningún caminante, mientras miraba la fogata recordé a Daniel

Empezaba a arrepentirme de haber venido, en este momento pude haber estado entre los brazos de Daniel, haciendo quien sabe que, lo extrañaba mucho

-Iremos a traer leña –dijo Andrea, quién estaba junto a una mujer y un hombre, Javier asintió y se fueron

Bárbara y los demás dormían, los únicos despiertos en la fogata éramos Javier y yo

-Y dime princesa –Javier empezó a acercarse mientras hablaba –¿Hace cuánto tiempo estas con Daniel?

-¿Hace cuánto lo conozco? –pregunté confundida

-De novios

Mi mente se distrajo pensando en la típica pregunta de ¿qué somos?

Nunca lo habíamos discutido ni siquiera pasó por mi mente, yo le había dicho lo que sentía, pero no obtuve respuesta de su parte, nos besábamos y hacíamos cosas de pareja, pero... ¿éramos una?

-No es de tu incumbencia –dije encogiéndome de hombros sin saber que responder y el sonrió

-¿Acaso la princesa no está de novia?

-Eh dicho que no te incumbe Javier

-Creo que fuiste muy valiente hoy –se acercó un poco más –nadie hubiera hecho lo que tú hiciste hoy

-Detente ahí –dije arrugando el ceño –¿A qué se debe que no estas tratándome mal?

-No era mi intención ofenderte princesita, ni tratarte mal, simplemente tenía una idea distinta a quien eres realmente –Javier colocó una de sus manos en mi rodilla y yo lo miré extrañada, iba a alejarme ya que esto se estaba volviendo extraño

-¡Saca tu asquerosa mano de ella! –exigió una dulce voz masculina que se hizo presente desde las sombras y en segundos tenía a Daniel parado en frente de mi con su pistola en la cabeza de Javier

-Daniel tranquilo –reaccioné rápido y me paré delante de él, puse mis manos en su pecho y lo alejé de Javier, Daniel bajó su arma y me miró

-Te estaba tocando –dijo con los dientes apretados

-Solo tenía la mano en mi rodilla y yo ya la iba a quitar, tranquilo –dije y miré su rostro, tenía sangre seca en él, y su ropa estaba rasgada, sucia y manchada de sangre

El guardó el arma y me miró, no sabía él si estaba feliz o enojado conmigo, no sabía que iba a hacer hasta que me besó

Yo puse mis manos en su cuello y me paré de puntas en un intento de alcanzar mejor sus labios, sus manos estaban en ambos lados de mi cara estirando mi cabello hacia atrás

Mordió con fuerza mi labio al alejarse de mí, gemí y traté de volver a sus labios pero él no me lo permitió

-Me asustaste –susurró mirándome serio

-Lo siento, pero mira, sobreviví casi 10 horas sin ti, no soy débil

-Yo ya sabía que eras fuerte –dijo acariciando mi mejilla con sus nudillos –no tenías que probarme nada

-Pero el resto no, cuando me integré recién todos creían que era una "princesa" –dije y recordé nuestra pelea y rápidamente el enojo que sentía se volvió a apoderar de mi y retrocedí un paso alejándome de el

-¿Por qué? –preguntó confundido

-Por cosas –dije sin querer dar ninguna explicación

Los que habían ido por la leña volvieron, miraron a Daniel, saludaron con la cabeza y se dispusieron a dormir