Capitulo 11: Buscandola

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Narra Daniel

Decidí volver a la casa luego de haber revisado el perímetro por unas cuantas horas, maté un par de caminantes pero nada alarmante. El sol empezaba abajar, y no quería arriesgarme

Un auto me llamó la atención por el camino, tenía la puerta del piloto abierto y las llaves puestas, recordé que Arienne había mencionado que tener un auto facilitaría el mover las cosas así que entré y probé suerte, giré las llaves y éste arrancó, una sonrisa se dibujó en mi rostro y me dispuse a ir a la casa. Con este auto llegaríamos antes de lo planeado al campamento

Llegué a la casa y estacioné en frente, la sonrisa en mi rostro creció al imaginar la cara de Arienne al mostrarle el auto, me dirigí a la puerta principal pero noté algo extraño, la puerta estaba abierta, mi sonrisa se esfumó en cuestión de segundos, saqué mi arma y abrí por completo la puerta

-¿Arienne? –grité, todo se encontraba en silencio y en total oscuridad

-¿¡Arienne!? –volví a gritar más desesperado.

Un camino de sangre en el suelo llamó mi atención, el corazón me latió con demasiada fuerza, las manos empezaron a sudarme y miles de escenas terroríficas de lo que pudo pasar aquí pasaron por mi mente, seguí la sangre hasta el cuarto de Arienne. Temía el mirar el cuarto y encontrarla muerta, di un fuerte suspiro y me paré en la puerta

-Tu amiga ya no está –habló Marcos, tenía sangre en toda la ropa y una sucia tela cubría la mitad de su rostro, el me empujó fuera del cuarto y cerró la puerta tras de él, alcé mi pistola y le apunté

-¿Que mierda le hiciste? –pregunté enojado y frunciendo el ceño

-¿Yo? Un caminante vino a atacarnos, y yo estaba hablando con ella, ella logro escapar y yo ya tiré el cuerpo del caminante –dijo tranquilo encogiéndose de hombros, algo no cuadraba en la historia

-¿Que te pasó en tu rostro? –pregunté desconfiado y sin bajar mi pistola

-Un accidente con el cuchillo mientras mataba al caminante –volvió a encogerse de hombros

-Vamos a mi cuarto, te limpiaré –no muy seguro guardé el arma en mi cinturón

Entramos a mi cuarto, saqué la venda que cubría su rostro, su herida era simplemente un asco, venia de su frente hasta su mejilla, era una herida abierta y profunda, no me imagino toda la sangre que habrá perdido, y su ojo estaba hinchado, probablemente no volverá a ver de este lado, su rostro era irreconocible

-Este ojo ya está perdido –mencioné haciendo una mueca

-Lo sé

Limpié su herida, y luego empecé a coserla, el soltaba algunos jadeos de dolor, la herida era reciente

-Deja de chillar como niña –lo molesté, algo captó mi atención, su cuello estaba lleno de arañazos, pasé los dedos por uno de los arañazos en su cuello, sentí como los músculos de su cuerpo se tensaron. Terminé de coserle y por instinto fui al cuarto de Arienne, abrí la puerta y tomé mi pistola nuevamente

Vi que su espejo se había roto sobre una colcha y había sangre en el piso. Me di la vuelta para mirar a Marcos, quién se encontraba recostado en el marco de la puerta, fruncí el ceño y le apunté con la pistola

-¿Qué mierda hiciste? ¿Porque hay sangre aquí? y ¿Porque estas lleno de arañazos?

-Ya te expliqué –dijo tranquilo

-Ganas para volarte la cabeza no me faltan Marcos –dije entre dientes pegando la pistola a su cabeza- ¿¡Qué carajo hiciste!? –grité

-Cálmate

Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora