Capitulo 9: la amenaza

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-Deja de provocarlo –me regañó Daniel mientras examinaba el pequeño corte que me había hecho minutos atrás

-¿Yo? ¿Estás loco?

-Escucha Arienne...

-No... –lo interrumpí –No quiero escucharte, no me defendiste, y estoy como secuestrada, otra vez –recalqué –vete –dije más que enojada y él se fue sin decir nada

Me acosté buscando alguna posición cómoda, miré el techo tratando de entender en qué momento el apocalipsis comenzó a tener tanto drama

...

Desperté por unos fuertes golpes en la puerta, mis ojos se abrieron lentamente tratando de entender lo que pasaba

Me senté en la cama y estiré mi cuerpo adolorido, dormía con las manos atadas por lo que las posiciones para dormir me eran muy incómodas

La puerta de mi cuarto se abrió justo cuando logré pararme, y ahí aparecieron Marcos y Daniel

Mis ojos se enfocaron en Daniel, mordí mi labio inferior mientras lo admiraba, tenía el cabello desordenado como de costumbre, su ropa gritaba "estoy en un apocalipsis y soy sexy", sin importar lo furiosa que estaba con él no podía negar el hecho de que estaba más hermoso que de costumbre, con su campera de vaquero, su jeans gastados y sus botas negras, me enfoque en su rostro y el al igual que yo segundos atrás, se encontraba examinándome. El recorrió mi cuerpo con sus ojos, solo tengo puesta una remera holgada que me llega hasta los muslos, que antes le pertenecía a el

-¿Es tu remera? -preguntó Marcos examinando la remera que tenía, como si hubiera leído mi mente

-Si -dijo Daniel sin el mínimo esfuerzo de ocultar la sonrisa que tenía en sus labios

-Egh, hoy iremos de expedición –dijo Marcos –no confío en ti para dejarte ni en Daniel para que el te vigile

Marcos se acercó a pasos lentos a mí, por reflejo yo retrocedí un paso, el tomó mis manos con fuerza, sacó una pequeña navaja y cortó la tira que me ataba las manos

Asentí sin decir nada y acaricié mis muñecas, las tiras de platico comenzaban a lastimarme. Ellos me dejaron sola en el cuarto para prepararme, me puse un buso negro, una camisilla un poco corta y ajustada y una campera de vaquero parecida a la de Daniel, me senté en mi cama esperando a que vuelvan por mí y suspiré al mirar mi aspecto en un espejo que está en frente de mí, pegado a la puerta del ropero, me veía mas delgada y mas ojerosa. Por un segundo deseé tener maquillaje a mi disposición

Minutos después abrieron la puerta pero solo apareció Marcos, me examinó con desprecio y rodó los ojos al acercarse a mí. Tomó mis mano de forma bruta y volvió a atarme, me trataba peor que a un animal

-Vámonos

Salimos de la casa en silencio, caminé detrás de ellos hasta que unos metros después Marcos soltó mis manos nuevamente. Nos adentramos al bosque, los arboles nos rodeaban en cuestión de segundos y el dulce aroma a tierra mojada se hizo presente. Parecía un bosque de cuentos, la luz del sol colándose por partes, las maripositas volando tranquilas, la dulce melodía de las aves que se escuchaba al compas de las hojas secas que pisábamos, el lugar era tranquilo, ni siquiera parecía que estamos a mitad del fin del mundo.

Choqué con la espalda de Daniel, retrocedí un paso y lo observé sonreír ante mi torpeza

-¿Donde vamos? –pregunté

-A revisar un pueblo –contestó Daniel y yo solo asentí

Caminamos en silencio nuevamente hasta llegar al tal pueblo que estaba cruzando el bosque, era bonito, era como el viejo oeste de las películas pero un poco más "avanzado"

Apocalipsis: Mi Lugar Seguro [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora