Capítulo 18: Destierro

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Kion y Azaad continuaban su viaje. El chita todavía seguía molesto con el león, pero también le transmitía dolor la triste forma en que caminaba, tal vez lo odiaba pero también comenzaba a sentir pena por él.

Azaad cada cierto tiempo lo veía de reojo ya que estaba un paso adelante de Kion, guiándolo. Cuando no lo hacía miraba el suelo y pensaba en su charla con Rani. Pateaba cada pequeña piedra que se le cruzaba por el camino; eso, junto a las pisadas de los dos felinos, era lo único que se escuchaba en el entorno.

De nuevo Azaad estaba apunto de patear una piedra más cuando un fuerte respiro de Kion lo desconcentró y evitó que lo hiciera. Siguieron caminando, pero Azaad volteó hacia atrás para mirar con desprecio a la pequeña piedra que no pudo golpear.

Kion pensó que ese gesto iba dirigido hacia él, "Lo siento", se encogió de hombros.

Azaad sintió vergüenza, al menos en eso se comenzaba a identificar con Kion. "Anoche estuve con Rani" Azaad le dijo, pensaba que tal vez iniciando una conversación el tiempo pasaría más rápido.

"Oh", Kion abrió un poco más sus ojos.

"Ella te sigue amando" Azaad le dijo.

"¿Lo dices en serio?", Kion lució sorprendido, pero dudaba que fuese cierto.

Azaad se alineó con Kion y lo volteó a ver con seriedad, "Escucha claramente lo que te voy a decir, Kion" le dijo.

El león solamente asintió con la cabeza.

El chita continuó, "A Azaad no le importa por qué o por cuánto tiempo quieras estar en las Praderas, pero cuando regreses al Árbol de la Vida tendrás que volver al lado de la Reina Rani". No hubo ni siquiera un sí con la cabeza, eso hizo que Azaad frunciera el ceño, pero inmediatamente se sacudió el cuerpo para no lucir enfadado, "De verdad te necesita", ese sería su último intento para conversar.

"Tienes razón, Azaad" Kion le dijo.

Azaad por fin lo escuchó completar una oración con voz oíble por lo que tomó una pausa para respirar y continuar hablando, "Ella es mi reina, Kion, Azaad le será siempre leal, hasta que te vea con ella volveré a confiar en ti".

Kion tal vez ya no sentía amor por Rani, pero ahora, más que nunca la quería ver. Apenas estaba entrando en su conciencia el hecho de que la había engañado y sabía que era más que claro el merecimiento de su destierro.

Kion agachó su cabeza, "Todo este tiempo solo pensé en mí, he defraudado a tantos animales, solo quería ser el mismo de antes... tal vez ser más como tú, Azaad".

"Todavía tienes tiempo...".

"¡No, Azaad!" Kion de inmediato lo interrumpió, "Ya no podré hacer nada por nadie, aunque sea lo que más quiero en este momento".

Azaad dejó de caminar para mirar a Kion de una manera comprensiva, "Es tu decisión", se encogió de hombros.

"Es mi única opción" Kion le respondió.

Al escuchar eso, a Azaad no le quedó ninguna duda de que algo malo pasaría y como si tratara de apiadarse del león le preguntó si podía hacer algo por él.

"¿Otro favor?", finalmente Kion sonrió.

"Sí", Azaad rió, "Pero este será el último, aprovéchalo".

Kion, después de pensarlo un poco, lo miraría con seriedad, "Quiero que le des un mensaje a Rani".

Azaad asintió con la cabeza.

"Dile que lo lamento. Por decepcionarla y no haber podido ser el rey que se merece... no tiene porque perdonarme", Kion tomó un respiro, "Dile que es la mejor reina que he conocido, y es cierto, ningún rey ha sido tan dedicado en mejorar su reino... aunque eso implique alejarse de los que ama", sacudió la cabeza e intento no verse triste, "Dile que no descuide a su familia, ya ha perdido a tantos" suspiró, "No quiero que sufra más por eso. Por favor, Azaad, dile que algún día me gustaría verla... en otro lugar, nunca podré volver al Árbol de la Vida".

Azaad se quedó un instante con la boca abierta y ambos felinos se miraron fijamente, "Será lo primero que haga al volver, te lo prometo", Azaad bajó la cabeza en señal de respeto.

"Gracias" Kion le dijo, estaba apunto de continuar caminando cuando Azaad lo detuvo.

"Ya hemos llegado" el chita sonrió al decirlo, "Solo tienes que seguir en línea recta por el cañón y estarás en las Lejanías, después de eso supongo que sabrás llegar a las Praderas".

"Gracias" Kion dijo la misma palabra y Azaad bajó su cabeza, ahora para despedirse, él ya quería partir al árbol para poder cuidar de Fuli.

"Por favor, cuídala muy bien... ella te necesitará mucho" Kion le dijo con notoria tristeza.

"Sí, lo sé" Azaad dijo. No tenía idea de por qué Kion se estaba comportando tan melodramático, pero le restó importancia y comenzó a darse la vuelta.

"Perdón, Azaad, si te hice daño... realmente lo siento" Kion dijo.

"Eso no me importa, Kion" Azaad le respondió fríamente, aunque creyó necesario cambiar de actitud, "Te deseo suerte, en lo que sea que el destino te tenga preparado", solamente voltearía su cabeza para decírselo.

"Si en el futuro nos volvemos a encontrar, espero que nos veamos como amigos", Kion tenía una pequeña sonrisa que por poco contagia a Azaad.

Este exhaló aire, "Buen viaje, Kion", Azaad dejó de mirarlo y comenzó a correr lo más rápido que podía para volver al Árbol de la Vida.

El Corazón de una ChitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora