CUATRO

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Idiota, si tienes que alejarte de ella para acércarte a ti, hazlo. Debes elegirte a ti
primero siempre.

CAPÍTULO CUATRO


TYSON CUSIC.

Cuando llegue a casa mi madre se encontraba recostada sobre el sofá, con una botella de alcohol en la mano izquierda y un cigarrillo en la derecha, tiré mi mochila y me senté cerca de ella, la observé por unos segundos y entonces hablé.

-Basta ¿Si?-Acerque mi mano para quitarle el cigarrillo.

-¿Y cómo te fue?-Preguntó, mirando fijamente hacia el frente, con voz ronca-¿Ganaron el partido de fútbol?

-Mamá, yo no juego fútbol desde hace un año.-Giró su cabeza en dirección a mi, con una sonrisa melancólica de boca cerrada, colocó la botella de alcohol en el piso para luego llevar su mano hacia mí hombro.

-¿Te pasa algo?-Negué con un momento leve de cabeza. En ese momento quise caer en llanto. Si me pasaba algo, quería contarteselo pero ella no estaba en sus cinco sentidos.

-Iré a mi habitación.-Avisé poniendo de pie, la miré por última vez y caminé hacia las escaleras.

La discusión con ella no terminó nada bien, hizo un berrinche en media calle. Se supone que cuando uno quiere a alguien de verdad trata de dar lo mejor de si mismo, algo que hice pero de nada sirvió. Hice todo lo que ella me pedía, deje de hablarle a muchas personas, deje de vestirme como un "Tarado"-Asi llamó ella a mi anterior forma de vestir-Me incitaba a ir a lugares a los cuales yo les llamé precarios, por ende faltaba a clases, hice todo sin recibir nada cambio, realmente no esperaba nada a cambió, solo quería que ella fuese feliz, pero por más que yo me esforzaba en dar lo mejor de mí para ella algo siempre estaba mal. Me cansé. Me di cuenta de que estaba haciendo mal con vida, decidí dejar de intoxicar mi cuerpo, me alejé de las malas compañías, algo que a ella le molesto por completo, no encontró más forma que llamarme marica. Me transformó en él hombre que ella quería que yo fuera, hice todo lo que ella me pidió, y sin embargo no recibía nada, nada más que cachetadas y la palabra "Marica" repetidas veces.

¿Realmente estaba haciéndolo mal?

¿Debo seguir haciendo lo mismo para que ella esté feliz?

Recuerdo muy bien el día en el que Derek me regaño: "Idiota, si tienes que alejarte de ella para acércate a ti, hazlo. Debes elegirte a ti primero siempre" Lo pensé durante muchas noches, hasta que llegué a la conclusión de que debía elegirme a mi primero, crei que ella lo entendería pero solo recibí insultos y más insultos por su parte. Escuche un gritó proveniente de la cocina, sacudí mi cabeza para luego salir rápidamente de mi habitación, bajé las escaleras lo más rápido que pude.

-¿Mamá estás bien?-Pregunté entrando en la cocina, observé toda el área, pero no había nadie o eso crei.

-¡Si! Todo está bien.

Mi madre estaba de cuclillas, ocultándose detrás del desayunador. Una botella de vidrio estaba despezada en el piso, ella lo estaba limpiando, arruge mi entrecejo al ver que había cortado su mano, en el piso habían gotas de sangre.

-¡Te cortaste!-La tomé por los hombros, la obligué a que se pusiera de pie, tome sus manos sacudiendolas para que soltara los pedazos de vidrio.-Yo limpio esto, tú ve a ducharte ¿Bien? Si no puedes curarte sola me lo haces saber y te ayudó.-Ella asintió y salió de la cocina.

Porque Maté A Alguien Por Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora