TYSON CUSIC.El Uber me dejó en frente de la casa de mi padre. Me bajé, acomodé mi mochila sobre mis ojos hombros y empecé a caminar. Decidí quedarme unos días con mi padre, quizá esto me quite un poco el estrés que he estado teniendo con todo este asunto de Jyle y sus deudas, yo y mis ganas por mandar mi dignidad a la mierda y correr a empeñar mis cosas.
El jardín colorido y extravagante me recibió, suspiré para poder sentir el aroma que el jardín emanaba, al llegar el aroma a mis fosas nasales me provocó un estornudo. Me gusta el aroma de las flores pero lamentablemente no puedo estar cerca de ella, pues, soy alérgico al polen, aún así, en ocasiones cuándo visito a mi padre corto una que otra flor y la huelo por unos minutos hasta que la alergia ya no me lo permita.
Me acerque a unas flores amarillas, analicé una por una hasta que encontré la más bonita, la tomé y la arranqué, la acerqué a mi nariz y esta estornudaba desesperadamente, sentí como mis ojos se empiezan a criztalizar junto con una picazón de garganta.
—Nunca dejaste esa fea costumbre de arrancar las más bonitas.
Levanté la mirada para toparme a mí padre recostado sobre el marco de la puerta. Sorbi mi nariz dos veces y me alejé lo más rápido posible del jardín.
—El color rojo te queda bien.—Destaque, señalando la peluca rojiza de larga cabellera que llevaba sobre su cabeza.
—¿En serio lo crees? Es la primera vez que estoy empezando a usar el rojo en mi.
Asentí.
Tiré la flor y empecé a caminar hacia él. En cuanto llegue me atrapó entre sus brazos, asfixiandome contra su pecho.
—Te extrañe mucho.—Confesó, apretándome más contra su cuerpo.
—Creo que yo también.—Repliqué con dificultad, ya que no podia respirar del todo bien.
—¿Y cómo está Lyla?—Cuestionó, haciendome una seña para que entrará a la casa.
—Mamá, bueno ella dice estar bien.—Contesté, no muy satisfecho con mi respuesta. He tenido que ser fuerte y hacer como que este asunto de la separación de mis padres no me afecta, trató de hacer lo mejor que puedo.
—Lo bueno es que trabaja en recuperarse.—Ánimo, colocando su mano sobre mi hombro y sacudiendome un poco.
—¿Y cómo vas con la operación de los...?—Hice formas de pelotas con mis manos sobre mi pecho, provocando que mi padre soltará una carcajada.
—No creo que quieras saber sobre eso. Además, sigo pensando aún en si hacerlo o no.—Alegó, con una gran sonrisa.
Mi padre se separó de mi madre por una sola razón. Él no se sentía hombre, admitió que nunca se sintió como uno, dijo que era como si él estuviese atrapado en el cuerpo de un hombre, nunca se sintió a gusto consigo mismo. Él nos confesó lo que realmente estaba pasando con él y optó por separarse de mi madre.
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Porque Maté A Alguien Por Ti ©
Teen FictionAmar puede ser la salvación y a la misma vez la perdición. TODA COPIA o ADAPTACION será DENUNCIADA POR DERECHOS DE AUTOR.