•SIETE•

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CAPÍTULO SIETE


DEREK CONNOLLY.

Tyson tomó mi brazo, fue un agarré suave pero con una gran advertencia. No me dejaría pelear. No siento amor hacia Lucia pero aún así siempre la respete, nunca le fui infiel y admito que pasó por mi mente más de diez veces. Apreté mis puños a mis costados, sentí mis mejillas arder. Me vio la cara de estúpido durante dos meses, me besó durante dos meses mientras fucionaba saliva con otro.

Sacudí mi brazo para que Tyson me soltará, ante mi reacción apretó más el agarré, lo miré y achique los ojos, Tyson negó con un leve movimiento de cabeza y yo le respondí de la misma manera. No tenia pensado pelear, me siento como la misma mierda pero no voy a rebajarme de tal manera.

—¿Les puedo ayudar en algo?—Stella abrió un poco más la puerta, solté aire por la nariz y sonreí. Senti la mirada de Tyson encima, Stella arrugó el entrecejo y me analizó de pies a cabeza.

—Eh...—Stella sonrió de manera dudosa.

En ese momento Geovanni apartó a Stella de la puerta, me miró y movió la cabeza en un saludo, detrás de él apareció Lucia, al instante de verme la sonrisa que traía de oreja a oreja se le desvaneció y cambió por una expresión de terror.

—Oh, Derek que gusto verte.—Geovanni me ofreció la mano, sonreí y le correspondi el saludo.

—Y a ti también, Tyson ¿Cierto?—Geovanni se acercó a Tyson y lo saludó de la misma manera.

—¿Tú y Lucia son novios?—Cuestione con entusiasmo. Por dentro me quemaba de la ira, pero gracias a Dios es algo que sé disimular muy bien.

—Estamos conociéndonos.—Ánimo colocando su brazo por encima de los hombros de Lucia.

Sentía una presión en el pecho, la humillación me estaba inundando por dentro. ¿Cómo no me di cuenta? Quizá tuve las señales en frente pero las ignoré, deposité toda mi confianza en ella y me pagó de la manera más humillante.

—¿Durante cuánto tiempo?— Curioseo Tyson, enarcó una ceja y soltó una risa de burla.

—Un mes o dos quizá.—Replicó Geovanni dudoso ante la reacción de Tyson.

—¡Wow!—Tyson rió con burla—También te vio la cara de estúpido por dos meses.

Geovanni se acercó a Tyson con amenaza.

—¿Qué mierdas dices?—Cuestionó con enojo.

—Lo que escuchaste.—Me acerque a Geovanni hasta quedar frente a él—Lucia es mi novia, desde hace cuatro meses.—Carraspee mi garganta—Bueno, lo era.

—Derek déjame explicarte.—Sollozó Lucia, acercándose para tomar mi rostro entre sus manos—No es lo que piensas, déjame aclararte lo que sucede.

Agarré ambas manos de Lucia y las aparté con fuerza, intentó volver a acercarse pero retrocedí tres pasos.

—Tengan un muy buen día.—Me di la vuelta y empecé a caminar hacia mi auto, escuché los gritos de Lucia pero los ignoré por completo.

Subí al auto, me coloqué el cinturón y lo encendí. Le di dos golpes al volante y maldije. Iban pasando dos chicas, ambas se detuvieron y se acercaron a la ventana al escuchar mis gritos, giré mi cabeza en su dirección y les saqué el dedo de en medio, al verme hicieron una expresión de indignación y se marcharon.

Me cansé de lo mismo. Siempre logran verme la cara de idiota. No le hago mierda a nadie como para que me paguen de esta manera, siempre trate de dar lo mejor de mí, fue absurdo, una vez más me la hicieron, son contadas con los dedos de las manos y los dedos de los pies todas las infidelidades que me han hecho.

Siempre digo lo mismo "Esta vez no me la hacen" Pero como siempre, decidí escuchar mi estúpido corazón, si le hubiera hecho caso a mi razonamiento posiblemente no estaría lidiando con esto pero como siempre, Derek el idiota fácil de utilizar.

Tyson abrió la puerta de el copiloto, me miró por una fracción de segundos y decidió subirse, chasqueó la lengua y se colocó el cinturón, al instante puse el auto en marcha.

—¿Quieres ir a una noche de orgía?

Me giré hacia Tyson con expresión de asco.

—¿Qué te pasa?—Negué con una expresión de asco.

Hubo un segundo de silencio hasta que Tyson carraspeó la garganta y se removió en su asiento.

—Y yo que decía conocer a Lucia, vaya que es cierto lo que dice mi mamá.

—¿Y qué dice tú mamá?—Interrogué acelerando el auto.

—Uno nunca llega a conocer una persona del todo, todos siempre resultan una mierda, claro, hay excepciones pero muy pocas.

En si, tenia razón. Lo miré y sonreí.

—¿Entonces si vamos por esa orgía?—Animo al ver mi sonrisa.

—A todo menos eso, puerco.—Arrugue mi nariz—¿A dónde quieres ir?—Miré de reojo a Tyson, su mirada estaba perdida en su teléfono—¡Te estoy hablando idiota!—Le di un leve golpe en el hombro, Tyson se echó una carcajada, llevó su mano hacia su hombro, frotando justamente dónde le había golpeado.

—¿Qué me preguntaste?

—¿A dónde quieres ir?

—Eeh...Bueno, ¿Podrías dejarme frente al Taco Bell?

—Estás bromeando ¿Verdad?—Rechiste, pasando mi mano derecha por mi cara de manera frustada—¿Es en serio?—Tyson abrió su boca pero no dijo nada.

¿Porqué las personas siempre regresan dónde más mierda los hacen?

—¿Para que demonios quieres ir a verla?—Cuestioné con irá.

—Derek, yo...

—Sabes que, me importa una mierda. Ve con ella, siempre terminas haciéndolo, ve, pero no vengas conmigo después a llorar diciendo "Es que esto es una mierda" porque no pienso repetirme lo mismo una vez más.—Me acerque a Tyson, estiré un poco mi brazo para llegar hacia la puerta del copiloto y la abrí—Ve con ella.—Regresé a mi asiento.

—Creí que tú eras mi amigo.—Tyson me apunto de mala gana con el dedo índice—No eres más que uno de esos idiotas que dicen ser amigos, cuando más los necesitan es donde menos están.

Que actitud más egoísta.

—A ti no te gusta la ayuda de nadie. Siempre dices que cuando te trato de ayudar más lo empeoro.

Tyson maldijo en un susurro y salió del auto sin antes soltar de mala gana un "Gracias" Empujó la puerta y se alejó a pasos agigantados del lugar.

Genial, el día más mierda de mi vida.

Mi teléfono empezó a sonar, lo tomé y corté la llamada, tenia veintitrés mensajes y 19 llamadas perdidas justamente de Lucia, pidiendo otra oportunidad.

No. Yo no soy Tyson.

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Porque Maté A Alguien Por Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora