TYSON CUSIC.
Empujaba y chocaba con cualquier persona que se atravesará en mi vista. Me sentía como una mierda con tres kilos más de mierda encima. No podía mantener mis ojos bien abiertos, sentía mis párpados pesados y me dolia la cabeza, no logré dormir ni cinco segundos. Con esfuerzo busqué entre la gente a Jyle, no vi señales de ella así que continué caminando, a lo lejos divisé la mesa dónde Derek se encontraba sentado junto a la ruidosa de Alondra. Caminé de prisa hacia ellos, empujé a uno que otro niño, me maldecían en murmurós pero cuando miraban mi cara de culo preferían cerrar la boca.
¿Tan horrible me veré hoy?
—Eeey...—Saludé, tiré mi mochila sobre el piso y me senté junto a Alondra, ella me recibió con un abrazo que no correspondi.
—¿Porqué traes esa...?
Resople y pasé mi mano derecha sobre mi cara de manera frustada.
—¿No estás viendo la mierda que salió sobre mi nariz?—Rechiste, señalando el granito sobre mi nariz.
—Ey, es solo acné, a todos nos pasa.—Ánimo Alondra con esa sonrisa llena de alegría. Me giré hacia ella para observarle.
—Alondra, doy asco.—Arrugue mi entrecejo— Y lo que estás comiendo también.—Señale la ensalada de brócoli que comía con gran gusto.
Alondra miró el plato luego me miró fijamente, como si quisiera meterse dentro de mi cabeza. Suspiré y cerré mis párpados. Me molesta que me miren por mucho tiempo más cuando tengo mierda encima.
—Hay rumores...—Habló Alondra, aún podía sentir su mirada encima—¿Es cierto que tú y Jyle están juntos nuevamente?
Derek dejó de comer su hamburguesa para observarme con intriga, abrió la boca pero no dijo nada. Giré mi cabeza en dirección a Alondra y reí irónicamente.
—¿Y qué si fue así? Es algo que a ti no te importa.
Noté como Alondra se tensó ante mis palabras, me miró a los ojos, ese brillo y la alergia en su mirada se desvaneció por completo. Achicó los ojos y negó con un movimiento de cabeza.
—Tyson, ¿Qué mierda estás diciendo?—Derek se inclinó un poco sobre la mesa— Esa chica se acostó...
—Cállate, Derek.—Interrumpí de mala gana, dándole un leve golpe a la mesa.
Alondra apretó fuertemente el tenedor que sostenía entre su mano derecha, miró fijamente su plato de brócoli con odio, tiró el tenedor sobre la mesa, tomó su mochila y salió velozmente de la soda. Derek me tiró la lechuga que le había sacado a su hamburguesa y me susurró "Fue tú culpa", se levantó, tomó su mochila y se fue detrás de Alondra.
¡Mierda! ¿Acaso no merezco un puto día feliz?
Solo, como la misma mierda, me había quedado ahí, con alguna miradas encima y cuchicheos.
"Él niño estúpido a estado en la boca de todos últimamente"
Me cansé de lo mierda que puede llegar hacer la gente. Hablan sin ver su propia mierda, si él niño que está a punto de reprobar, él niño que todos ven como una escoria sin sentimientos, él estúpido que siempre se queda solo, si ese soy yo.
—Si van hablar mierda sobre mi, procuren que no se escuche, o mejor ¿Porqué no vienen y se sientan junto a mí y debatimos quién habla la mejor mierda?
Todos me miraban con los ojos bien abiertos, unos con expresiones de ofendidos, otros con una arrogancia y uno que otro con lastima. Maldije y sali rápidamente de la soda, de inmediato me di cuenta que tenia muchos estaban buscando sus respectivas aulas. Tenia hambre y mucha, pero parece que tendré que esperar.
○
Me siento débil, las manos me tiemblan un poco, el dolor de estómago iba empeorando con base pasan los minutos. Daría cualquier cosa para morir ya mismo aquí, sentado en este asqueroso pupitre. Con la ultima fuerza que me quedaba, le pedí permiso a la profesora de salir un momento al baño. Mientras caminaba por el pasillo, me detenía cuando los mareos se hacían más fuertes.
—Ey, Tyson.
Me detuve al escuchar una voz femenina detrás de mi, escuché unos pasos acercarse a mi, así que esperé a que se colocará frente a mi. Ni más ni menos de Stella Jones, con un aspecto extraño.
No era la misma Stella que siempre se veía alegre y arrogante, solía traer el cabello muy bien planchado y suelto, con un maquillaje un poco natural, esta vez se veía como si no hubiese dormido un mes, y por si fuera poco en su cuello habían pequeños hematomas, su cabello atado a una coleta muy desarreglada y eso no era algo muy típico de ella.
—¿Todo bien?—Cuestioné con una leve sonrisa.
Ella negó en un murmuró, me acerqué, la tomé por los hombres y la miré directamente a los ojos, entonces ocurrió lo que nunca creí que podía ocurrir. Soltó en llanto, sus delgadas manos temblaban, me acercó a ella y me abrazó tan fuerte como si estuviera a punto de caer.
—¿Oye, qué sucede?—Pregunté nuevamente pero no recibí respuesta. Desde preescolar ella no me agradaba, pero en ese momento salió mi lado solidario.
—Yo, es que yo...—Habló con dificultad, en ese instante ella se desmayó, no me sentía lo suficientemente fuerte como para aguantar su peso, así que yo con mis mareos la sostuve lo más que puede hasta que no di más y caí, en ese instante todo se volvió oscuro.
🤗TE AMO
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Porque Maté A Alguien Por Ti ©
Genç KurguAmar puede ser la salvación y a la misma vez la perdición. TODA COPIA o ADAPTACION será DENUNCIADA POR DERECHOS DE AUTOR.