ALONDRA WILLS.
Es extraño, bueno, en sí la vida es extraña, son pocos quiénes han encontrado su propósito en la vida, yo, bueno yo soy de ese gran porcentaje que aún no entienden ni el porque de su nacimiento. Vienen muchas cosas a mí cabeza cuándo me cuestionó ese tipo de cosas, a los términos que he llegado son que
quizá estoy aquí cómo un ejemplo de lo que es el fracaso total, Alondra es aquello que nunca tienes que llegar ser.Sentada sobre el sillón, con las piernas cruzadas y una taza de té, me seguía cuestionando, ¿Porqué me va tan mal en el amor?, hay miles y miles de chicos en el mundo ¿Porqué me fijó en lo imposible?
—Alondra, lava los platos, por favor.—Mi madre se puso frente a mi, con los brazos cruzados y esa expresión ceñuda que tanto la caracteriza— ¡Haz algo por la vida! Te la pasas todo el día tomando té, sentada sin ayudar en lo más mínimo.
—Pero si yo he limpiado el piso, también acomodé la sala, dile a Byron que lo haga, él se la pasa jugando video juegos todo el día.
No me sentía bien emocionalmente, solo quería estar sola e ir a un lugar dónde no haya nadie que me moleste. Por un momento pensé que se iría y la paz que había interrumpido regresaría pero no, no fue así.
—Alondra, él solo tiene once años, hazlo tú, ya estás bastante grande.
Resople, me tragué todo el coraje y asentí, me puse de pie y caminé hacía la cocina, miré la taza de té, iba a beber de ella pero en ese instante escuché algo que hizo que rompiera en pedazos.
—Alondra se está volviendo insoportable, no sé que hacer con ella.
Tiré el té sobre los platos sucios, puse la taza a un lado y tomé la esponja de lava platos, la apreté fuerte, descargando todo mi enojo en ella, apreté mis párpados, en un intento de no dejar caer las lágrimas.
Alondra ya no es cómo antes.
Alondra es insoportable.
Alondra se está convirtiendo en un mal ejemplo para su hermano menor.
Alondra es inservible.Respiré hondo y abrí el grifo, agarré un plato y comencé a lavarlo, escuché la voz de mi hermano, miré sobre mi hombro para ver a mi madre abrazandolo mientras le daba un beso en la frente, al principio sentía envidia pero ahora me da igual, nunca fui suficiente para ellos.
Byron entró a la cocina, agarró un vaso y lo llenó de agua, hizo eso sin despegar la mirada de su teléfono, se sentó en una silla y bebió tan rápido cómo pudo, movía su dedo por la pantalla del móvil y mientras reía, dejé de prestarle atención para terminar de lavar los platos lo más rápido posible en ese momento Byron tiró el vaso sobre el plato que estaba enjuagando.
—Podrias lavarlo tú ¿no crees?—Renegué entre dientes, tirando el vaso a un lado.
—No, para eso estás tú.—Burló saliendo de la cocina riendo.
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Porque Maté A Alguien Por Ti ©
Teen FictionAmar puede ser la salvación y a la misma vez la perdición. TODA COPIA o ADAPTACION será DENUNCIADA POR DERECHOS DE AUTOR.