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TYSON CUSIC.
Cuatro largos y terribles meses desde que recibí la noticia. El vacío sigue aquí, muy dentro de mi, recordándome que mi vida se ha convertido en una mierda, prefiero dormir en vez llorar en el baño; como suelo hacer casi todos los días, incluso he llegado a desear no volver a despertar y para mi propia desgracia mi salud empeoró ya que no llegue a sentir apetito durante muchos días, a tal punto que un día me desperté en el hospital con él mismo doctor que me atendió en mi crisis pasada.
-Estás a tiempo de cambiar tu situación.-Habló mi madre, sentándose a mi lado derecho- Sé que puedes hacerlo, mi vida tú cuerpo es hermoso tal y cómo es...
-¡Mierda! No soy un anoréxico, solo no me da hambre ¿No puedes entender eso?-Rechiste.
Se puso de pie, caminó hacía la salida, se giró y me miró.
-Vendré más tarde.
Suspiré y cerré mis ojos para apreciar el silencio de la soledad, de repente sentí un pinchazo en mi estómago, me removi incómodo esperando que el dolor desapareciera, sin embargo empezó a doler más, esta vez traté de sentarme pero el dolor no me permitió moverme, inhale y exhale tratando de calmar el agonizante dolor que cada vez era más insoportable, comencé a desesperarme, grité pidiendo ayuda, patalee y grité hasta que llegó él doctor junto a una enfermera.
-Todo va a estar bien, tranquilo.-Fue lo último que escuché.
○
Antes mi vida se resumía en cuatro palabras: Habitación, problemas, secundaria y Mcdonalds. Ahora es Hospital, terapia y supervisión médica. Tremenda vida de mierda me cargó.
-Debes tener en cuenta que no estás solo en esta lucha, tienes el apoyo de tus padres, de tus amigos e incluso mi apoyo.
-Ajá.
Él psicólogo me miró y soltó un largo suspiro.
-Debes esfozarte para salir de esto, es importante que tengas en cuenta que en estas circunstancias en la que te encuentras tienes el poder de cambiar tu vida, radicalmente.
-Todos piensan que comiendo mis problemas se van a resolver.-Me incliné hacía atrás y bajé la mirada hacía mi cuerpo - Me miran con lástima y yo no quiero la lastima de nadie. Todo esto es una mierda, tuve que entrar a un asqueroso hospital para tener la atención que no tenía estando sano, si yo no necesité la preocupación de ellos estando sano menos como me encuentro ahora.
Queria irme, me sentía cansado y fatigado, todo el tiempo estaba rodeado de doctores y psicólogos, ya extrañaba seriamente la soledad. Y por fin la sesión terminó, sentí una carga menos al salir por esa puerta.
