QUINCE

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TYSON CUSIC

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TYSON CUSIC.

Con un poco de dificultad abrí mis párpados, arrugue el entrecejo al ver una luz blanca e intensa.

"Creo que esta vez llegué a morirme."

Poco a poco me acostumbre a la luz, apoye mis manos sobre mis costados y tome impulso para sentarme, en ese momento me di cuenta de que me encontraba en una asquerosa camilla de hospital, toque todo mi cuerpo en busca de algún dolor pero no sentí nada. Solté un largo suspiro, miré hacia todos lados en busca de una persona, no había nadie, me encontraba solo, en ese instante sentí la necesidad de ir al baño, rápidamente salí de la camilla, tuve que sostenerme de un aparato gran de que se encontraba cerca de la camilla para no caerme.

—Mierda, no debí levantarme tan rápido.

Caminé hacia la puerta, la empujé y salí, lentamente caminé hacia los sanitarios, escuché unas voces detrás de mi así que me di la vuelta, eran dos enfermeras que no notaron mi existencia, de hecho actuaron como si no me hubiesen visto, en ese momento sentí una sensación escalofriante, tragué grueso al sentir mi corazón golpear mi pecho.

"¿Y si realmente morí y ellas no me miraron porque esta es mi alma?"

Rechiste al darme cuenta de la estupidez que estaba pensando. Entré y en ese momento escuché una voz, se me hizo conocida así que rápidamente me giré para toparme con Derek, se encontraba recostado sobre el lava manos, me quedé en silencio, observándolo y a pasos muy lentos me acerqué y toqué su hombro, pero él actuó como si no lo hubiese sentido, o realmente no lo sintió, le grité tres veces pero no me miró ni pronunció ni una sola palabra.

"Mierda, entonces si morí."

Recuerdo muy bien cuando llegué al hospital, yo estaba bien, o bueno eso creí. Entré en pánico, miraba hacia todos lados mientras tomaba mi cabeza entre mis manos, en busca de algo menos aterrador. Empecé a escuchar voces, gritaban mi nombre una y otra vez, miré hacia todos lados menos pero no había nadie más que Derek.

Tyson.

Tyson.

Tyson.

Tyson.

Abrí mis párpados de golpe, no había nadie alrededor de mi, la luz estaba apagada, solo se podía escuchar el sonido de la máquina y voces de personas fuera de mi cuarto. Me dolía horrible el estómago y sentía una rara sensación en mi lengua, las ganas de vomitar pronto se hicieron presente.

𓃒𓃗𓃘𓃝𓃟𓃡𓃩𓃬𓃯𓃰𓃱𓃲𓃵𓃷

—Y entonces todos se empelotaron para ver el chisme, unos decían: "Tyson y Stella hicieron el fruto prohibido" Y otros solo decían: "Es un milagro que Tyson siga vivo".—Derek estaba contadome todo lo que había pasado cuando me desmayé en el colegio, con su toque de humor para hacerme sentir menos mierda.

—¿Fruto prohibido?

—Sí, tú sabes—Se inclinó para quedar un poco más cerca y murmuró— El sexo.

Estalle en risas.

—¿Yo con Stella?—Reí tan fuerte que las personas que pasaban cerca de mi cuarto miraban por la ventana con curiosidad— Es como decir que tú y Alondra se...

—¡Cierra la boca, Cusic!—Derek golpeó mi hombro.

—Estoy muriendo y tú me pegas.—Hice una pausa— Es estúpido, nadie se desmaya por tener sexo.—Resople, mirando fijamente hacia el techo.

Me removi un poco incómodo, esto de estar en una camilla de hospital y el olor de medicamentos y muchas cosas más me estresa. Derek se sentó en la esquina de la camilla, se veía cansado, su cabello estaba algo desarreglado y se veía pálido, le di un pequeños golpe en la espalda con mi pie para llamar su atención.

—¿Está todo bien?—Quise saber, su estado me preocupaba.

Soltó una pequeña risa y se encogió de hombros.

—Estoy bien, aunque no lo parezca estoy bien, solo que he estado luchando por mi vida durante mucho tiempo y estoy ya muy cansado.—Se recostó sobre mis pies y me miró— Odio los hospitales.

—¿Me das tú mano?—Le ofrecí mi mano, sin dudarlo él la tomó— Me tienes a mí, yo te levantaré, no lo olvides.

—Esto se ve algo raro...

Siempre terminas arruinando mis intenciones de ser un mejor humano.—Solté su mano y me cruce de brazos.

Derek se puso de pie, se acercó y me abrazó. Las muestras de afecto para Derek no es algo que le guste mucho, durante nuestros años de amistad son muy pocas las veces que nos hemos abrazado, solo lo hace cuándo se amerita de verdad.

—¿Y... Jyle aún no ha venido?—Cuestioné separándome de él, Derek frunció la frente e hizo una expresión de enfado.

Una enfermera entró, me hizo unos cuantos chequeos y me dio una gran noticia, ya podía largarme de aquí, sin esperar ni un segundo salté de la cama y corrí a prepararme para salir de ese lugar. En cuanto salí del cuarto mi madre me recibió con un abrazo y en llanto mientras que mi padre solo me observaba con mucha preocupación. Hay vamos, tampoco es que me hayan dictado la muerte.

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¡Ey!¿Cómo están? Espero que bien

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¡Ey!
¿Cómo están? Espero que bien. ¿Apoco no están bonitos los animalitos que le robe a un comentario?
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TE AMO.

Porque Maté A Alguien Por Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora