"Beast" ||Diabolik Lovers||

Capítulo 51: sarang.

«Me perdí a mí misma tratando de complacer a todos, ahora voy perdiendo a todos mientras me encuentro a mí misma...»

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N a r r a d o r :

1 mes después.

—Luna, ¿estás segura de esto? —Richter pregunta a su sobrina, peinando sus cabellos hacia atrás por la ansiedad. Estaba parado frente a ella.

Luna estaba sentada en la sala, frente a ella estaban todos los vampiros, los cachorros y Belial, observándola también, pero con preocupación. Habían llamado a Richter para que, como adulto, pudiera hacer entrar en razón a Luna.

—Quiero sentir sus reacciones al verme luego de medio año

—¿Qué no entiendes? —Subaru le grita— ¡Esa gente no tiene algún interés por ti!

—Él tiene razón, ángel —añade Carla—. Mi padre no ha llamado ni una sola vez para preguntar si sabemos algo de ti.

—Entiendo su preocupación, chicos, pero es mi familia al final de cuentas. No puedo renunciar a ellos tan fácil —les sonríe con suplica—. Les prometo que si este encuentro no resulta bien, lo dejaré todo por la paz, ya no me haré esperanzas y dejaré que mi familia continúe su vida sin mí.

Hubo un ligero silencio, en el que ellos se debatían y pensaban.

—Por favor —pese a la falta de sentido de la vista, ella seguía sabiendo perfectamente que esa cara que estaba haciendo los hacía débiles.

—¡Bien! —Ruki es el primero en ceder, haciendo sonreír a Luna— Pero ni pienses que irás sola, absolutamente todos iremos contigo.

—Amores no se enojen —ella les habla con voz tierna, sabe que están enfurruñados o haciendo pucheros—. Mejor... ¿me dan un beso?

Y el enojo se bajó en menos de un segundo, sonrieron, en verdad su novia era increíble.

—¿Qué vamos a hacer contigo?

...........

—¿Chicos tienen lo que les encargué? —Luna pregunta bajito a sus dos cachorros. No quería que por ningún motivo sus novios la escucharan, pese a que estuviera en su habitación, temía.

—Sí, mamá, afortunadamente los tuvieron listos para hoy —Shiki responde feliz.

—Eres una impulsiva, ¿qué hubiera pasado si no los tenían hoy? Estarías frita, porque ya se te salió decirles que quieres ir a ver a tu familia y estas cosas —aprieta en su mano la bolsa del encargo— se hubieran quedado sin dueño, porque mañana salimos a México.

—Tranquilo, panquesito —Renjou se sonroja ante el apodo de su madre, nadie debía saber que amaba cuando ella le llamaba así—. Pareces estar más nervioso que yo. Mejor vengan y denme un abrazo.

El par de lobos no puede resistirse al llamado del ser que más aman en el mundo, entonces dejan las bolsas que llevaban y corren a la cama, para abrazar a Luna. Ella los llena de besos, ellos gustosos se dejan. Luego de unos minutos de mucha miel, ellos terminan poniendo su cabeza sobre la panza de Luna mientras ella acaricia sus cabellos, como siempre.

—¿Y son lindos? —logra preguntar.

—Tal como los soñaste, créenos. Tal cual nos los describiste, los hicieron —contesta Shiki.