Capítulo 44: Makau

734 65 51
                                    

«Si quieres despertar a toda la humanidad, primero despiértate a ti mismo. Si quieres eliminar el sufrimiento del mundo, entonces elimina todo lo que es oscuro en ti mismo. En verdad, el mayor don que tienes para ofrecer es tu propia transformación»

.

Luna

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Luna.

Voy caminando rumbo a mi habitación, en mis brazos llevo unos libros y en medio de esos libros va el libro de mis abuelos, le he puesto en medio para que nadie lo note si es que me llegan a ver.

Me detengo en una de las grandes ventanas, el atardecer es encantador, como todos los días pero bajo este atardecer, en el jardín, hay algo que me deja alucinando: Zero y mis dos mates.

Los tres conversan sobre temas que no alcanzo a escuchar y que tampoco quiero hacerlo, pero lo más importante es cómo lo miran. Miran a mi hermano como si fuese una criatura diminuta, frágil, como una flor en medio del vendaval. ¿Esa mirada es por lo que me contaron mis tíos? No lo sé, pero de cierto modo me pone feliz que lo miren así. Se ve que Zero ha logrado simpatizar mucho con Frankie, su ceño no está fruncido a comparación de cuando habla con Jacob, pero es porque se conocen de muchos años. Sea como sea, mi hermano se siente cómodo con los dos, Zero no deja que cualquiera lo vea reír, pero con esos dos parece importarle nada.

Entonces un foco en mí se enciende, una idea nace en mi cabeza. Una idea que me emociona y a la vez me asusta, ¿me estaré quedando loca?

Sacudo mi cabeza y les doy la última mirada para seguir mi camino por el pasillo hacia mi cuarto, debo leer mucho, ahora más después de la exótica idea que he tenido.

........

Mis ojos se abren lentamente, de inmediato siento un dolor en mi cuello y cómo no he de sentirlo si me quedé dormida recostada en mi escritorio. Me avergüenzo cuando veo el desastre de papeles donde he apuntado cosas importantes y los libros regados, pero más vergüenza me da que el libro sobre el que me dormí esté cubierto de saliva.

Me acomodo en la silla y empiezo a estirarme, mis huesos truenan con fuerza. Me sorprendo cuando veo la luna menguante en el cielo nocturno cubierto de luceros, creí que si desperté fue por ser de mañana, pero creo que no han de ser más de las 4 de la madrugada.

Casi brinco del susto cuando me volteo y veo a Renjou y Shiki en su forma lobuna sobre mi cama, se ven tan lindos. Me acerco a ellos y entonces veo una bandeja llena de comida y postres, sonrío al ver la nota gigante aclarándome que me los dejaron mis 12 vampiros, la nota dice: Para nuestra dulce novia, de parte de tus novios. Esfuérzate.

No dudo en comer un bocado de bizcocho de nuez, es tan rico, pero ahora quiero leche.

—Fue una mala idea comer a esta hora, ahora ya no podré dormir —me compadezco de mí misma. Solo suspiro y me tele transporto a la cocina, lo menos que quiero hacer es ruido y que todo el mundo se despierte, esta maldita mansión tiene eco y para rematar el maldito piso hace mucho ruido.

"Beast" ||Diabolik Lovers||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora