"Beast" ||Diabolik Lovers||

Capítulo 24: Style

«Y te juro que esto jamás me había ocurrido con nadie: tú has conseguido follarme el corazón...»

KOU

—Déjame seguirla —le dije a Ruki.

Él dudó, pero al final dijo:

—Síguela —la limosina paró, bajé rápidamente de esta para comenzar a caminar por la acera.

¿Qué sucede aquí?

Ruki tuvo la idea de poner a prueba a Misaki. Hoy saldríamos nosotros más temprano del colegio para que ella pensara que nos habíamos ido sin ella, así ella tendría que regresar sola. Lo que quiere probar Ruki, es si ella estando sin nosotros regresaría con los Sakamaki. Nos quedamos a unas cuadras del colegio para ver cuando saliera y así poder seguirla, que al final fue mi tarea.

Iba a unos metros de ella. Caminaba con tranquilidad, admiraba cada parte de las calles, parecía como si fuese la primera vez que estuviese allí. No comprendo, son las tres de la madrugada, las calles de Japón están desiertas, a excepción de unos cuantos carros que pasan llenos de borrachos o de estudiantes nocturnos, para cualquier chica humana sería lo más tenebroso que pudiera pasarle, es más hasta aceleraría el paso para poder llegar más rápido a su destino. Pero esta chica va más quitada de la pena que nada. ¿Qué no piensa en los peligros? Estúpida.

Llegó un momento en el que mis pies se movían solos, no ponía atención al camino, solo la seguía a ella. Sólo la miraba a ella. Veía como esos largos caireles azabache se movían al compás de sus pisadas, su trasero ni se diga, no lo negaré mi panorama era muy grato de ver. De vez en cuando podía ver su perfil. Joder, no me había dado cuenta de cuando ella se me estaba empezando a perecer bonita.

Unas calles después ella paró en seco, comenzó a mirar a todos lados. Hizo una especie de berrinche en la calle, se frotó las cienes en acción de frustración, ¿qué le pasa a esta loca?

—¡Estúpido, Ruki! —maldijo a mi hermano— ¿Por qué tenías que dejarme, idiota? Ahora estoy perdida. ¿Y sabes qué es lo peor? Que estoy sola, ni siquiera Dylan fue hoy a la escuela porque se sentía mal. Idiota, ¿cómo esperas que vuelva a casa? —al parecer estaba hablando con Ruki, pero a la vez sin Ruki. Demonios, iluminen a esta chica, está perdiendo la razón.

Pero después de yo también fijarme en las calles, me di cuenta de que efectivamente no íbamos en la dirección correcta, con la diferencia de que yo sí sabía cómo llegar a la mansión. Creo que es momento de que le diga que estoy con ella... no, mejor no, hay que hacer que sufra un poco más, sólo quiero pasar el rato.

Entró a uno de esos supermercados que están abiertos las 24 hrs. del día, esperé afuera, a los minutos salió con muchas bolsas de gomitas/gominolas, ¿no se cansa de comer tanto dulce? De su mochila sacó su celular junto de sus audífonos, estos los colocó en sus oídos y a los segundos puso play a una canción. Iba caminando por las calles comiendo dulces y escuchando música. En algún momento se le salió cantar la parte de la canción, al instante se dio cuenta y rápidamente se tapó la boca mirando a todos lados, ha, como si alguien la hubiera visto, por mi parte yo sonreí enternecido. Cuando comprobó que nadie había sido testigo de su escena, volvió a lo suyo.

Unas casa más adelante vio a unos niños. Esos niños se me figuraron a mis hermanos y a mí, cuando estábamos en las calles.

—Nenes, ¿qué hacen a estas horas por aquí? —les preguntó.

—¿No es obvio, vieja? Buscando un sitio donde dormir —le respondió uno de mala manera.

—¿Tienes dinero o comida?