"Beast" ||Diabolik Lovers||

Capítulo 53: Aa'in

ATENCIÓN: el capítulo podrá parecerles ridículo, pero es importante que lean la nota final donde aclaro ciertos puntos y que posiblemente les ayude a comprender lo que mi falta de talento no puede. Disfruten <3

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«Las alas las tienes tú. Me conformo con ser el viento...»

m  e  s  e  s     d  e  s  p u  é  s

«Estás haciéndolo genial, princesa»

Luna sonríe ante el cumplido del lindo árbol. Estaba en el lugar donde hacía dos meses había conocido a los árboles por primera vez. Al menos una vez al día se daba una escapada y venía a acompañarlos antes de que el sol saliera, para sentir el amanecer con ellos y los animales.

—Están exagerando —responde modesta.

Está sobre una rama alta de uno de los árboles, camina sin miedo, como si no supiera que está a 20 metros del suelo. Caminaba y cuando la rama se acababa, otra más la atrapaba en la caída, era lo que siempre hacia: jugar con los árboles. Aún no sabía si era ella quien los controlaba o eran ellos quienes se movían. Pero trataba de no darle tantas vueltas, ellos eran felices cuando ella paseaba por sus ramas y follaje despojándolos de la pesada nieve y ella era feliz caminando en las alturas.

«Hiciste de esos niños rogues la manada más poderosa de Japón en un mes, les has mostrado las mejores cosas de la vida en estos meses contigo, los has hecho felices»

«¡Sí, ya esos alfas arrogantes no podrán lastimarlos!»

—Fue gracias a ustedes, si no los hubieran guiado a mí ellos seguirían huyendo y pasando cosas atroces. Pensar que esos gatitos tajantes y miedosos, se convertirían en esos grandes guerreros y guerreras. Y muy dulces por cierto —ríe con ternura al recordar cómo les gusta que Luna les rasque la panza y cómo odian cuando les da un baño semanal en forma animal.

Al estar conviviendo por meses con los felinos, aprendió mucho de ellos. Le contaron que justamente el hecho de ser cambia formas felinos, fue la razón de que fueran rogues. Entre lobos, uno de cada cien nacimientos son felinos, más que verlo como algo especial lo ven como una maldición y una señal de mala suerte. Es por eso que a los felinos se les echa de la manada a su suerte.

Había desde el más rápido leopardo hasta la más ágil pantera, sus chicos eran impresionantes. La gran mayoría de los niños no pasaban del año, por lo que aún eran bastante pequeños tanto en forma felina como en forma humana. En forma humana se veían como niños de primaria y los más grandes como niños de secundaria. Toda su vida rodeada de lobos y llegar a pensar que estaría cuidando de cincuenta lindos felinos y que serían liderados por sus hijos.

Los niños adoraban a Renjou y a Shiki, el papel de hermanos mayores y líderes les quedaba excelente. Cuidaban de ellos y la vez les enseñaban, no sólo a ser unos excelentes guerreros en su forma animal, sino a ser unos grandiosos seres humanos, tarea en la que Luna también era participe la mayoría del tiempo. Muchas veces sus prometidos le habían dicho que los haría igual de benévolos que ella, así que también ellos intervenían y ponían de su cosecha para que también tuvieran cosas buenas de ellos que contrarrestaran con las cosas buenas de su futura esposa.

También estudiaban, en casa claro estaba. Todos sus prometidos ayudaban en eso, dado que era relativamente fácil enseñarle a niños de primaria a multiplicar y sacar raíz y a niños de secundaria ecuaciones. Luna no quería que ellos crecieran sin estudiar, aún no podían ir a la escuela, pero los harían.