Capitulo 17♥

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No sabía por donde empezar

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No sabía por donde empezar. Él me estaba diciendo, que se quedaría conmigo, sólo si le contaba porque me había puesto asi.
Ni mi terapeuta había logrado que me abriera tanto. Me paralice. Me quede muda y lo ví marchar. Cuándo la puerta se cerró, detras de él, caí de rodillas al piso, gritando de rabia.
¿Por qué me quedaba siempre sola? ¿por qué no sabia estar conmigo misma? Me preguntaba entre lágrimas mientras subia furiosa la escalera. Mi pie estaba mejor, pero aún dolia. Culpa del alcohol y las drogas nose cuándo tome mi último antinflamatorio. Y realmente el dolor es cada vez mas intenso. Puede que la marihuana me adormeciera los sentidos solo un poco.

La noche se me hace eterna.
Otra vez soñe con mis padres. Ese accidente, el olor de la sangre y como se escurria por mis dedos.
Mi madre jadeando y su vida que se apagaba mientras me miraba.
No podía dejar de gritar. Mi garganta ardía por el frió. El coche estaba volcado y presionaba su cuerpo, había un camino rojo de sangre sobre el hielo. Mi padre no se movía, estaba sobre la carretera a unos cuantos metros, llevaba horas quieto, lo llamaba, a ambos, una y otra vez, los veía, quería llegar a ellos, pero tampoco me podía mover, el miedo no me dejaba, el frio entumecia mi pequeño cuerpo.

Cierro los puños sobre la frazada, quiero pensar en cualquier otra cosa, pero mi cabeza se niega a ir a un lugar feliz. Solo puedo revivir ese día, una y otra vez.

Mamá ya no jadeaba, ya no me miraba, sus ojos estaban abiertos, pero no había vida en ellos. Papá seguia en el mismo lugar, por mas que lo llamaba, que le gritaba y pedía que ayude a mamá, el no respondía, seguía dandonos la espalda, su brazo estaba en un ángulo extraño, su pierna también.
Tenía frio, tenía hambre, tenía miedo, quizas estaba perdiendo la conciencia, no tenía noción del tiempo que pasaba, no sabía cuando despertar de esa pesadilla.

Dormí solo un poco, pero los horribles recuerdos del accidente me acosaban. Me levante, más cansada que otros días y decidida a cambiar mi vida.

Se que Fili no vendra. Tiene el recital de baile de su hija en el colegio. Yo tengo que recuperarme de este maldito esguince, porque mi recital de baile es en un mes.
Necesito sacar la furia que hay en mí, necesito canalizar de alguna forma el dolor. De alguna "otra" forma.

Desayuno, me baño y me encierro en un enorme salón que mamá planea convertir en mi lugar de entrenamiento.
Ya esta instalada la barra y un espejo de pared completa.
Tambien hay un atril y un gran mueble lleno de pinturas y pinceles.
En otro sector insonorizado, montó un pequeño escenario, mi piano y la guitarra estan bien ubicados.
En un costado las colchonetas y mi equipo de kendo.
También estan los aparatos de gym.
Cierro la casa herméticamente.
Bajo todas las persianas.
Pongo musica suave en el salón.
Me siento sobre el suelo en una colchoneta fina y comienzo a estirar.
Llevo mi ropa de baile. No puedo practicar con mi pie así, pero si puedo mantener mis músculos estirados y flexibles.

Recibo mensajes de Mamá, de Fili y también de las chicas. Su preocupación me abruma un poco.

Subo a cambiarme y les respondo uno por uno los mensajes. Intento que no se alteren demasiado. Sobre todo mamá. Me regaña por no responder antes y le miento, diciendo que tenía tareas que entregar.

No tengo mensajes de él, desde ayer no lo veo, y joder, si que duele, me agrada demasiado su compania, pero no estoy lista para hablar.
Ni siquiera sabría por donde empezar. Eso es lo más frustrante.

¿Por qué te lastimaste? ¿Por qué haces esas cosas?
Es lo que quiere que le diga. Y no tengo las malditas respuestas.
No puedo decirle que es mi vía de escape. Que me hace sentir mejor.
Va a pensar que estoy loca. Tal vez tenga razón. ¡Al diablo!

Me siento en la compu, reviso los mensajes de Sai y de Hanabi. Tareas y mas tareas, tengo tiempo y tengo que enfocarme en lo que sea para no caer en lo mismo de siempre.

¡Mierda!, venia llevandolo tan bien, pero esas pesadillas volvieron. Y otra vez la soledad. La angustia.
Tengo que encontrar la manera de estar bien.

Cae la noche nuevamente.
Espero poder dormir, me mantuve concentrada en diferentes tareas todo el día, como me dice el terapeuta. Asi lo hice, pero mí cansancio es fisico no mental.
Mi cabeza sigue trabajando aún en la cama.

Llevandome a lugares horribles.
Me levanto después de tres horas de intentar dormir.

—Necesito un té—mi voz suena grave, el silencio de la noche es interrumpido por mi propia risa. Lo que me faltaba. ¿Ahora hablo sola?.

Fili llega temprano, feliz, con las fotos de su niña en el móvil, es tan pequeña se ve preciosa con el tutú que le regale.

—Sino fuera por mi pie, habría estado en primera fila aplaudiendo— le digo con sinceridad. Me habría encantado asistir.

— Lo sé señorita Sakura.
¿Cómo se encuentra? ¿Su pie mejora?

—Bien Fili, pero no dormí nada. Estoy super cansada.— suspire, necesitaba una ducha después de desayunar.

Hinata llamó preocupada. Y me sorprendió mucho.

"Estoy bien. De verdad, no miento... ¡puedes venir a comprobarlo!" le respondí, ya exasperada.

Le pedi a Fili que no abra mi ventana y la razón es que tengo miedo de verlo. No sé como reaccionaría.
Sin cuestionarme, hizo lo que le pedi. Cuando terminó sus tareas se marcho y otra vez me quede sola.

Subí todos los trabajos que tenía y se los envie a Sai y Hana.

Leí, para ocupar la mente...

Hable con Tsunade y confirmó que estará aquí mañana...

Escuche música con mis auriculares, mientras pintaba, se que mamá querrá poner mis obras en agún marco. Pinto paisajes. Podria ser cualquier lugar de Rusia, lo miro con añoranza, quedó bello, al otro debo darle unos toques finales.

Doy vueltas, y al final termino cenando algo liviano, odió sentarme sola en la mesa. La cena, el almuerzo, cualquier cosa que involucre comida debe ser compartida. Por eso la mayoria de las veces que mamá viaja me salteo las comidas. Engaño el estómago con montones de chatarra.

Me acosté a ver una pelicula, "Bajo la misma estrella". Gaste un rollo de cocina llorando.
"¿Okey? Okey",  fue mala idea, debería haber visto "Alien, el octavo pasajero".

Estoy dando vueltas en la cama cuándo los suaves acordes de "Wish you were here" de Pink Floyd  me obligan a sentarme en la cama. Estoy inmóvil. Siento su voz. La reconosco, él... él esta cantando.

Mi corazón salta dentro de mi pecho, cómo si acabara de correr un triatlón.
Deslizo mis manos sobre las cortinas. se empiezan a abrir y ahí está mi vecino. ¡Tan jodidamente perfecto que podría ser un pecado!

Acaricia las cuerdas de una hermosa Guitarra Fender. Siempre quise una asi. Es perfecta y entre sus brazos se ve aún mas bella.

Las lágrimas se escurren por mi rostro. Cubro mi boca. Mis labios estan temblando, siento que pasa una eternidad hasta que nuestras miradas se cruzan.

La canta para mí... Creo que voy a morir de pie aca mismo en mi puto balcón zen.

Termina de tocar y se muerde el labio. ¡Mierda! Yo quiero ser quien muerda sus labios.

Necesito sentarme. Todo mi maldito cuerpo tiembla. Él me mira.
Y voy a abrir la caja de pandora, voy a dejar salir a mis demonios. Porque él es un jodido Ángel y estoy segura que irradia tanta luz que puede alejar de mi toda la oscuridad.

Entonces lo invito a venir. Su mirada se ilumina, sonrie de lado y sale corriendo se su habitación. Nunca estuve más segura de nada en mi vida. ¡Este es mi salto de fe! espero que él me atrape. 

 "La chica de al lado" - Libro 1- Sasusaku 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora