Mudarse no siempre resulta negativo, pero en mi caso es horrible. El nuevo complejo al que mamá me lleva tiene demasiada seguridad. Portarse mal será dificilísimo... ir y venir a mi antojo, con tantos controles. ¡Ni lo sueño! Sin embargo, pronto des...
Llegan mis padres al Hospital justo cuando Tsunade esta furiosa dando gritos.
— ¿Qué diablos pensabas?—reclamaba entre dientes—¡¡¡TE DIJE LO FRÁGIL QUE ELLA ES!!! ¡¡¡SIEMPRE HACIÉNDOSE LA DURA!!! ¡Y TODO SE LO GUARDA!— gritaba sin control.
Las enfermeras no se animaban a acercarse, la conocían bastante bien, al parecer. Mi hermano ni se inmutaba, y estoy mas que seguro, que su cabeza esta en otro lado,
Veo a mis padres cruzar la puerta desesperados, pero ante los gritos que la rubia le propinaba a mi hermano, cierta pelinegra se atravesó y se planto delante. Nunca había visto esa expresión en la cara de mi madre.
Me asustó, realmente, y mi padre, ese hombre que siempre fue merecedor de mi absoluto respeto, por un momento se refugio detrás mio.
...¿Cómo decirlo?, básicamente, Mikoto "tranquilizo" a Tsunade, y ahora están tomando café solas, las veo animadas, ya no se respira ese clima de tensión.
—Mamá si que da miedo... ¿No?— Digo mientras veo que mi padre empieza a relajarse, nos sentamos junto a Sasuke. Y apoyo mi mano en su hombro.
—¿Cómo estas hijo?—le pregunta papá.
— Hmp...— miro su perfil y desearía poder saber que piensa.
—No es tu culpa—Le digo, en un intento ridículo por hacerlo sentir mejor.
— Karin me escribió toda la semana y en vez de decirle que no me busque mas, yo sólo la ignore, debí ponerle un freno.— se lamenta.
—Fue un error. Pero...— dice papá.
— ¿¡PERO QUÉ!?—grita frustrado, ni mi padre ni yo sabemos que decirle, se levanta y camina por el pasillo, va y viene como león enjaulado, se frota la cien, y respira agitado.
Me pongo de pie y camino hacia él, lo abrazo tan fuerte como me es posible.
—Por Kami ¿Cuándo te volviste más grande que yo?—le digo sonriendo. Sus ojos me devuelven una mirada apagada.
—Me siento cómo la mierda.—Dice conteniendo las lágrimas y con su voz entre cortada— Soy peor que Sora— murmura entre dientes. Y pierdo los estribos.
— ¡¡¡¡NO TE ATREVAS A COMPARARTE CON ESE CRETINO!!!! — Le grito mientras lo sacudo por los hombros.
Mi padre hace el intento de acercarse pero le pido que no lo haga moviendo mi cabeza en forma de negación. También mi madre y la de Sakura se acercan a nosotros al ver el alboroto.
Mi hermano finalmente se quiebra y lo mantengo abrazado, tratando de que se calme. Mikoto se acerca y lo abraza él se gira y busca refugio en los brazos de mamá. No sé que es lo que ella le dice, pero parece calmarlo.
Tsunade pasa junto a mi y lo toma de la mano, indicándole que la siga. Se pierden a la vuelta del pasillo. Miro a mamá preocupado, ya que la madre de Sakura le grito de todo menos bonito a mi pobre hermano, y no me siento cómodo dejándola ir con él, pero Mikoto se sienta junto a papá, muy tranquila y palmea la silla junto a ella, invitándome a unirme.
Dejo que todo fluya. Y me siento junto a mis padres a esperar noticias de la pelirosa.
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—Lo siento, estalle, se que no es culpa tuya Sasuke, años de terapia claramente me lo han mostrado. Es solo que...— la madre de Saku se mostraba demasiado preocupada.
—Yo le prometí cuidarla y fallé— espete cabizabajo.
— Me preocupan más las cuestiones legales— me dice desanimada.
—¿A qué se refiere?— ni siquiera me esfuerzo por disimular la curiosidad.
—Esto empezó cuándo adopte legalmente a Sakura. Cómo sabes yo soy su madrina. Pero ella tiene también un padrino— veo que aprieta sus puños y respira hondo.
—¿Y cuál es el problema?—le digo, claramente sin entenderla.
—Jiraiya quería que Saku se quede en Rusia. Hizo todo lo que pudo para lograrlo. Pero la niña tenia poder de decisión y la corte se inclinó por lo que ella quiso. En ese momento jugué la carta madre—la miro confuso... y ella procede a explicarme— Use a Mebuki, la madre de Saku. Siempre dijo que me eligio como madrina porque ella quería que yo cuide de su hija si alguna vez no podía. Así que le mostré a Saku todas las cartas que conserve de su madre. Y muchos recuerdos de la infancia. Mebuki pasó muchos años en Japón conmigo durante la juventud. Creo que fue una estrategia de manipulación necesaria— dice frotando su rostro.
—¿Y qué con eso?— no estoy entendiendo porque me dice estas cosas. Y empiezo a irritarme.
— Sakura es mi responsabilidad, y no hice las cosas bien, es la segunda vez que termina en el hospital. Hace años que va a terapia. Hasta sus 21 años...No lo entiendes. SI SU PADRINO ME DEMANDA Y PIDE SU CUSTODIA...— me pongo pálido y de pronto todo lo que dice Tsunade tiene sentido.
—Podría llevársela a Rusia—digo casi en un susurro.
— ¿Tú que crees que haría justo ahora?— me dice con una irónica sonrisa en su rostro.
Si lo pienso apenas, veo cual es su punto. La herí y esta es la oportunidad de escapar, en la cabeza de una adolescente.
—MALDICIÓN— Grito y golpeo la pared donde estoy apoyado— ¿Ella mantiene contacto con su padrino?— Preguntó nervioso.
— Si, poco, siempre se mantuvo en contacto, pero él es de la KGB, y cómo agente especial siempre esta en misión. Eso ayudo a los jueces a fallar en mi favor. Yo era claramente la mejor opción para criar a la niña.
— ¿Él podría intentar llevársela?—le preguntó y ella sólo asiente con la cabeza.