Mudarse no siempre resulta negativo, pero en mi caso es horrible. El nuevo complejo al que mamá me lleva tiene demasiada seguridad. Portarse mal será dificilísimo... ir y venir a mi antojo, con tantos controles. ¡Ni lo sueño! Sin embargo, pronto des...
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—Está bien, este en un barrio muy seguro, pero... ¿¡dejar sin llave la entrada!?— Me reclamaba el sexy vecino parado en la entrada de mi habitación.
—Tu casa y mi casa son las únicas que estan ocupadas en la zona B, no creo que nadie además de mi sensual vecino pueda entrar.
Sasuke se sonrío. También se puso de un adorable color rojo. Entro a la habitación y salió al balcón para saludarme.
—¿Sensual vecino?...Bonita habitación— ironizó un poco mientras daba una mirada por el lugar. Saturado de colores.
—¿Te estas burlando? ¡Señor azul, gris, blanco y negro!
Soltó una carcajada—¿¡y ese apodo!?
—Tu habitación—murmure señalandole hacia el balcón de su casa.
—Se ve igual de bien desde aca— Dijo Sasuke apoyado en el borde del balcón.
—¿¡Igual de bien!?—alce mi ceja fingiendo sorpresa. Sabia perfectamente que me podía ver. No tendría sentido pasearme semi desnuda por nada.
— Emmm... si... desde mi cuarto también puedo ver para este lado.— Dijo tratando de disimular la incomodidad que sentia.
—¡Asi que me has visto...?—
Insistía para ver que tanto decia Sasuke. Sabiendo que él me veía cuando me desnudaba para entrar a la ducha o cuando salía envuelta en la toalla y la dejaba caer para vestirme lenta y sensualmente. Preguntándome si esa noche mi vecino se tocaría pensando en mí.
Sasuke tomó aire y trago grueso, no se iba a dejar intimidar por mi, pude notar un brillo de picardía en sus hermosos ojos negros. —Todo lo que vi me gustó. No tenés porque preocuparte.
Sonrreí satisfecha. A él le gustaba jugar con fuego tanto como a mí. Puesto que él tambien se paseaba semi desnudo por la habitación. Y sabía que lo hacía para provocarme. ¿podíamos ser tan compatibles?
—Y desde aca ¿qué tanto se ve?— Pregunto él para ver que decia yo.
Pero cuándo me miró, esperando que le contestara, me eche aire con las manos en el rostro de manera exajerada, y luego le dije:
—¡Desde aca se ve todo muy grande!— Y pase descaradamente la lengua por mis labios luego lo mordí y solte un suspiro. Acompañado de un gemido sensual.
Sasuke se quedó helado, se sonreia pero no podia articular palabra.
Lo habia dejado mudo. Me gustaba mostrarme atrevida sin que se lo esperara, tenia absoluto control de todo. Y eso me encantaba.
—Quiero un té— le dije riendo.
Él salió de su trance. Y me dijo que iría a prepararlo, pero le dije que podia ir sola.
