Mudarse no siempre resulta negativo, pero en mi caso es horrible. El nuevo complejo al que mamá me lleva tiene demasiada seguridad. Portarse mal será dificilísimo... ir y venir a mi antojo, con tantos controles. ¡Ni lo sueño! Sin embargo, pronto des...
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Puse mi pierna entre las suyas y aprete suave, ella soltó un gemido encantador. Era ardiente...
— ¿Cómo esta tu pie? No quiero hacerte daño—murmure con mi boca casi pegada a la curva de su cuello.
—Bien... los antinflamatorios estan haciendo un buen trabajo, pero necesito tu ayuda para sacarme esto—Me respondió mientas tocaba la cintura de su pantalón.
—Bien, yo me hago cargo de eso— Le dije mientras me arrodillaba en la cama sobre ella. Empece a bajar lento su ropa, Su piel es tan sedosa. Sólo pienso en meterme dentro de ella quiero sentirla gemir como lo hacia el otro día. Quiero que se divierta conmigo tanto como con su amiga. ¡Hay por kami!, pensar en ellas juntas hace que sienta que acabo antes de empezar, tengo que controlarme.
Empece lento, a sacar su pantalón, con sumo cuidado lo retire de su pierna lesionada, ella seguía recostada, semisentada, mirandome llena de lujuria. Se quitó la remera y quedó en ropa interior, la he visto incontables veces desnuda, pero nada se compara a tenerla asi.
Ahora, me acerco para besarla de nuevo, su respiración es tan calmada mientras que yo siento que mi corazón se sale del pecho y ella lo sabe. Juega conmigo.
—Sasuke... crees que podrías desnudarte, me siento rara siendo yo la unica que esta desvestida.
Me rio, no puedo creer mi suerte. Esta niña es un demonio en el cuerpo de un Ángel. ¡Un sensual y precioso Ángel!
Estira su brazo, abre el cajón y saca preservativos, siento que tenia todo preparado para este momento, siento que caí en su red, pero estoy feliz de haberlo hecho.
—Bueno nena—le digo tratando de sonar tranquilo.—¿¡Qué quieres que me quite primero!?
Esto le va a gustar, se que le gusta jugar. Se muerde el labio, lo esta disfrutando. Sigo de rodillas en la cama, acarició con mis dedos su pierna.
—Empieza por la remera, quiero que te la saques lento y seas muy sexy.
—Bien— le dare lo que me pide, hoy estoy dispuesto a servirle, pero cuando su pie mejore, ella será la que me atienda, definitivamente quiero estar a su merced.
Empiezó a sacarme la remera y sus suspiros son encantadores. Me sorprende su mano suave recorriendo mi estómago.
—Despues de tener sexo deberiamos jugar ajedrez ya encontre un tablero— Me dice y se empieza a reir.
Ella me sorprende. Es tan graciosa, inteligente, Naruto tenia razón, es especial. ¡Hay por Kami!, no puedo pensar en el dobe ahora. Vuelvo a enfocarme en ella. Tiene su mano sobre la hebilla de mi cinturón, juega, empieza a desprenderlo, jadeo... sus dedos pasan sobre mi entrepierna. Se saborea como si deseara probarme. Y yo me muero porque me pruebe...
Se sienta frente a mi... desprende mi pantalón y lo empieza a bajar. Se detiene en mi trasero y me lo aprieta fuerte. No puedo evitar gemir. Y ella sonrrie satisfecha. Me paro junto a la cama y dejo caer el pantalón, me acerco a ella y me toma de la cintura, acerca mi entrepierna a su cara, pasa la lengua por el elástico del boxer. Empieza a bajarmelo y cuando libera mi erección se lo mete entero en la boca.
¡No me dio tiempo a nada!
Solte un gemido intenso, enrrede mis dedos en su pelo. Su lengua juega con mi pene. Se lo mete tan adentro que siento que no voy a durar mucho. No tengo dudas de que sabe muy bien lo que hace. Y en parte siento rabia, ¿quienes más habrán disfrutado de esta diosa? No tengo que pensar eso ahora. Me enfoco en disfrutar y si que lo hago. La pelicula sigue corriendo, ninguno de los dos esta prestando atención a eso.
—Saku detente...me voy... ya casi llego— Intente pararla pero no me dejo. Apreto fuerte mis nalgas y me hizo terminar en su boca. ¡Ay por kami!, ni una profesional lo hace con tanto estilo. Estoy sorprendido.
— ¡Mi turno! Grita euforica. Se relame... como una gatita en celo. Desabrocha su brassier y deja ver una hermosa argolla en el pesón derecho. No me habia percatado de eso, es salvaje. Se empieza a bajar las bragas y al llegar a su pie esguinzado me mira. Enseguida vuelvo a tener mis sentidos alerta. Me acerco y le saco las pantys. Beso suave su pie... sigo por su pierna. Hasta los muslos. Ella se abre para mi como una flor en primavera y ¡¡¡QUÉ CARAJO!!! ¿¡Tiene un piercing en el clitoris!? ¡¡¡eso debio doler!!! ....me muero por lamerlo.
—Demonio disfrazado de Ángel...— Le susurro mientras beso la cara interna de sus muslos. Me acerco a su intimidad. Y huele a deseo, está mojada, brillante. Esperando que la bese. Y sin perder tiempo paso mi lengua por toda su abertura, me tomó mi tiempo para savorearla. Es esquisita.. simplemente perfecta. Juego con su piercing y ella gime de placer, me encanta que sea tan atrevida. Quiero conocer todo de ella. Meto y saco mi lengua una y otra vez... cada vez gime y se arquea más, lo esta disfrutando tanto como yo. Estoy seguro. Acerco un dedo y lo paso suave por su entrada, lo meto despacio, lo más profundo que puedo, luego otro, entran y salen acompañados de sus gemidos. Cuándo siento que me aprieta y se retuerce, se que esta lista acelero mis movimientos con la lengua y los dedos. Y ella termina en mi boca. Que placer. Pero aún no estoy listo y ella tampoco, subo por su estómago, me detengo en sus pechos. Ese aro le queda precioso, meto mi lengua y jalo suavemente. Su pezón se estira y ella gime nuevamente, me acerco a su cuello. Deseo marcarla, quiero dejarle un beso que dure varios días, pero me contengo. Su aroma a cereza le hace honor al nombre.
—Sasuke... te deseo— Susurra en mi oído y me estremesco, besa mi cuello y siento el dolor, ¿¡me acaba de marcar ella primero!? Levanto la ceja y la miró , me sonrie coqueta
—Mio...—me dice y se mueve debajo provocandome. El placer me invade. Y sus deseos son ordenes. Estoy muy exitado. Me acomodo sobre ella. Aún soy conciente. Y tengo recaudos sobre su pierna lesionada, apoyo mi peso sobre su otra pierna. Me acomodo en su entrada... No me puse preservativo aún. Es que quiero sentira un poco antes de hacerlo. Me voy metiendo y es tan caliente. Se siente tan bien, me muevo lento, pero llego hasta el fondo esta tan apretada y sus gemidos son placenteros. Reúno todo el autocontrol que tengo y salgo de su calido interior, ella me mira indignada.
—Lo siento preciosa—Tomo un preservativo de la mesa de luz, lo abro, y me lo pongo— Ahora estoy listo— Ella me sonrie, mi mundo se eclipsa, la beso y vuelvo a hundirme en su interior... Nos movemos en sincronia. Clava sus uñas en mi espalda. Estoy seguro que me deja otra marca. La penetro con fuerza. Y grita de placer. Me pide más, me pide que no pare, estoy aguantando todo lo que puedo pero no doy más voy a explotar de placer en cualquier momento. Ella se arquea. Su respiración es entrecortada. Sus espasmos me dicen que llego y entonces me siento libre yo también. Terminamos agotados.
Me mira y dice: —¡Nos perdimos la tres y parte de la cuatro!.
Empezamos a reir como dos idiotas, esta niña me enloquece. La vuelvo a besar, me recuesto a su lado.
— ¿Saku.. me puedo quedar?— Le pregunto...
—Me molestaria mucho si te fueras...—me responde y se acurruca en mi pecho. Es un alivio, no quería levantarme, vestirme y regresara casa.
Se relaja y se duerme en pocos minutos. Recorro la línea de su nariz, hay pequeñas pecas repartidas sobre ella y sus mejillas. Delineo sus labios aun rojos e hinchados por mis besos.
—Hermosa... — susurro antes de besar su frente y dormir.
