Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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"𝔉𝔦𝔯𝔰𝔱 𝔡𝔞𝔶 𝔬𝔣 𝔰𝔠𝔥𝔬𝔬𝔩"
Omnisciente
El primer día de escuela siempre era algo abrumador. Sabrina tenía suerte de contar con amigos que ayudaban a sobrellevar el tener que soportar al Sr. Phillips, sin embargo no tenía a nadie que la ayudara a soportar a su odiosa madrastra; Sabrina se puso su característico vestido rojo, sus medias, sus botas negras que, como siempre, estaban perfectamente lustradas, se puso su delantal y después su lazo del mismo color de su vestido, tomó sus libros, pizarra y gises y después, bajo a desayunar. Lamentablemente, Sabrina noto desde las escaleras que en el comedor solo se encontraba su madrastra.
—Bueno días —saludó Sabrina fríamente mientras entraba al comedor y se sentaba en su silla
—Bueno días —saludó la mujer fríamente—. ¿Sabes? Deberías de tratar usar otro color de vestido, es horrendo —dijo refiriéndose al rojo de su vestido
—¿Sabes? No recuerdo haber pedido tu opinión. Y tus comentarios insignificantes me entran por un oído y me salen por el otro —dijo mientras mordía su tostada con mermelada
—Mira mocosa... —empezó Grace pero se interrumpió al oír los pasos de Derek
—Bueno días —contestó el hombre mientras entraba al comedor y tomaba su asiento—. George y Claire ya vienen —comentó mientras empezaba a comer—. ¿Los vas a acompañar Brina? —le pregunto a su hija
—No creo —contestó—. El primer día siempre les gusta llegar lo más rápido posible para poder ganar sus lugares al lado de Minnie May y Dylan y yo normalmente me encuentro con Charlie en el camino y como quieren llegar lo más pronto posible no me dejan hablar con el —explico la chica
—Yo creo que deberías acompañar a tus hermanos —dijo Grace—, después de todo eres la mayor ¿no?
—Si, soy la mayor —dijo Sabrina—. Y amo a mis hermanos y siempre van a contar conmigo, pero yo no soy su madre ni su padre para tener que cuidarlos todo el día— dijo mientras se levantaba-. Así que si tanto te importa, ocúpate tu —dijo mientras se dirigía a la cocina ignorando el pequeño llamado de atención de parte de su padre—. Hola Meredith —saludó a la mujer que cocinaba para la familia la cual le dedicó una sonrisa
—Hola Brina —saludó la mujer—. Ten —dijo mientras le extendía la canasta a la chica de los rizos—. Te puse tartas de fresa y frambuesa, se que son tus favoritas —le dijo con una sonrisa
—No era necesario que me prepararas todo Meredith, pero gracias —le dijo con una sonrisa
