Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
Sabrina estaba con su padre y Meredith en el tren que los llevaría a Charlottetown. Se estaban preparando para la partida de la chica.
—Necesitas botas, medias, ¿y que más?
—Papá... tú sabes lo que falta
—Cierto, recoger el vestido de tu hermana
—¡Derek! —le dijo Meredith
—¿Que? —les dijo
—Corsés —dijeron las dos a la vez
—Eso es lo que me hace falta, corsés —dijo Sabrina con una sonrisa
—Shhhh... —las calló—. Déjenme seguir pensando que Sabrina todavía no ha crecido —las dos mujeres se vieron con una sonrisa divertida
—También necesitamos ir con Jeannie por sombreros, blusas y faldas y ahí también compraremos el corsé —dijo lo último viendo a Derek
Sabrina río por el comentario de Meredith
—Confieso que espero que los corsés pasen de moda el próximo año, el audaz 1900. Son muy incómodos —se quejó la de rojo
—¿Como opinas eso si nunca usaste uno? —le pregunto Meredith
Sabrina abrió los ojos
—Confió en mi imaginación —dijo la de rojo—. No puedo creer todo lo que se viene, la mudanza, la universidad. Lo desconocido. Aunque, odio irme de casa
Siguieron conversando. Todavía les faltaba un par de horas para llegar, cuando Meredith sacó una manzana de la canasta en la que llevaba comida
—¿Quieren? —les pregunto. Derek aceptó la manzana pero Sabrina lo dudo—. No te preocupes Brina, se que solo te gustan las manzanas del huerto de Gilbert, si no fueran de ahí, no te ofrecería —le dijo divertida
Sabrina sonrió y tomó la manzana. Jugó con ella durante unos segundos, y después la mordió
(...)
Gilbert llegó a la casa de Sabrina. Tocó la puerta que daba a la cocina
—¡Hola! —dijo mientras volvía a tocar. Al no recibir respuesta, decidió entrar—. ¿Hola? —cerró la puerta—. ¿Hola? —repitió
