Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝔊𝔯𝔞𝔠𝔢
Omnisciente
Sabrina se encontraba en la escuela con el resto de sus amigos y compañeros, en ese momento, estar en la escuela, era como un escape para Sabrina, ya que ese día, su papá se había ido a un viaje de negocios en Charlottetown, y no volvería hasta dentro de una semana. Eso significaba, que la chica estaba sola con Grace y sus hermanos, ya que Meredith también había tenido que ir a Charlottetown para cuidar a su madre, a la cual le había dado fiebre. Todos estaban escribiendo sus artículos para el periódico o se encontraban trabajando con la imprenta. Sabrina estaba sentada, escribiendo su artículo y Gilbert estaba a su lado, leyendo algunos de los artículos de sus compañeros. En el salón, reinaba la paz, y no exactamente porque estuviera en silencio, sino porque todos estaban conviviendo en paz y armonía. Eso, por lo menos, hasta que escucharon un grito.
—¡SABRINA! —se escuchó desde afuera del salón. Todos los presentes voltearon hacia la puerta.
El grito se escuchó tan fuerte que todos los presentes dejaron de hacer lo que estaban haciendo. Sabrina se levantó rápidamente de su lugar y dirigió su mirada a la puerta, y Gilbert la imitó; después de unos segundos, Grace entró por la puerta. Se dirigió hacia la chica de rojo y la tomó fuertemente del brazo, atrayéndola hacia ella
—Haber mocosa —le dijo Grace sin preocuparse de que todos los presentes la estaban escuchando—. ¡Te dije que tenías que llegar temprano!
—Pero... —intentó explicar la chica pero fue interrumpida por Grace
—¡Pero nada! —le dijo—. ¡No es mi culpa que tu papá le haya dado unos días libres a Meredith! Tus hermanos no han comido nada ¡por tu culpa!
Sabrina se soltó bruscamente del agarre de la mujer
—¡Pues no es mi culpa que seas una inutil mantenida que no sepa hacer nada! —le dijo la chica
Ambas gritaban lo que hacía que los presentes se sintieran bastante incómodos. Sin embargo, esa incomodidad, pronto desapareció cuando pasó lo siguiente:
Grace le dio una cachetada a Sabrina, que provocó que la de rojo cayera al suelo. Todos ahogaron un grito. Gilbert se iba a acercar para ayudar a la chica, pero antes de que diera un paso, Grace se acercó a Sabrina, la tomó fuertemente del brazo y la levantó
—Ahora, escúchame muy bien —le dijo—. Cuando yo salga por esa puerta, vas a tener 30 minutos para llegar a la casa. Si no llegas a tiempo, vas a desear nunca haber nacido, ¿entendiste? —Grace soltó bruscamente a la chica que perdió el equilibrio y volvió a caer al suelo
Grace se dirigió hacia la puerta y salió por esta dando un portazo. Rápidamente, Gilbert se acercó a la chica que se tocaba la mejilla adolorida, la levantó y en cuanto lo hizo, la chica caminó rápidamente hacia la puerta
