Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
Sabrina, Anne y Diana salieron de la escuela mientras reían. Sabrina ya estaba mejor, las marcas en su rostro seguían ahí, pero pronto se irían.
—Ustedes dos tienen suerte. Montan como niño —les dijo Diana cuando Anne se dirigió a Belle—. Odio tener que ir de lado
—Hasta mañana, Diana —le dijo Moody
—Lindo caballo —le dijo Charlie a Anne
Anne volteó a ver a Diana y a Sabrina. La chica de rojo vio a su amigo y negó lentamente
—Adiós, ricitos —se despidió Charlie
—Adiós —le contestó a su amigo
Después este se fue con Moody
—Si quieres hacerlo, hazlo —le dijo Anne a Diana
—Es tu vida, ¿no? —le dijo Sabrina
(...)
Las tres niñas iban arriba del caballo. Diana iba hasta enfrente, después Sabrina y atrás de la chica, Anne
—No lo se —les dijo Diana a sus dos amigas—. No es correcto. Se me ven las rodillas
—Solo estamos nosotras y la madre naturaleza —contestó Anne
—Ella nunca te juzgaría —le dijo Sabrina
Después la pelirroja y la chica de rizos, se subieron la falda hasta arriba de las rodillas
—Listo. Solidaridad —dijo Sabrina
—Repasemos todo —dijo Diana—. ¿Que digo si me preguntan porque Anne vino en caballo?
—Fuimos temprano para terminar algo —dijo Brina
—Por eso me dejaron tomar el caballo. ¿Como es que ya lo olvidaste? —le dijo Anne
—No quiero meterme en problemas, es todo —dijo la de azul—. Discúlpenme por no mentir tan bien como ustedes
—Si así hacemos lo que nos importa, vale la pena —dijo Sabrina
—¿No crees? —le preguntó Anne a Diana
—Supongo —contestó la chica—. Si
—Debo ver qué hacer con la señora Lynde —dijo Anne
—Buena suerte con eso —le dijo Sabrina
(...)
Ese día por la tarde, Anne fue a buscar a Sabrina para que la acompañara a Halifax. Después de que ambas chicas le rogaran de rodillas al padre de la chica, este le dio permiso. Pronto estaban en el tren junto a Bash y Gilbert. Anne y Sabrina estaban sentadas una al lado de la otra. Los cuatro iban en completo silencio. Y no era para menos, ya que Bash iría a hablar con el ministro y con los amigos de Mary acerca del funeral de la mujer.
