Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
Sabrina estaba nerviosa. Hoy le diría a Gilbert que, si él quería, podían oficializar. Se puso un vestido rojo. Su cabello rubio oscuro estaba suelto y esta vez no había ningún accesorio en el. Se puso sus dos brazaletes y el collar que compartía con sus dos amigas, el cual escondió debajo de su vestido. Se miro en el espejo, suspiro y se puso su sombrero. Después de dirigió a su cómoda con su collar de perlas en manos, ya que ahí tenía una foto de su madre.
—Deséame suerte, mami —dijo Sabrina viendo la foto de la mujer. Beso la pequeña placa con las iniciales de su madre que su collar tenía y después se lo puso.
Salió de su habitación y bajo las escaleras
—Tu nombre significa princesa y te ves como toda una princesa —la alago su papá haciendo sonreír a la chica. La familia subió al carruaje junto a Meredith. James lo conducido hasta el lugar. Cuando llegaron, Sabrina y sus hermanos fueron los primeros en bajar. Los tres hermanos estaban muy emocionados. Sabrina tomó a los mellizos de las manos, y después de despedirse de James y Meredith, que se verían ahí con sus respectivas familias, la familia se adentró a la feria
—Damas y caballeros, bienvenidos a la Feria de la Isla. Pasen por aquí. Por aquí, señorita —gritaba un hombre
—Que emocionante —dijo Sabrina viendo el globo aerostático
—Es una trampa mortal —dijo la Sra. Cuthbert que, junto a su familia, acababa de llegar
Anne y Sabrina se saludaron emocionadas.
—Representar a nuestra Avonlea frente a... —decía Anne emocionada mientras dejaba su pastel en el lugar en el que sería la competencia—. Normalmente, temblaría de solo pensarlo, pero con la receta de Mary, se que me distinguiré.
—Ya lo creo —la apoyo Sabrina con una sonrisa
—Debo admitir que me sorprende que hayas hecho un pastel tan sensato —dijo Marilla—. No es tu estilo
Anne le mostró dos frascos, en los cuales traía cosas para decorarlo. La chica empezó a decorarlo
—¡Listo! —dijo después de un rato—. Es un festín para los ojos y para el paladar. Y tengo el número 16
—Es buen augurio —le dijo Marilla
—Toma. Para lo que te guste —le dijo Matthew a Anne extendiéndole algunas monedas
