Sabrina es una chica de familia de clase alta, pero como suelen decir: "el dinero no compra la felicidad". Sabrina perdió a su madre que era al mismo tiempo, su mejor amiga. Y conforme pasa el tiempo el dolor por la pérdida de su madre, no desaparec...
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Omnisciente
A la mañana siguiente, Sabrina se encargó de que las mangas de su vestido cubrieran los vendajes; cuando fue hora, todos los estudiantes se fueron a sentar a sus lugares, Sabrina se sentó con Jane y vio como Anne se iba al lado de Diana cuando el Sr. Phillips tomó sus cosas y las puso enfrente de la pelirroja
—No debes fraternizar ni ejercer influencia indebida —le dijo el profesor a Anne—. Ruby, cambia de lugar con Anne.
Todos ahogaron gritos y exclamaciones de sorpresa. Antes de que Anne se sentara en su lugar, Sabrina le dedicó una sonrisa triste. Al la hora del descanso, Anne, Sabrina y Diana entraron a la bodega, se sentaron y las tres se tomaron de las manos
—¿Tu madre nunca cederá? —le pregunto Anne a Diana
—Llore y llore, y le asegure que no fue tu culpa —dijo Diana—. No sirvió de nada
—¿Y tú Sabrina? —le pregunto Anne
—Mi madrastra se lo tomó muy mal —dijo—, pero nunca la obedezco, solo a mi papá. Afortunadamente, entendió todo.
—Entonces este adiós es para siempre; quiero evitarte problemas con tu madrastra, Sabrina. Así que será un adiós para las dos —agregó al ver como la chica de rizos iba a replicar—. Las tres debemos hablar el idioma más penoso que se nos ocurra.
—¿Con usted y vosotros? —pregunto Diana
—Así nunca olvidaremos este momento tan penoso
Las tres entrelazaron sus meñiques
—Diana, Sabrina...¿prometen fielmente nunca olvidar a la amiga de su juventud?
—Nunca tendré a otra amiga del alma que no sean vosotras —les dijo Diana—. No quiero. Nunca querré a nadie como a ustedes
—Esperen ¿me aman? —les pregunto Anne
—Claro que si —dijo Diana
—¿Acaso no lo sabes? —le pregunto Sabrina
—Pensé que les agradaba, desde luego, pero nunca espere que me quisieran.
—Te queremos con devoción Anne —le dijo Sabrina
—Entonces siempre os querré —les dijo Anne—. En los años por venir, vuestro recuerdo brillara como una estrella sobre mi solitaria vida. Ofrezcámonos mechones de nuestro cabello... —dijo mientras sacaba unas tijeras de su delantal—...para atesorarlos eternamente
Anne se cortó dos pequeños mechones de su cabello, después hizo lo mismo con el de Sabrina y finalmente con el de Diana
—Os ofrezco este símbolo de mi amor duradero —dijo Anne
