Capítulo 3

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Daniela

Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, mi cuerpo caliente, mis piernas inquietas, mis manos ya no se limitaban a tirar de la pequeña chica frente a mí contra la erección entre mis piernas. ¿Estaba olvidando quién era la que estaba frente a mí? No. Era Poché, mi dulce hermana. ¿Por qué me estaba dejando hacer eso? Por un momento tuve la impresión de que lo estaba disfrutando. Era obvio que Poché sentía que estaba excitada y que esos besos en su cuello no eran nada inocentes. Pero se estaba dejando. Estaba dejándome moverme inquieta contra su cuerpo.

No quería pasarme los límites, pero eso estaba empezando a ser imposible. Estaba deseando a mi propia hermana y no era desde ahora. Poché siempre ha sido hermosa y siempre la admiré desde que éramos niñas. Fue ella con quien descubrí las sensaciones más maravillosas. Tal vez por eso la deseaba ahora. Sentía la necesidad de tocarla, estar cerca, de protegerla sin importar que yo fuera la menor. Sentía unos celos inusuales al ver a algún idiota tocándola, yo quería tocarla, solo yo podía tocarla. Quería demostrar que podía ser mejor que todos esos tipos que andaban tras ella. No podía pensar si eso estaba mal o no, estaba cegada por el deseo que estaba sintiendo por Poché.

-Daniela... - Escuché a Poché llamarme, casi en un gemido y presioné aún más mi polla contra su trasero. Podía jurar que la sentía empujar su trasero contra mí. Mi polla estaba casi saliendo de mis bóxers de tan dura que estaba. El solo hecho de saber que mi pequeña hermana estaba disfrutando de eso, hacía que mi polla palpitara. Comencé a frotarme detrás de ella respirando fuertemente contra su cuello. Miré la cara de Poché rápidamente y la vi con los ojos cerrados y con la boca entreabierta. Por Dios, quería tocarla. Ella también parecía estar excitada. ¿Qué tan loco era eso? Estabamos yendo demasiado lejos.

Poché sostuvo mi mano contra su vientre y comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo. ¿Realmente se estaba frotando contra mí? Eso era una locura. La agarré con fuerza y comencé a moverme también, frotando mi polla contra ella por encima de la ropa. Las dos estabamos jadeantes y yo ya estaba empezando a sudar. Estaba loca por más.

-Daniela... - Poché se apartó de mí haciéndome maldecir a todos los cielos. Se sentó en la cama todavía jadeando. Me levanté tomando una almohada para cubrir mi erección, me senté a su lado y la miré. Poché estaba con los ojos muy abiertos. Parecía estar sintiéndose culpable y ahora me sentía mal por inducirla a hacer eso.

-¿Estás bien? - pregunté temerosa y Poché asintió rápidamente.

-Será mejor que durmamos. Tenemos que levantarnos temprano mañana - Poché dijo y yo asentí levantándome de la cama con la almohada aferrada a mi cuerpo.

-Voy a mi habitación, entonces...

-Duerme aquí conmigo,Dani... - Poché me pidió y respiré pesadamente. Estaba vergonzosamente dura, necesitaba esperar a que mi erección bajara, porque si me acercaba a Poché de nuevo eso no pasaría.

-Voy a... sí... voy a tomar un baño y luego vendré a acostarme contigo - dije y Poché se echó a reír, miró la almohada y asintió. Giré los ojos, fui al baño y me metí bajo la ducha. Me masturbé tan fuerte que mi polla llegó a doler. Este deseo por Poché estaba volviéndome loca.

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Dentro del armario del conserje de la escuela, una chica semidesnuda, yo completamente vestida y mi corazón casi se salía por mi boca por miedo a ser atrapada. Debería estar en mi entrenamiento de natación en este momento. Pero Matú siempre me arrastraba a algún lugar. No es que fuera malo, pero ella creía que era la única que quería hacer eso frente a los demás. Mi excusa ahora era que Poché me amenazó con decírselo a mis padres, así que era mejor estar escondidas.

Adoptada(Adaptación Caché G!p)- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora