Capítulo 7

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POCHÉ

Respirando hondo, haciendo mi mejor esfuerzo para no parecer una desesperada por sexo, le pedí a Daniela que se sentara en la cama. Parecía que estaba alegre y muy nerviosa al mismo tiempo. Estaba absurdamente aluscinada, loca por esa chica. No recuerdo haberme sentido tan caliente en toda mi vida. Estaba completamente entregada al deseo, sintiendo cosas que nunca había sentido solo por complacerla, por escuchar sus gemidos, por sentir lo fácil que se excitaba conmigo. Realmente no me importaba lo que vendría después de ese momento, solo quería ver a Daniela sintiendo todo lo que podía darle.

-Yo no... ¡Joder! - Daniela gruñó sin poder encontrar una buena posición para que me quedara en su regazo. Solo sonreí y me posicioné correctamente, tomando su polla con una mano y llevándola hasta mi entrada vergonzosamente mojada, pero eso facilitó que entrara en mi interior. Gemí sintiendo su polla tocar mi coño que ya dolía de tanta excitación. Fui bajando lentamente sobre su polla y observando cada una de sus reacciones, sus dedos parecían que me iban a desgarrar de tanto apretarme, sus ojos se cerraron con fuerza, su boca se abrió y su cabeza cayó hacia atrás... Me estaba encantando eso.

-Shhhh... Cálmate, bebé...

-Poché... ¡Dios! - Daniela exclamó muy inquieta debajo de mí. Parecía estar desesperada por hacerlo. Me quedé quieta con su polla dentro de mí para acostumbrarme a su tamaño, pero Daniela ya parecía estar muriendo de excitación solo por eso. -Po-Poché... Se siente muy bien... Oh, joder.

-Daniela... - susurré acercando mi boca a su oído. -Se sentirá aún mejor... - Dije comenzando a mover mis caderas hacia adelante y hacia atrás, sin apartar mi boca de su oído. -Cálmate. Se sentirá muy sabroso...

-Oh... Joder... Cállate o me correré ahora mismo... - Daniela hablaba desesperada mientras yo aumentaba la velocidad de mis movimientos. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, parecía que lo que sentía era muy bueno. Me estaba controlando mucho, porque estaba sintiendo una excitación anormal. Quería ir mucho más rápido, correrme encima de ella, pero no podía hacerlo, no aún.

Apoyé mis dos manos sobre los hombros de Daniela y mis rodillas a cada lado de su cuerpo. Lentamente subí en su polla, yendo hasta la cabeza y bajando en la misma velocidad. Escuché un gemido, pero no sabía si había salido de ella o de mí, volví a repetir el movimiento una y otra vez.

-Joder... Eso,Majo... No pares - Daniela gemía ruidosamente, su cuerpo temblaba de placer. Sus manos en mi cintura me guiaban arriba y abajo. Llevé mi boca hasta su cuello chupando con fuerza mientras sentía que su polla me llenaba por completo, dejándome completamente poseída de excitación, tanto que ya no tenía ninguna coordinación en mis movimientos sobre Daniela, prácticamente estaba saltando en su regazo escuchando el ruido de mi culo chocando contra sus muslos dejándolo todo más excitante. Su polla llegaba tan profundo que podría correrme con cada enbestida.

Sentí que Daniela sostuvo mis caderas obligándome a parar, y luego comenzó a moverse hacia arriba, embistiéndome fuerte y rápido. Su polla entraba y salía de mi coño a la velocidad perfecta, causándome espasmos violentos.

-Ah... Daniela... - Gemí, echando mi cabeza hacia atrás en busca de aire mientras ella intensificaba sus movimientos. -Así... No pares...

-Joder... Poché... - Daniela gimió mi nombre, y solo ese sonido hizo que una carga eléctrica se apoderara de mi cuerpo, casi haciéndome venir. Mientras yo giraba mis caderas, Daniela hacía movimientos de vaivén, causándome aún más placer. Pude ver que Daniela estaba cerca, pero quería seguir divirtiéndome con ella. Saqué su polla de mi interior y me bajé de su regazo. Daniela se quedó quieta esperando por lo que iba a hacer. Me puse de rodillas en la cama apoyándome en mis manos, quedando de 4 para ella. Miré a Daniela por encima del hombro y pude ver que estaba mirando mi culo mientras apretaba su polla en su mano.


-No tienes idea de cuánto he soñado con esto... - Daniela se puso de rodillas detrás de mí sobre la cama, sentí su polla deslizarse dentro de mí de una sola vez, haciéndome arquear la espalda gimiendo de dolor y placer. -¿T-te lastimé?

-No... ¡Sigue, por favor! — Casi supliqué sin poder disimular que me estaba muriendo de excitación. El calor dentro de la habitación era enorme, mi cuerpo estaba en brasas, nuestros cuerpos sudaban, mi excitación estaba fuera de lo común. Daniela no dejaba de embestirme ni siquiera por un segundo, sentía su polla entrando en mí, tan fuerte que estaba casi saliendo de mi lugar en la cama.

Daniela tomó mis caderas y embistió con rapidez, completamente desesperada por correrse, así como yo que ya no podía soportarlo más. Estaba agarrando las sábanas con fuerza tratando de controlarme para que ella se corriera junto conmigo. Una vez más la sentí temblar con fuerza, sus gemidos adquirieron un tono previo al orgasmo.

-Ah... Daniela , más fuerte... Eso - Gemí, casi gritando, sus manos me apretaban con tanta fuerza contra su cuerpo y ahora iba tan rápido que la cama ya estaba empezando a chirriar. El sonido de su cuerpo chocando contra el mío me excitaba aún más.

-¡Joder! - Luego sentí una corriente eléctrica apoderándose de mi cuerpo, mi espalda arqueándose, mis manos tirando de las sábanas, mi cara hundiéndose en la almohada, todo mi cuerpo temblaba, abrumado por el orgasmo. Gemía descontrolada, agarrándome a las sábanas, sintiendo su semen caliente bombeando dentro de mí.

Caí completamente exhausta en la cama aún sintiendo mi cuerpo temblar. Daniela salió de mi interior y se acostó a mi lado. Su cuerpo desnudo todo sudoroso, una mano sobre su abdomen y su antebrazo cubriendo sus ojos. Su respiración completamente acelerada. No podía dejar de mirarla. La quería de nuevo. Y de nuevo. Pero ella parecía agotada. Tanto que tuve la impresión de que se durmió en poco segundos.

Me acerqué a ella y le quité el brazo de la cara. Sus ojos seguían cerrados, su boca ligeramente abierta donde ahora salía una respiración más tranquila. Realmente estaba durmiendo. Como un ángel. Solté un suspiro de alivio porque ella solo estaba durmiendo y no muerta, no quería matar a mi hermana.

Por increíble que parezca no me sentía culpable esta vez. Esto me parecía correcto, como el pecado perfecto. Yo quería, y ella también, y nada más importaba. Daniela aún era inexperta, era su primera vez, pero nunca había sentido tanto placer en mi vida. Tal vez fuera por el hecho de que lo hice con ella. Acerqué más su cuerpo al mío abrazándola de lado y Daniela se aferró a mí automáticamente. Solo sonreí y cerré los ojos entregándome al sueño.

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-¿Poché? — Sentí que alguien me sacudía en la cama y gruñí demasiado perezosa y agotada para abrir lo ojos. -Hija... Despierta... - Escuché la voz gruesa de nuevo y... ¿Hija?

-¿Papá? - Grité, abriendo los ojos casi de inmediato, saltando sobre la cama. Mi padre me sostuvo mirándome asustado. Tiré de las sábanas con la intención de cubrir mi desnudez, pero cuando miré mi cuerpo estaba vestida con pantalones de chándal y un sujetador. ¿Quién me lo puso y no recuerdo?

-Hija, ¿estás bien? - Papá preguntó con una mirada preocupada. Miré mi cama y la camiseta de Daniela estaba allí. Sonreí recordando la noche anterior. También quería despertarme con ella. ¿Dónde podría estar? Quería verla... -¿Poché? - Papá me volvió a llamar y solo entonces vi que estaba como una idiota perdida en mis pensamientos. Miré a la punta de la cama y vi a Paula mirándome con la sonrisa más divertida en su rostro.

Adoptada(Adaptación Caché G!p)- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora