Adoptada(Adaptación Caché G!p)- Terminada

Capítulo 29 (Final)

DANIELA

Flashback On.

-¿Cariño? - Escuché una voz distante en mi cabeza y traté de abrir los ojos, reconocía esa voz, era mi madre. Ella me movía de un lado a otro tratando de despertarme, pero estaba con mucha pereza. -Oh cariño, ¡eres muy perezosa! - Sentí su beso mojado en mi mejilla y permanecí con los ojos cerrados sintiendo que sus manos me levantaban de la cama. -Necesitas despertar, tienes clases dentro de un rato.

-Me duele la cabeza, mamá. No puedo ir a clase hoy - Me rasqué los ojos y los abrí mirando la cara de mi madre. Parecía desconfiada. Necesitaba inventar otras excusas para no ir a la escuela.

-Eres demaisado perezosa para ser una niña de 5 años. Te daré un medicamento y estarás bien - Besó mi frente, me sentó en la cama y salió de la habitación. Realmente no quería ir a la escuela. Tal vez si me escondía hasta que pase la hora funcionaría.

Miré al piso de la habitación y vi a mi hermana Poché jugando con sus muñecas. Ella acomodaba sus juguetes haciendo una casita. ¿Por qué no me llamó para jugar también? Me puse de pie apoyada en la cama, ella ni me miraba. Me acerqué más viéndola decirle algo a sus muñecas. ¿No me estaba viendo? Resoplé ruidosamente y crucé los brazos. Quería jugar, quería que me hablara, que me viera allí. ¿Estaba molesta conmigo?

Me acerqué un poco más y me paré cerca de ella. Mi hermana parecía estar fingiendo que no existía, pero ¿por qué? Caminé arrastrando un pie en el suelo de un lado a otro tratando de llamar su atención, pero nada. Me estaba poniendo nerviosa, ¿qué le hice? Arrastré mi pie un poco más adelante, pero ella no me miró. Caminé más hacia adelante arrastrando con los pies todos los juguetes que ella acomodaba, los chuté lejos y ahora Poché estaba con los ojos ensanchados mirándome con la boca abierta.

-¿Por qué... por qué arruinaste mi casita? - Poché preguntó con la voz llorosa y tragué en seco. No quería hacerla llorar.

-Tú... Tú no me llamaste para jugar - Intenté decir, tenía miedo de que ella llorara, papá me castigaría. Fui una tonta. Solo quería que me hablara.

-¡Lo arruinaste todo! Te odio.

-¡No me odies! - Dije nerviosa, ¿por qué me estaba diciendo esas cosas?

-Te odi... - Me incliné y tapé su boca, ella estaba luchando queriendo empujarme. ¿Realmente me odiaba?

-¡Tranquila! Perdóname, ¿está bien? - pedí sintiendo miedo de que ella me rechazara. Había sido una tonta, pero no quería que me odiara para siempre. Poché dejó de luchar y se quedó mirándome. -Vamos a hacerlo de nuevo, juntas... - Se quedó mirándome por un rato y luego asintió lentamente. Solté un suspiro de alivio, tenía ganas de abrazarla, pero me quedé quieta, a papá nunca le gustaba cuando Poché y yo nos dábamos abrazos o nos tocábamos mucho.

-¿Qué pasa? - Escuché la voz de papá y aparté mi mano de la boca de Poché rápidamente. Todo mi cuerpo se estremeció cuando entró en la habitación. -Poché, ¿Daniela te está molestando? - Me quedé mirándolo tratando de respirar normalmente, pero no podía. Ya quería llorar. Me iba a golpear. Miré a Poché, casi rogándole que me defendiera. Ella me miró y luego miró a papá.

-No. Estamos jugando - Poché me miró de nuevo con una sonrisa en su rostro y suspiré aliviada.

-Ok. Jueguen sin gritar y sin tocarse - Papá salió y me tiré en el suelo suspirando. Poché se rió a carcajadas haciéndome reír también. Me gustaba el sonido de su risa.