10. Inspiración

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Bastián
Miércoles

Afrodita seguía con la vista en su teléfono mientras se mordía el interior de su mejilla, estaba actualizando su correo electrónico otra vez y por su ceño fruncido puedo adivinar que todavía no hay nada. Vuelvo mi vista de nuevo al frente antes de que se de cuenta de que la observaba, aclaro mi garganta para llamar su atención y que deje de comerse el cerebro en el por que no tiene aun respuestas de nadie.

—¿Qué pasa Black? — suspira cansada, no se me ocurre nada así que voy a lo que a lo que a mi me esta jodiendo la cabeza en estos días, tal vez con mis problemas se distraiga lo suficiente como para olvidarse de los suyos.

—¿Nunca se te fue la inspiración? ¿O alguna vez cuando escribías tus reportajes no sabias cuales eran las palabras correctas? — puedo ver como frunce los labios pensando pon un momento

—No… creo que no, siempre sabía que poner, era incluso divertido narrar algunas cosas vergonzosas. — se ríe recordando algo y decido que me agrada su risa y cuando sonríe es… lindo. — pero por… alto ahí Black ¿no me digas que estas sin ideas?

Suspiro por que estoy estresado con toda la presión que tengo para entregar el sencillo antes de la gira, se supone que no me deberían obligar y presionar para haga algo que amo. ¡Dios! Me encantaba escribir todo  lo que sentía mientras crecía, escribía para liberarme y para sacar lo que estaba dentro de mi, para así no explotar y gritarles a todos que se vallan a la mierda.

Lo que antes me liberaba no debería ser lo que ahora me presione y me asfixie.

—No te lo digo, tu adivinaste — entro en el garaje de mi edificio cuando el de seguridad me reconoce y me da el acceso.

—Pero como no tienes ideas… ¡por dios! Si estas en el mejor momento de tu carrera ¿no debería… No se chorearte la música por los poros y tener nuevas letras incluso cuando vas al baño?¿Por qué eso hacen los cantantes no? Defecan canciones.

—De acuerdo…. —estaciono mi auto y observo a Afrodita que me mira como a  un ser extraño —No me ofenderé por que prácticamente digas que mi música es mierda y no, los cantantes no defecamos canciones, me preocupa tu forma de vernos Adra.

—Yo no dije que tu música sea mierda — dice mientras voltea los ojos — y no me culpes por creer eso, por que a menos que pagaras a alguien para escribir tus otras canciones, tienes buenas ideas…

—¿Qué no oíste? estoy seco, no tengo nada….

—Shhh… no me interrumpas — sopla un mechón de cabello que le tapa un poco la vista y yo asiento mientras paso un  zipper imaginario por mis labios — lo que te iba diciendo, tienes buenas ideas solo que ahora están enterradas, solo hay que sacarlas a la luz — piensa por un instante antes de asentir y salir de mi auto — vamos a tu departamento.

Saco las llaves del coche antes de salir de el y le pongo el seguro para poder seguir a Afrodita que está en dirección a el ascensor.

—¿En que piensas?.

—En que no debe ser difícil escribir una canción — me rio entre dientes, aja como si ella supiera escribir canciones.

—No, no es difícil escribir una canción — le digo mientras entramos al ascensor y pulso el botón del número de mi departamento y su código — lo difícil es escribir una buena canción en menos de una semana 

Enfatizo lo de buena para que comprenda de que no le puedo dar cualquier basura a mis fans.

—Okay… ¿cual solía ser antes tu ritual para escribir? — cuando las puertas se abren no me da tiempo ni pensar en la respuesta cuando ella entra al departamento como si fuera su casa, va directo a mi refrigerador, enserio que es un pozo sin fondo ¡si acabamos de llegar de un restaurante! — oh por dios que cosita más bonita — ¿que diablos? Entro a mi cocina para encontrarla de cuclillas con una ronroneante Gomita.

Oh por dios ambas se acaban de encontrar con su alma gemela. Voy directo a la nota que está pegada en el refrigerador.

Cuida a la niña que estoy en el set.
Caiden, el amor de tu puta vida.

Y eso es ¿labial? No quiero saber como consiguió labial para besuquear la nota.

—¿Cómo se llama esta cosa hermosa? —guardo la nota para ver a Adra en el piso con Gomita en sus piernas.

—Kioni Lamia Cipriano, pero de cariño le decimos Gomita — veo que ambas se llevan bien, aunque tal vez Gomita crea que ella le va a dar comida por que sabe que conmigo esa es una batalla perdida.

—Gomita, eres hermosa.

Y está un poco… muy pasada de peso.

Jueves

Me duele mi espalda, trato de levantarme del piso pero las piernas que están en mi torso me lo impiden. Veo a la propietaria de las piernas que está de igual forma en el piso con Gomita acurrucada en su estómago, pues que gran ayuda resultó ser Adra… si ni siquiera empezamos con la canción aún.

Me mantengo mirando el techo en la oscuridad, tengo una semana para tener lista la canción y solo tengo hasta el momento dos palabras en el cuaderno.

Intento uno

Palabras que ni siquiera yo escribí, sino que lo hizo Afrodita, me volteo y continuó observando su rostro, es linda, lo suficientemente linda para tener a muchos chicos a sus pies, es la clases de chica que hace girar cabezas cuando pasa y sin embargo esta sola, creo que ella trata de ocultarlo pero esta sola… ella es como una estrella fugaz, es casi imposible pasarla por alto pero aun así muchos lo hacen…

Y viene a mi una rima, una melodía. Con cuidado bajo las piernas de Adra y tomo el cuaderno y con la luz que se filtra por la ventana, escribo todo lo que hay dentro de mi.

Y cuando acabo con una sonrisa en mi rostro me acerco a Afrodita para plantarle un beso en frente.

—Gracias, al parecer si eres una estrella fugaz.

Es este el momento en el que la cargaría y la llevaría a la cama, pero me duele el cuerpo y siento que si intento cargarla mi espalda se va ha romper, así que la despierto.

—¡Adra despierta!

Con un gimoteo y una mueca adorable trata de golpearme, —Quiero dormir, cállate Black, ni en sueños puedo librarme de ti — murmura.
Y no puedo evitar reírme y al parecer eso la despierta completamente.

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