-¡Basta! - sonrío de lado ante la reacción de Scott - te dije que no metieras a esa periodista a tu vida Bastian, te advertí que no quería escándalos.
-No hables de ella con ese tono despectivo - le advierto, pero el solo sonríe petulantemente mientras arquea una ceja.
-¿Qué? ¿eres el único que la puede insultar? Es más que obvio que ella solo jugó contigo y estas despechado, al fin y al cabo ella solo es una perra sin sentimientos, ¿no?.
No, no lo es.
Pero no lo digo, solamente me quedo en silencio desviando la vista a la ventana observando la ciudad, no quiero hablar de Adra.
-De todas formas - Scott continúa con un carraspeo, pero solamente lo ignoro - hasta el momento solo tienes mala publicidad, empezando por las entrevistas a las que no fuiste y a las que fuiste y dejaste en ridículo a las reporteras y reporteros; y terminando por tus fiestitas. Ya estoy trabajando en que vas hacer para mejorar tu imagen para los medios; hace unos días nos contactaron una de esas agencias que cumplen deseos a los niños con cáncer - escucho el crujir de las hojas que esta revolviendo, hasta que encuentra lo que busca y me lo extiende; es una foto - ella es Judith, tiene 15 años y esta en fase tres, actualmente esta tomando la quimioterapia pero su esperanza de vida... no le queda mucho tiempo Bastian y su deseo fue poder conocerte, solamente tienes que ir, sacarte unas fotos con la chica, cantarle una canción y fingir que te importa.
Observo a la chica en la imagen, esta sonriendo, con los ojos cafés brillantes de alegría y con el cabello pelirrojo cayendo en ondas suaves por sus delgados hombros, pero por la falta de cejas puedo decir que es una peluca. La chica refleja alegría y fragilidad, ¿Cómo podría negarme a hacer esto? ¿Qué clase de persona sería si no lo hiciera?, no puedo negarle a esta niña unos minutos de alegría.
Y más cuando yo fui su deseo, pudo tener muchas cosas pero me eligió a mi, ¿Cómo no sentirse especial ante eso?
-¿Cuando es?.
-Mañana, si es que puedes - se que voy a estar cansado por el concierto que tengo hoy, mi último concierto de la gira, pero con varías botella de energizante o unas cuantas líneas de cocaína voy a lograrlo, así es como sobrevivo a las giras, a los veranos, y a las presentaciones de un nuevo disco, es la única manera de lidiar con el cansancio y los horarios que nos exigen los contratos, a la disquera no le importa si te metes drogas siempre y cuando no genere mala publicidad, incluso ellos son los que te consiguen la droga si la necesitas. Por suerte en mi contrato tengo dos meses de prácticamente vacaciones antes de cualquier gira, otros artistas ni siquiera tienen eso.
-Si, no creo que haya problema - digo mientras continuó observando a la chica en la fotografía - que sea una sorpresa para la chica.
-Está bien, hoy mismo coordinare todo con los padres de la chica, con la organización y haré que la prensa se entere "accidentalmente".
~°~°~°~°~°~
Llego al hospital a las nueve de la mañana, a la hora en la que me citaron, entro acompañado con mis guardaespaldas o más bien mis niñeros, básicamente se encargan de que no me meta en problemas.
Nunca me gustaron los hospitales, cuando era niño pase muchas horas en uno después del accidente automovilístico que tuvieron mis padres, mi padre murió en el camino al hospital y mi madre llegó pero no pudieron hacer mucho para salvarla, solo retrasar su muerte y yo estuve ahí, esperando a que surja un milagro y que mi madre viviera, pero eso nunca pasó. Ahora estoy de nuevo en un hospital para ver a una niña a la que solo le prolongan la vida y se que será el mismo final, siempre lo es.
En la recepción los padres de Judith me esperan, ambos parecen agotados y con muchos más años de los que deben de tener en realidad, pero aún así me sonríen genuinamente.
-Eres tu, oh por dios mi hija me hablo tanto de ti y de tu carrera que prácticamente me puedes considerar una fan más - la mujer es la primera en hablar extendiéndome una mano, las arrugas de angustia y preocupación se marcan más con su expresión de alegría.
-Gracias por venir - y ahora es el señor quien me da la mano, la tomo y les doy una pequeña sonrisa a los dos, mientras acomodo la funda de Amanda en mi hombro.
-No es nada...
-¿Bastian? - me doy la vuelta para ver a la poseedora de esa voz conocida, Angie me mira con los ojos abiertos sorprendidos y una pequeña sonrisa se le escapa - Oh, Adra te dijo que vinieras - su sonrisa crece más mientras habla para luego fruncir el ceño - pero su operación comenzó hace una hora, llegaste tarde.
¿Qué? Por qué Adra me pediría que viniera, si fue ella quien dejó en claro que ya no quería verme, ¡Si hasta se fue del país!
Como dijo Scott, ella jugó conmigo y cuando el juego se le escapó de las manos huyó.
Aunque...
-¿Que operación? - pregunto cuando la información me golpea - ¿Adra esta bien?
Mierda, ¿que fue lo que pasó?
Angie me mira confundida al principio, una copia de la confusión que siento yo ahora mismo, pero luego esa confusión se convierte en pena, la misma expresión de pena que me dio cuando me dijo que afrodita se había ido.
-Mmm... pensé que te lo había dicho- murmura jugando con el vaso de café que tiene entre sus manos, su cabello rubio le cae sobre la cara cubriendo la cuando baja la mirada y se muerde el labio inferior con nerviosismo - me tengo que ir.
Se da la vuelta intentando escapar pero yo la alcanzo y la tomo del brazo, no se irá hasta que sepa todo lo que está tratando de ocultar, observa mi mano en su brazo antes de mirarme a los ojos inquieta.
-Suéltame Bastián - desvía la mirada - hable más de la cuenta.
El nudo en mi estómago se hace más pesado mientras trago en seco antes de preguntar.
-¿Qué le pasó a Adra? - en mi voz hay una súplica inesperada, ella mira al vacío pareciendo resignada. Vuelve a mirarme un segundo antes de desviar la vista detrás de mi, les sonríe a los padres de Judith... Judith.
Tengo que ir...
Suelto el brazo de Angie antes de voltearme a los señores que ahora mismo me miran confundidos, - Denme un minuto - vuelvo mi vista a Angie - ¿donde te puedo encontrar? Ahora mismo estoy un poco ocupado.
-Mejor te doy mi número - asiento mientas saco mi teléfono de mi chaqueta azul y escribo los números rápidamente.
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Estrella Fugaz
Teen FictionBastian Black, es el sueño húmedo de cualquier adolescente... Y hablo en serio cuando digo "cualquier". No puedo culpar las, si solo con verlo se te detiene la respiración y solo con escuchar su voz tienes un orgasmo. Pero con los años yo desarrolle...