—Adivina mi nombre — los ojos cafés de Ares me miran intrigado.
—Ammm Aurora — eso me saca una sonrisa y niego — tienes cara de Aurora.
Arqueo una ceja, — ¿Como es eso?
Ares toma un mechón de mi cabello y lo pone en frente de mis ojos.
—Tienes cabello de princesa, incluso es suave, ¡por dios! Es muy suave.
—Deja de manosear mi cabello — aparto su mano de un golpe y el me mira herido haciendo un puchero, es ridículo, pero de igual forma adorable con esos ojos de cachorro que tiene, de seguro fue un niño muy mimado.
—Eres cruel — volteo los ojos — y también tienes ojos de princesa y quien en su sano juicio se maquilla para ir al aeropuerto — señala mi cara con su dedo.
—No es mi culpa querer estar presentable y no andar como un vagabundo — ahora soy yo quien lo señala y el me mira divertido, de hecho suelta una carcajada que llama la atención de los otros pasajeros, varios miran molestos en nuestra dirección, lo comprendo, ya que varios quieren recuperar horas de sueño, lo que yo debería estar haciendo en este momento, mis mejillas se ponen calientes y trato de hundirme en mi asiento.
En cambio Ares esta despreocupado y cuando termina de reírse me mira arrugando la nariz.
—Eres adorable, no ando como vagabundo, solo me puse lo primero que encontré y no me puedes culpar, por las mañanas soy un zombi, además no conozco a nadie en este avión como para preocuparme y de todas formas si lo hiciera no me importaría. Es un poco estúpido como todos se preocupan demasiado de las apariencias — habla con un actitud despreocupada y yo me quedo callada y me siento un poco culpable por llamarlo vagabundo — aunque también me gusta escandalizar a la gente — me lanza un guiño —y si, creo que las chicas no deberían usar maquillaje, ocultan la belleza natural que poseen y siempre lo considere falso. Pero eso te hace a ti un poco más princesa.
—No me parezco a una princesa — murmuro, me aclaro la garganta y lo vuelvo a mirar — mi nombre es Afrodita.
—Ja, no esperaras que me lo crea — me mira incrédulo, pero pasados unos segundos sus ojos brillan — ¿De verdad ese es tu nombre?
Asiento.
—Si — al parecer esto lo anima.
—Quiero escuchar como sucedió eso.
Me encojo de hombros, — En realidad la historia es como un libro, mi madre conoció a mi padre en un viaje, bailaron una canción y la química que tenían creaba chispas a su alrededor, era obvio que terminarían en la cama solo sabiendo sus nombres, en pocas palabras soy el margen de error que existen en los condones, el vuelo de mamá salía en la mañana y tubo que dejar a mi padre en la cama, los dos volvieron a sus países solo que mi madre se quedó con un regalo en el vientre, mi madre siempre dice que mi padre es un dios griego y ella es una romántica empedernida que siempre busco un amor de libro, así que cuando me vio me puso el nombre de una diosa griega y no de cualquiera, ya que según mi madre era la bebe más hermosa. Así que aquí estoy ahora, veinticuatro años después con un nombre de lo más extraño.
—¿No conoces a tu padre? — levanta las cejas negras sorprendido y yo me permito reír.
—Claro que conozco a mi papá, seis años después de que naciera mis padres se encontraron… es por eso que se parece a un libro.
Ares es quien domina la conversación por el viaje, por momentos me olvido de todo y solo me concentro en lo fácil y despreocupado que es hablar con el. Y cuando bajamos del avión noto como el llama la atención de todos mientras se habré paso, la mayoría lo mira por su cabello azul y su forma de vestir, pero lo vuelven a mirar por lo apuesto que es y la confianza que desprende, es de esas personas que te hacen sentir cómoda.
Camino con calma y me sorprende que en realidad la mayoría de las personas van con prisa, con sus teléfonos pegados a sus orejas o manos esquivando a las personas con la práctica de un milenial, claro que todavía había personas que caminaban distraídas y con calma, atrapados en sus mundos.
—Mira Afrodita — Ares me toma del brazo para mostrarme una revista de prensa rosa, contengo la respiración — uno se toma unas vacaciones y cuando regresa uno de sus cantantes favoritos insulta a las cámaras, pero debo aceptar que se ve caliente así. Como un chico malo.
Me acerco más al puesto de revistas y tomo la que en la portada esta Bastian, esta semana evite lo más que pude cualquier información o imagen de él pero aquí está, no tiene esa sonrisa ensayada para las cámaras que tanto vi, esta con el ceño fruncido luciendo fastidiado y cansado, su cabello esta desordenado y esta ocultando sus ojos verdes tras unas gafas de sol, pero lo más impactante es que esta sacando el dedo del medio a las cámaras.
Bastian Black, el chico perfecto, educado, angelical y inocente. El chico que presentarías a tus padres por que sabes que con su encanto y modales ya los tiene en el bolsillo.
Se me escapa una sonrisa por que explotó y ya no se reprimió.
Y por primera vez pienso en sus palabras antes de que me fuera y saliera de su vida, yo le gusto… o le gustaba, tuerzo los labios por que se que muy probablemente piense que no le quiero y que soy una bruja sin sentimientos que se fue sin decirle nada. Si no me hubiera pedido que fuera su novia le habría dicho que tengo cáncer, por que lo consideraba mi amigo y para ser sincera conmigo misma el me gusta.
Siempre creí que por mi línea de trabajo los encantos que los famosos no me afectaban, pero con Bastián mis defensas bajaron.
Y ahora no podemos estar juntos de ninguna manera, justo después de que me dijeran que tengo cáncer trate de averiguar todo lo que pude, averigüé sobre tratamientos… hable con mi doctora tratando de absorber toda la información y no quiero lastimar a nadie.
Y muy en el fondo no quiero que nadie me vea destruida y sin belleza, se que es superficial y estúpido pero mi belleza es todo lo que tengo, esa fue mi constante en toda mi vida, los cumplidos, una que otra mirada. No soy nada sin eso.
Y definitivamente no quiero que Bastian me vea así, no quiero recibir su lastima.
—¿Lo compraras? — Ares me observa en un increíble silencio, analizándome.
Ignoro su escrutinio y me decido en comprar la revista, la meto en mi bolso para poder leerla en mi departamento.
—Creo que hasta aquí llegamos Ares.
—Claro, te marcaré para ir a comer uno de estos días — asiento y me despido, me agrada.
El se va por su lado mientras salimos, tomo un taxi para ir a casa.
Y cuando llego mis dos compañeras y amigas me reciben con un abrazo. No mencionan a Bastian, pese a que quieren hacerlo, lo veo en sus ojos y sus gestos cada vez que me miran y más cuando en la televisión lo muestran.
Pero no lo mencionan.
Y lo agradezco.
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Estrella Fugaz
Teen FictionBastian Black, es el sueño húmedo de cualquier adolescente... Y hablo en serio cuando digo "cualquier". No puedo culpar las, si solo con verlo se te detiene la respiración y solo con escuchar su voz tienes un orgasmo. Pero con los años yo desarrolle...