Visitar a mi familia resultó ser un poco revitalizante, mi abuela me recibió con esos abrazos que por poco te matan pero que te demuestran lo mucho que te quieren y te extrañaron, vengo de una familia de mujeres luchadoras, mi abuela es la mujer más valiente y admirable que conozco, ella es mi heroína, crio a tres hijos sola después de que el señor que le robo, le mintió y se atrevió a alzarle la mano se fuera, uff mi abuela si que odia a ese señor, desde que tengo memoria se pasa hablando pestes de el, diciendo que él era solo un pito andante, sus palabras no las mías.
Ella es una gran mujer que trabajó, incluso no comió para que sus hijos estudiarán y pudieran salir adelante, con mi tía se repitió la historia, y mi madre que me crio sola los primeros años de mi vida.
Luchadoras.
Aunque mi tío es un amor de persona y ama a su esposa e hijas, las consciente a todas y es por eso que sus dos hijas son unas culebras creídas que siempre y ojo cuando digo siempre te miran sobre el hombro.
Di un paseo por mi ciudad natal, recordé varias cosas de mi niñez, llore más veces de las que estoy orgullosa, pude comer tucumanas, lauchas y me fui a mi puesto favorito de salteñas, mi abuela me preparo comida típica que solo podre comer en mi país, comí como si no hubiera un mañana. Y un día antes de irme le conté a mi abuela mi motivo de que la visitarla, me destrozó verla llorar por mi culpa y sólo me quedo abrazarla, ella me abrazó como si con un abrazo pudiera curarme, dicen que los abrazos curan pero eso es una maldita mentira. Por que todavía estaba enferma.
Ahora estoy de nuevo en el aeropuerto, pero ahora es para ver a mis padres y darles la noticia, ayer llame a mi madre y me dijo que están en estados unidos por los negocios de mi padre, tomo un taxi y le indico el hotel en el que están mis padres, voy todo el camino tratando de pensar las palabras correctas, ¿pero como encuentras las palabras correctas para este momento?
Quiero llorar de nuevo pero me contengo.
No puedo pasarme la vida llorando, cuando llego a la puerta de mis padres estoy en blanco y cuando esta se abre y la sonrisa de mi madre me recibe el nudo en mi garganta crece más.
—¡Cariño! Pasa que tu padre esta en una llamada pero muy pronto termina ¿Cómo estás? ¿Por qué la visita tan urgente? Tu sabes que en unas semanas volveremos a Milefcrof . — sus ojos cafés brillan y parece mucho más joven de lo que en realidad es, escucho como papá esta hablando en la otra habitación, me lleno de valor para decir lo que muy posible que los haga llorar.
—Mamá — suspiro y su sonrisa tiembla un poco al ver mi seriedad.
—¿Esta todo bien?
No, no lo esta.
No lo digo, solo niego con la cabeza y es ahí cuando su sonrisa desaparece siendo remplazado por un ceño fruncido por la preocupación, señalo uno de los sillones que están en la pequeña estancia.
—Es mejor que tomemos asiento — le digo y ella asiente y me sigue, dejo mi maleta en el piso alado de mis pies al sentarme y agradezco que mi padre salga de la habitación, sus ojos que son idénticos a los míos nos observan y yo trato de darle una sonrisa, pero es forzada y el lo nota al instante.
—¿Por qué tan serias mis amores? — se acerca a nosotras y yo solo lo suelto.
—Tengo cáncer.
Y listo, lo dije. Mis padres me miran como si estuviera bromeando, no saben cuando quisiera que fuera una broma, pagaría para que esto solo sea una maldita broma, miro a mi padre, es tan parecido a mi, no heredé nada de mi madre, prácticamente se podría decir que ella se quedo dormida mientras me hicieron. El me mira fijamente, su cabello rubio oscuro que tiene algunas canas por la edad esta perfectamente cortado, trae el traje pulcro como siempre, sin arruga o mancha a la vista, se mantiene ahí con el teléfono en mano, no sabe que hacer, mira a mi madre esperando ayuda pero ella esta en el mismo problema.
Nunca supieron que hacer conmigo, son buenos padres o tratan de serlo, pero ellos no nacieron para tener hijos, siempre están perdidos cuando se trata de mi.
Las lágrimas escapan y mi madre… nunca soportó verme llorar.
—Cariño — me dice ahora ella también llorando me atrae a su regazo como cuando era niña, ella llora en silencio mientras yo me acurruco contra sus piernas — veras como vamos a superar esto.
Papá nos con los ojos húmedos… y como ya lo dije el no tolera ver llorar a mamá, se acerca a nosotras y se arrodilla a los pies de mi mamá para así poder acariciar mi rostro, limpia mis lágrimas mientras el suelta aun más.
—Mi hermosa niña — dice en voz baja — vas a salir de esto, vas a luchar y vas a salir ganadora. Yo te daré las armas que necesites, vamos a ir a los mejores hospitales y a los mejores doctores.
Cierro los ojos para llorar mientras me impregnó con el olor a caramelo de mi madre, un olor a casa y me dejo consolar por las caricias de mis padres, como cuando era niña y tuve una caries, ¿esto es lo mismo no? Es como ir al dentista y el decide si se puede salvar el diente o no, si necesitas un tratamiento para curarlo o si tu quieres sacarte el diente por que no soportas el dolor.
Me duermo como si tuviera un dolor de muelas en lugar de cáncer.
Cuando despierto aún es de día y mi estómago me recuerda que no he comido nada desde esta madrugada que tomé el avión para ver a mis padres, abro los ojos y los siento pesados por el llanto de hace unas horas.
—Ya despertó — mi madre sacude a mi padre que esta sentado en la silla, el despierta y ambos son pacientes con las preguntas que me hacen, luego salimos a comer y tratamos de pasar el día en familia, me ponen mucha más atención que cuando era niña.
Hago lo mismo que llevo haciendo esta última semana, vivir como si fuera mi último día, me despido de mis padres por que quiero estar sola, ya me despedí del país en el que nací, me despedí de mi abuela y la familia que tengo ahí, me despedí de la comida de ahí, llore por todo lo que viví y lo que no tuve tiempo de hacer, y ahora me despido de mis padres antes de volver.
Me despedí de Bastian.
Le dije adiós a todo lo importante en mi vida, a todo lo que dejaré atrás si la quimioterapia no funciona.
Y es así como termino de vuelta en el aeropuerto, apunto de tomar mi vuelo, sigo la fila y soy paciente y cuando por fin llego a mi asiento en el avión me hundo en el cerrando los ojos, mi tranquilidad como ya estoy acostumbrada no dura demasiado. Odio estar en el asiento del pasillo.
—¿Puedo pasar o tendré que pasar por encima de ti? — abro los ojos para encontrarme con alguien con pésimo gusto para la ropa, el chico que tengo en frente debe tener aproximadamente mi edad, pero parece que apenas esta aprendiendo a vestirse solo, lleva pantalones cortos camuflados, chaqueta de cuero negro, una camiseta rosa que dice “cuando quieras bebé “ en letras blancas y una horrenda chalina de seda color menta, me pregunto por un momento si es ciego pero la sonrisa de costado acompañada con esos ojos cafés divertidos que me miran me dicen que claramente no esta ciego — ¿y bien? Se que soy increíble pero no me babees encima.
Cierro mi boca que estaba abierta en un gesto de asombro y le doy paso, me quedo aun más asombrada cuando noto que su cabello es de un azul eléctrico, al parecer su horrible elección de ropa me distrajo. Lo miro fijamente mientras vuelvo a tomar asiento y el me devuelve la mirada divertido.
—¿Que sucede? ¿amor a primera vista? — me sonrojo mientras me regaño por estar mirando tan fijamente, solo es un chico algo extraño.
—Lo siento, no quise hacerte sentir incómodo — le digo y solo se encoje de hombros.
—Descuida la mayoría me mira por que soy malditamente genial y quieren tenerme en sus vidas. Hay veces en las que me preocupo de ser secuestrado por un millonario del que por obvias razones me terminaré enamorando.
Me encuentro sonriendo por primera vez en días. Una sonrisa sincera.
—Creo que eso solo pasa en los libros, y sólo les pasa a las chicas — le digo aun con la sonrisa y el me mira como si lo hubiera ofendido gravemente.
—Eso es injusto, ¿Dónde está la igualdad cuando la necesitas? Aquí tenemos que ser secuestrados hombres y mujeres por igual, por millonarios que podrían tener a cualquiera, pero por alguna extraña y mística razón prefieren confiarse en la vieja y confiable secuestración — habla como si el tema le afectará gravemente mientras se pasa la mano por el pelo azul. Sus ojos brillan con diversión y me recuerda a un niño, lleno de energía y con ganas de jugar. — por cierto compañera de vuelo…
La azafata nos pide silencio mientras nos explica todo lo necesario para el vuelo y si por algún motivo sucede una emergencia, cuando termina nos ordena ponernos los cinturones de seguridad, todos obedecemos y esperamos.
—Soy Ares — dice mi compañero de vuelo y yo giro mi cabeza tan rápido que me ocasionó un dolor en el cuello.
—¿Eso es una broma? — pregunto incrédula y el suspira como si llevara una gran carga.
—No, no es una broma, mis padres son historiadores obsesionados con la cultura griega, y digamos que no fui un bebé inquieto mientras estaba en la pancita de mi mamá, sumando que cuando el doctor me sacó de la que fue mi casa por nueve meses yo no paraba de dar puñetazos — suelta unos puños al aire mientras escucho más información de la que pedí — era un guerrero y adivina quien es el dios de la guerra.
Ares.
ESTÁS LEYENDO
Estrella Fugaz
Teen FictionBastian Black, es el sueño húmedo de cualquier adolescente... Y hablo en serio cuando digo "cualquier". No puedo culpar las, si solo con verlo se te detiene la respiración y solo con escuchar su voz tienes un orgasmo. Pero con los años yo desarrolle...