24. Perra Sin Sentimientos

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—Deberían casarse y tener lindos bebés robots — me comenta Angie entre susurros desde la entrada de la cocina, ella está apoyada en el marco de la puerta al igual que yo, ambas observamos a Tahiel y a Opal que ven una película tranquilamente acurrucados entre sí tiernamente.

—No lose —hago una mueca tratando de imaginar una situación en la que tengan bebés y simplemente no puedo — no me lo imagino como un padre, es muy rígido y parece que tiene un palo en el culo y ella es una chica solitaria, nosotras todavía no logramos entrar completamente en su mundo y eso que vivimos con ella por más de cuatro años.

—Pero el palo de Tahiel desaparece cuando está cerca de Opal — en ese momento somos testigos de como Tahiel atrae más a Opal a su cuerpo y le da un beso en la cabeza susurrando algo que sólo ella logra escuchar — incluso parecen pareja, o algo parecido, pero definitivamente no son solamente amigos. No tengo idea de como lleva su vida sentimental Tahiel cuando no esta en Milefcrof pero Opal nunca sale con nadie y nunca a traído a algún chico al departamento además de Tahiel.

No hay forma de contradecir eso así que ni lo intento, aunque no puedo evitar ver la bonita pareja que hacen y como el si parece un ser humano y no un robot cuando ella está cerca, se nota que se quieren y están locos el uno por el otro pero no hacen nada al respecto. Incluso hubo ocasiones en las que quise obligarlos a que se dieran un beso por que era desesperante que no pase nada entre ellos dos y quería darles un pequeño empujón.

—Si pero desgraciadamente no podemos obligarlos a nada… —Angie suspira dramáticamente exclamando un “lo se” muy audible, ganándonos las miradas de los ciegos y estúpidos enamorados, les sonrío inocentemente moviendo mi mano en modo de saludo.

Una semana después

—Estoy tratando de escribir un libro — trata de distraerme Angie y le sonrío en agradecimiento.

—¿De qué se trata? —le pregunto cerrando los ojos tratando de evitar mi reflejo en el espejo cuando la máquina empieza a emitir sonido, como si tuvieran un montón de abejas ahí adentro, no quiero ver, maldigo a quien se le ocurrió la gran idea de poner espejos en las peluquerías.

—Es fantasía, ya llevo un par de capítulos escritos pero no estoy segura de que sea algo bueno. — la voz de Angie es un poco insegura y nerviosa.

—¡Oh vamos Angie! De seguro está genial, me apunto como tu lector beta — la voz de Ares me hace sonreír aún mientras siento como la maquinita se pone en marcha y siento un poco de frío ante la piel que el deja expuesta a su paso, escucho como Ares y Angie hablan, se conocen desde hace unas cuantas horas y ya actúan como amigos de toda la vida, supongo que ese es el efecto de Ares en las personas. Hace amigos donde sea que va.

—Listo señorita— anuncia la peluquera al mismo tiempo que el zumbido de la maquinilla  desaparece, mis amigos se quedan en silencio mientras yo continuó con los ojos cerrados, ciento que no estoy lista para abrirlos y ver que mi cabello ya no está.

Pero no puedo estar siempre con los ojos cerrados ignorando todo, lentamente los abro para encontrarme con mi reflejo, con mis ojos azules que están reteniendo lágrimas, mi cabeza esta lisa sin un rastro del cabello color caramelo del que tanto me enorgullecía, mis cabellos están desparramados  por el suelo a mi alrededor, tengo unas ojeras enormes que ahora se notan aun más que antes, mis labios ya no tienen ese color rojizo natural, ahora están agrietado y pálidos, no llevo maquillaje, ya no le veo sentido y es por eso que mis pequeñas cicatrices y manchas se notan aun más, al menos mis pómulos no resaltan dramáticamente, no perdí mucho peso a pesar de que mi estómago parece estar en huelga y me devuelve todo lo que consigo comer, por que al parecer mi apetito a desaparecido.

La peluquera me quita la manta impermeable que me puso antes para que el cabello no se pegara a mi ropa, me levanto de la silla sin despegar mi vista de mi reflejo y las lágrimas que surcan lentamente por mis mejillas, ya no observo a una chica llena de vida y sin preocupaciones, parezco rota y destruida y eso solo me hace sentir peor, ¿Cómo puedo ser tan superficial? Tengo personas que me apoyan a pesar de que les dije que no quería estar con nadie, tengo a personas a mi alrededor de las que ya me despedí por que no creo poder ser la misma después de que todo esto acabe.

¿Cómo puedo llorar por que perdí mi cabello?

Puedo sentir unos brazos rodeándome y apretándome en un pecho firme y con olor a especias y a comida. No tengo que pensar mucho para saber que es Ares, me aprieto mucho más contra el dejando a las lágrimas caer con más libertad.

—Se que es difícil — me susurra mientras traza círculos en mi espalda — pero solo es cabello, siempre volverá a crecer y lo hará mucho más fuerte y hermoso.

Por alguna razón siento que ya no esta hablando de mi cabello.

Meses después

Bastian

La gira terminó, ya han pasaron tres meses.

Salgo del aeropuerto protegido por mis guardaespaldas y sin ganas de contestar preguntas, así que ignoro descomunalmente a todos los periodistas que me atacan con el flash de sus cámaras y sus preguntas incesantes, también ignoro a todas las chicas que gritan mi nombre, escondiéndome detrás de unas gafas de sol, entro al auto que me espera y no me sorprende encontrar a Scott adentro y menos la cara de amargado que tiene.

—Adivino, estoy en problemas — digo sarcásticamente mientras el auto se pone en marcha.

—Creo que no entiendes el significado de todo lo que hiciste Bastian — me habla como si fuera un niño lo que me hace fruncir el ceño.

—¿Que se supone que hice? ¿Divertirme? ¿Pasarla bien con personas que me aman? Comportarme como alguien de mi edad por una maldita vez. Y para ser sinceros me porté mejor que Elmer Cox ¿o te tengo que recordar que embarazo a la presentadora Vera Cooper, mientras yo solo me iba de fiesta?

—No actúes como un niño tratando de excusarte con las acciones de alguien más — se aclara la garganta — además de que ese embarazo fue planeado por  Epic music, ya sabes que con todos los grupos de feministas respirandonos en la nuca diciendo que la empresa es machista y que aprobamos actitudes como la de Elmer que trata a las chicas como juguetes y bla bla bla, teníamos que darle a Elmer una imagen de alguien que está madurando y la presentadora Verá Cooper era la más indicada para representar una historia de amor, y no estés tan seguro de que no hayas dejado a una chica embarazada durante tu gira — Scott me señala con el dedo en tono recriminatorio — solo espero que con toda la “diversión” hayas avanzado con el álbum.

Sonrió de costado mientras afirmo con la cabeza entusiasmado.

—La primera canción se titula Perra sin sentimientos, ¿Quieres escuchar una parte — su mandíbula se tensa y mi sonrisa crece aun más — no respondas se que si.

Antes de que abra la boca comienzo a cantar.


No corras, no escapes se que no sientes nada.
Se que solo eres una muñeca de plástico, hermosa pero vacía.
Hermosa pero hueca… sin nada, ni un corazón de plástico.
Eres una Perra que no siente, a la que no le importa nada.
¿Entonces por qué quieres escapar de mi?
¿Crees que no vi cuando me sacaste el corazón?
¿Crees que no vi cuando lo escondiste y lo uniste a tu colección?
¿Qué no encajaba en el hueco que hay vez de tu corazón?
Maldita Perra sin sentimientos, devuelve lo que hurtaste…

Estrella Fugaz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora