Hacía mucho que Billie no dormía toda la noche de un tirón. Por eso, cuando Diego la zarandeó para que se levantara, tuvo que hacer un esfuerzo para no gruñir de rabia. Quería seguir durmiendo. Lo necesitaba.-Arriba. Les he traído algo de ropa limpia a las dos.--dijo el centinela.--Dense una ducha y nos vemos en la cocina para desayunar.
Billie se incorporó y se arrastró de la litera al suelo. Scarlett seguía en su cama, pero tenía los ojos abiertos y la saludó con un gruñido muy parecido al suyo. Como un zombi, Billie fue hasta el baño compartido y allí se desnudó, se quitó la venda del hombro, comprobó que no había nadie y se sacó también el brazalete falso de la muñeca para esconderlo bajo la ropa limpia. Después fue directo a las duchas y dejó que el agua caliente desentumeciera los músculos de su cuerpo. Primero, la cama con colchón y ahora aquello. Iba a terminar considerando un regalo de los dioses haber ido a la Ciudadela.
Mientras se enjabonaba el pelo y el cuerpo se dio cuenta de que era la primera vez que se lavaba decentemente desde que abandonó Origen y prefirió no mirar toda la mugre que se estaba desprendiendo de su piel en aquel instante.
«Y yo que creía que estaba morena...», bromeó para sí.
Con cuidado, se limpió la herida de bala del hombro y apretó los dientes cuando sintió la punzada de dolor. Por suerte, cada día que se la miraba tenía mejor aspecto y pronto, como decía ______ cuando la curaba, no quedaría más que una cicatriz para recordarle la pelea en el complejo.
Cuando estaba terminando de enjabonarse, entró Scarlett, que se desvistió y se metió en una ducha un par de grifos más allá. Era la primera vez que la veía sin ropa y no pudo evitar desviar la mirada para comprobar si eran idénticas. Lo eran, advirtió. Centímetro a centímetro. No solo en el aspecto, el contorno de los músculos, sino también en detalles tan insignificantes como la manera en la que Scarlett contraía los dedos de los pies inconscientemente mientras chapoteaban en el agua, como ella.
En ese momento, la otra chica terminó de aclararse la cara y abrió los ojos. Billie apartó la mirada, turbada, y dijo:
-Me... me está sentando de lujo esta ducha.
-Yo es la primera que me doy en mi vida. En el complejo me desinfectaban con vapor.--respondió Scarlett.--¿Cómo tienes la herida?
-Bien, bien. Me quedará marca, pero bueno... Da personalidad.
Billie se hubiese quedado más tiempo bajo el agua caliente, pero decidió apagar el grifo y secarse antes de que Diego bajara a buscarlas. Antes de vestirse, se volvió a pintar dos marcas grises en el pecho, simulando las de un electro, y mientras lo hacía, se miró en el espejo.
Por fin se veía la cara limpia después de tanto tiempo llena de manchurrones. Lo que sí que había cambiado era su mirada. Poco tenía que ver con la que le había devuelto el reflejo del espejo de su cuarto de baño en Origen semanas atrás. Ahora había un tenue velo que contenía todo lo que había descubierto, conocido y experimentado desde que abandonó su casa.
Diego le había prestado una camiseta granate de manga larga y unos pantalones vaqueros negros algo desgastados. Una vez vestida, volvió a ponerse el brazalete en la muñeca y salió del vestuario.
-Scarlett, voy a ver si ______ está en su cuarto.--dijo.--Te esperamos en el pasillo, ¿vale? Y que no se te olvide pintarte las marcas del pecho; te he dejado el lápiz al lado de tus cosas.
Pero justo cuando Billie salió del baño, se topó con ______.
-¡Ey! Iba a buscarte.
-Vaya, estás... limpia.--dijo ______, mirándola con asombro.

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AURA
FanficCon el peso de la verdad sobre sus hombros, Billie, ______ y su nueva compañera de viaje, Scarlett, se dirigen a la Ciudadela en busca de ayuda. Pero el lugar no es el mismo desde que ______ lo abandonó: ahora la lucha de los rebeldes contra el gob...