capítulo 20.

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______ no soportaba más el enclaustramiento. Ni el enclaustramiento ni los gritos de Danielle ni el dolor y la impotencia que sentía al no poder hacer nada.

-¡Tienen que sacarlo de allí!.--exigía la bailarina pelirroja.

Aun estando en el despacho de Madame Battery con la puerta cerrada, era imposible no oírla. Sin embargo, ______ estaba de acuerdo con ella y estaba haciendo un esfuerzo titánico para no entrar y apoyarla. Pero la mujer había pedido que la dejasen a ella lidiar con el asunto y prefería no desobedecerla. Bastaba una sencilla chispa para que los ánimos saltaran por los aires.

Fue Diésel quien los había avisado. Diego había sido apresado después de un breve interrogatorio en el que los dirigentes se limitaron a corroborar lo que ya sabían: que era un rebelde y un centinela traidor.

______ apretó los puños con fuerza hasta sentir las uñas atravesando la piel. ¿Cómo habían dejado que fuera? ¿Cómo no lo habían impedido? Alguien tendría que haber previsto eso. Diésel. Su contacto en la Torre. La propia Madame Battery. Pero ya era tarde. No quería pensarlo. Se negaba a imaginar las atrocidades a las que someterían a Diego por haber actuado así. Sabía que no se limitarían a castigarlo con la muerte sino que buscarían otra venganza. El propio rostro de Zayn era un recordatorio constante de lo que podía estar pasando y era incapaz de mirarlo aunque lo tuviera enfrente.

-Deberíamos atacar ahora mismo.--dijo ______, golpeando la mesa de trabajo del inventor con los puños.

-¿Y que nos maten a todos? Sabes que no es buena idea.

-¡Si no actuamos deprisa, van a matar a Diego!

Por encima de ellos, les llegó el rumor de los gritos de Danielle.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo sabiendo lo que le van a hacer?.--le dijo ______.

Zayn dejó la máquina que estaba arreglando y la miró.

-Que no lo muestre no significa que no esté preocupado, ______. He crecido junto a Diego y podría haber venido con nosotros al exterior, si hubiese querido. Pero él sabía a lo que se exponía formando parte de los rebeldes y nunca se perdonaría que por su culpa hubiésemos muerto. Battery tiene razón: hay que esperar.

-¡¿Pero esperar a qué?!

La chica llevaba allí abajo toda la noche. Billie se había ido a acostar hacía un rato, incapaz de mantenerse despierta por más tiempo. Con Scarlett no había vuelto a hablar, pero sabía que también estaba en la cama, aunque dudaba mucho que pudiera conciliar el sueño.

El Batterie se le había quedado pequeño. Más después de haber vivido en el mundo exterior tanto tiempo. Pero encima los pisos inferiores, con la humedad y las luces vacilantes de las bombillas, la hacían sentirse como una rata atrapada en una cloaca.

-No puedo quedarme ni un minuto más.--decidió, levantándose.

-Tienes que aguantar. Los centinelas no tardarán en saber con qué gente se relacionaba Diego. Antes o después aparecerán por aquí y...

La puerta del piso superior se abrió y alguien bajó por las escaleras hacia el garaje.

-______, ¿estás aquí?.--era Danielle. Cuando se asomó, vieron que llevaba el rímel corrido y los ojos enrojecidos.--Madame Battery... quiere que subas.

Era la primera vez que la bailarina se dirigía a ella sin tono de burla, odio o desprecio, y ______ agradeció que Danielle no lo hubiera pagado con ella porque estaba tan destrozada que no habría sabido cómo reaccionar.

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