Déjate Amar

Capitulo 9 ¿Cuál es tu problema?

Candy se perdió en aquellos ojos de cielo que la observaban de una manera diferente, nunca antes había visto aquella mirada obscurecida, sus brazos la apretaban posesivamente y después como si la fuerza de un imán la atrajera se perdió en esos labios rojos de los cuales salía un cálido aliento que quemaba sus mejillas, estaba perdiendo la voluntad ante aquella cercanía y para aumentar aquella zozobra los humedecido levemente, lo cual lo hacía parecer más seductor y entonces un temblor se apodero de su cuerpo sin que ella pudiera evitarlo

Albert estaba decidido su razón estaba nublada por el inquietante deseo que sentía de besarla ,quería borrar el recuerdo de Terry de un solo golpe, se negaba a aceptar que ella siguiera amándolo pero en el fondo esa maldita duda estaba quemando su alma, se sintió cobarde por no hablarle desde un principio de lo que tanto se trataba de negar, aquello que ya no podía ocultar lo que sentía por Candy no era amor fraternal, nunca lo había sido, siempre observó desde la lejanía hasta verla crecer, siempre la amo aunque jamás lo pudiera reconocer.

Observo sus ojos llorosos que lo miraban atentos, sus labios rosas entre abiertos que lo incitaban a tomarlos entonces ella bajo un poco la mirada y tembló ¿La estaba asustando?,¿Qué tonto había sido!Se aparto terriblemente confundido, asqueado de él mismo y de lo que estuvo a punto de hacer se suponía que él debería de darle seguridad y solo la decepcionaba cada día mas

La soltó suavemente, se estaba arriesgando a que ella huyera pero se sentía tan avergonzado que no la culparía si lo hiciera, se sentó sobre la hierba , dejándola en completa libertad , escondió su cara entre sus rodillas, no se atrevía siquiera a mirarla a la cara, tomo sus cabellos con sus manos, después cerró los ojos como si buscara dentro de si mismo la calma que tanto le estaba haciendo falta en ese momento

-Lo siento mucho Candy-susurró con cierto temblor en su voz-Debí decírtelo anoche

-No te preocupes Albert-se sentó un poco sobresaltada y lo vio en la tratando de buscar su rostro que seguía oculto entre su propio cuerpo-Lamento seguir comportándome como una niña

-No, no lo hiciste-dijo levantando la mirada-Creo que después de todo sigo siendo él mismo de siempre, solo actuó sin pensar mucho, quizá no merezco ni un poco de tu confianza, después de todo tienes razón no he hecho más que ocultarte las cosas ¿Quién se fiaría de mi?

Entonces ella se tan ruin por haberle gritado tantas cosas mientras corría como una niña inmadura, su mente se negaba a recordarlo pero ella lo sabía y él no era sordo ni tonto para no haberse dado cuenta, entonces sintió como sus mejillas ardían de pena, nunca hubiese querido herirlo comprendía que ninguna maldad había en él al ocultarle la noticia de la muerte de Susana, fue el mismo motivo que lo orillo en años anteriores a ocultarle los diarios, no quería que ella sufriera, ese hombre siempre se preocupaba en exceso por ella y ¿Cómo se lo agradecia?Lo insultaba y se molestaba con él, eso no era justo

-Albert, discúlpame por actuar como una tonta, en verdad lo que dije no es lo que siento, yo te agradezco que te preocupes por mí, eres un buen amigo

Cerró los ojos y soltó el aire "amigo" ¿Siempre tenía que recalcarle que solo eso era en su vida?Ahora no sabía con quien estaba más enfadado si con él o con ella por ser tan oportuna o con su educación o con la suerte de ser quien era,ser Albert era más fácil,que ser William...

Se puso de pie y la ayudo a hacer lo mismo, ella lo abrazo efusivamente, tal vez así entendería la necesidad que tenia de ser perdonada por él, pero la realidad era que él se encontraba un poco molesto por lo que inmediatamente la aparto delicadamente

-Candy es muy tarde tenemos que irnos-se puso a andar

-Sí, lo sé-murmuro pero dudaba que él la escuchara