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Los días pasaban con rapidez, los adultos no podían creer como ya había pasado un mes y aún tenían cabello, no se les había caído por el estrés y no saben si eso puede ser un logro. Sinceramente, Luzu no creyó poder manejar eso, pero no es hasta ahora que se da cuenta de que lo ha logrado al no estar solo y tener un apoyo como Auron a su lado.

Pero claro, no todos los días son de color rosa y ese justo, no parecía ser el mejor de ellos.

¡Rodolfo! — gritó Luzu ante el berrinche que estaba haciendo el pelinegro de ojos verde lima, quien había tirado su comida al suelo mientras se cruzaba de brazos y se sentaba en el sillón de la sala con su rostro demostrando molestia — ¿Por qué hiciste eso? — le reprendió, cruzándose de brazos mientras miraba severo al niño frente suya.

El pelinegro no dijo absolutamente nada, se mantuvo de brazos cruzados mirando a otro lado para evitar mirar el ojo carmesí del mayor.

Está no es la primera vez que haces un berrinche así — le recriminó, observando de reojo los restos de comida en el suelo, recordando como anteriormente ha realizado el mismo acto — Si no nos dices que te sucede, no tendremos de otra más que castigarte.

Los ojos verde lima de Rodolfo levantaron su mirada para ver a Auron en la cocina, cargando de Cieluzu mientras le daba el biberón.

No me importa — dijo en un susurró que el mayor escucho claramente.

¿Qué dijiste? — le estaba desafiando, aquel comportamiento del niño era algo que no le estaba gustando para nada y eso le obligaría a tomar medidas que no le gustaría tomar, medidas que había evitado con la esperanza de que el menor pudiera aprender y comportarse menor.

Pero es que desde hace unas semanas, el pelinegro había adoptado en algunas ocasiones una actitud rebelde que los adultos no comprendían a que se debía, el niño no soltaba ninguna palabra respecto a esa rebeldía.

Qué no me importa — repitió esta vez más alto y claro, siendo incluso escuchado por Auron, quien se acercó frunciendo el ceño, claramente molesto.

La boca del castaño de flequillo se abrió para decir algo, pero las palabras no salían de sus labios, estaba sorprendido; aquella era la primera vez que el niño se atrevía a desafiarlo en medio de un regaño, comúnmente se mantiene en silencio, pero esta vez no fue así.

Entonces tampoco te importará que te coloquemos un castigo ¿No? — fue Auron quien tomó el mando de la situación, sonriendo sin gracia hacia el berrinchudo, quien escuchaba en silencio, chasqueando su lengua con fastidio — Una semana encerrado en tu habitación — Rodolfo no replicó, no hasta que el mayor continuó Sin televisión.

¿Qué? — alzó su mirada para ver a ambos adultos con sorpresa, ellos no podían estar hablando enserio, todo menos la televisión.

¿Creías que te dejaríamos salir de tu habitación sólo para ver caricaturas? — no pudo evitar dejar salir una risa seca y cortante, lo que hizo temblar al menor y hacerle bajar su cabeza, mirando directamente al suelo — No mocoso, cuando digo que no podrás salir de tu habitación, es no.

Y como sigas con esa actitud, tendremos que elevar el castigo ¿Eso es lo que quieres? — el pelinegro negó leve, sintiendo la mirada de los adultos — Bien, entonces ve a tu habitación ahora mismo y piensa en lo que has hecho.

Rodolfo se bajó del sillón para subir a su habitación, en donde pateó su cama molesto.

Mala idea.

Se quejó cayendo al suelo mientras sostenía su pie que dolía por el golpe, las repentinas ganas de llorar le invadieron, pero se encontraba más frustrado como para querer llorar por todo aquello.

Se quejó cayendo al suelo mientras sostenía su pie que dolía por el golpe, las repentinas ganas de llorar le invadieron, pero se encontraba más frustrado como para querer llorar por todo aquello

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Abrazó sus rodillas atrayéndola a su pecho, escondiendo su cabeza entre ellas mientras sollozaba en silencio, escuchando a los dos adultos discutir justo frente suya. Todo a su alrededor era confuso, el llanto de Cieluzu le estaba atormentando; sin embargo, las voces de ellos si las podía escuchar claramente.

¡Hay de deshacernos de él! — la voz inconfundible de Auron le hizo aumentar sus sollozos, se encontraba mal, no deseaba escuchar como ambos peleaban por su culpa — Es un jodido estorbo, me da asco de solo verlo, es fastidioso y nunca se calla.

¡No digas eso de él! — el castaño le apuntó con su dedo en advertencia, se podía ver la ira destellar de su ojo carmesí, que lentamente se oscurecía para dar paso a un color negro que se extendía por todo su ojo.

¡Pero es la verdad! ¿Quién querría a un niño tan inútil como él? Solo sabe hacer berrinches y faltarnos el respeto — el pelinegro de ojos verdes levantó su cabeza mientras sus ojos llorosos observaban la escena con dolor, se sentía terrible, aquella sensación de abandonó que se instalaba en su pecho le atormentaba con fuerza — En cambio, Cieluzu es todo lo que queremos de un hijo.

Auron, para — aquella voz profunda hizo eco, dando un ambiente tenebroso que el de slime pareció ignorar.

Debimos matar a Rodolfo Junior cuando tuvimos la oportunidad.

El pelinegro de ojos lima gritó cubriendo luego su boca con fuerza al presenciar cuando Luzu golpeó al adulto menor directo en su mejilla, haciéndolo tambalear, quedando desorientado. Pero aquello no se limitó a un solo golpe, el castaño de ojo negro se abalanzó al de naranja, quien no dudó en defenderse como podía, bloqueando y devolviendo golpes.

El niño no podía soportarlo, se levantó lo más rápido que pudo y quiso huir de ahí, pero la zona cambió dramáticamente, ahora se encontraba en una plataforma rojiza, muy alta, ni siquiera podía respirar muy bien. Con cuidado miró hacia abajo, estando en el borde de la plataforma; no le tenia miedo a las alturas, pero aún así se sentía angustiado, respirando agitado mientras sudaba por el miedo.

Di adiós, Rodolfo — se giró rápidamente, encontrándose de frente con un hombre alto, con potentes ojos morados y alzando una espada de diamante que bajo rápidamente hacia su dirección, ejecutándolo.

Despertó gritando, sentándose en la cama mientras cubría sus ojos, desatando un fuerte llanto que no le importaba si resonaba en toda la casa.

Estaba aterrado, creyó que todo aquello estaba sucediendo, que los adultos peleaban, que Auron le detestaba y que ese hombre le mataría. Lo había sentido todo tan real, que su corazón latía con rapidez por lo mal que lo pasó, temblando incluso por el miedo.

No quiere que eso llegue a pasar, no quiere verlos pelear, no quiere que Auron le odie o piense en lo inútil que es, no quiere acercarse a una espada en su vida y mucho menos quiere morir.

Parents | Luzuplay [Karmaland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora