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- Bienvenida otra vez, Lana - la voz agotada y rasposa del mayor hizo preocupar a la rubia, además de las ojeras que se encontraban peores a las que comúnmente tenia y su actitud cansada que se notaria a kilómetros de distancia - Adelante...

- Luzu... Are you ok? - la menor estaba preocupada, el mayor le había llamado esa mañana para pedirle que viniera más temprano, con gusto accedió sin preguntar porque, pero ahora que le veía en ese estado, se daba cuenta de que algo andaba mal.

- Si, estoy bien, sólo... Voy a salir a buscar a Auron, desde ayer no ha vuelto... - la mujer asintió entrando a la casa, dejando una caja de regalo en la mesa frente al sillón de la sala para volver con el castaño - El cumpleaños sigue durmiendo, si despierta y pregunta, dile que fui a comprar unas cosas o algo...

Lana asintió una vez más mientras veía como el mayor tomaba su mochila con sus herramientas básicas antes de salir, optando por ir caminando y no en chocobo para buscarlo igualmente por el camino. Iría a casa de Fargan primeramente, así que emprendió rápidamente camino a ella.

Podía ver a los mobs quemarse por los rayos del sol, incluso pasaba al lado de las arañas sin ser atacado, estaba muy centrado en su objetivo y en cuestión de minutos ya se encontraba en el pueblo, atravesándolo para poder llevar a la casa más rápido.

- ¡Luzu, compañero! - ni siquiera se giró o se detuvo para esperar a quien le llamó, continuó con su camino haciéndolo tener que aumentar su velocidad para alcanzarle - ¡Joder! ¿A donde vas tan rápido?

- Alex, estoy un poco ocupado yendo a casa de Fargan para buscar a Auron - explicó brevemente mirando al más bajo unos segundos - No se que le hizo Fargan pero no responde mis llamadas.

- ¡Espera! ¿Auron? - tomó del brazo del mayor para detenerle, teniendo toda su atención sobre el que vestía con su uniforme de policía - Él esta en la cárcel ahora mismo.

Luzu parpadeó perplejo, analizando las palabras del menor cuidadosamente.

- ¿Qué? - preguntó finalmente, sin entender la situación.

- Lo que escuchaste, Auron esta en la cárcel - repitió nuevamente Alex, mirando con pena al mayor antes de continuar - Fargan lo proceso todo ayer, es la primera vez que lo hace y la verdad es que ha sido una pena que fuera con Auron, pero se lo merece.

- Alexby, no te estoy entendiendo - confesó frunciendo ligeramente el ceño, intentando unir cabos - ¿Por qué lo ha metido en la cárcel?

- Asesinato a un familiar, específicamente, al hijo de Fargan.

Luzu maldijo en voz baja, cubriendo su rostro mientras suelta un fuerte suspiro para intentar relajarse. Sabia que no debió dejarle ir a casa de Fargan, que debía quedarse allí lejos de ese sopa de veneno, pero le dejo ir y es por ello que se había metido en un gran lió del cual no se podría liberar fácilmente.

- Conoces cuanto es la condena ¿No? - le pregunto el más bajo, a lo que asintió, negándose a verle.

- Un año.

Alex asintió, sonriendole con lastima, conociendo lo unidos que eran ellos dos y sabiendo que el castaño estaba muy afectado por todo eso ahora. Luzu siempre fue su compañero de desahogo y con el que salia de compras mayormente, ambos conocían sus secretos y confiaban entre si lo suficiente para mantenerlos así.

- Con suerte, el buen comportamiento podría reducir la condena, pero depende de que tan bien se comporte... - murmuró dando unas cuentas palmadas en la espalda del mayor para darle consuelo - ¿Quieres... verlo?

El castaño finalmente se sacó las manos del rostro, mirando con su ojo carmesí al comisario, negando con pesar para luego despedirse de su amigo, agradeciéndole por la ayuda, en realidad, por todo.

Se dio media vuelta para volver a casa, intentando ignorar el sentimiento desagradable que se alojaba en su pecho.

¿Cómo le diría Rodolfo que Auron no iría a su cumpleaños? ¿Cómo le diría que no volvería hasta dentro de un año?.

- ¡Mami! - la voz alegre de Rodolfo se escuchó nada más el castaño entró a la casa, corriendo hacia el adulto con sus brazos abiertos mientras este se agachaba para quedar a su altura y así poder abrazarse con fuerza

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- ¡Mami! - la voz alegre de Rodolfo se escuchó nada más el castaño entró a la casa, corriendo hacia el adulto con sus brazos abiertos mientras este se agachaba para quedar a su altura y así poder abrazarse con fuerza.

El pequeño rió con fuerza cuando el adulto le levantó y comenzaron a girar por la sala a la vez que Luzu cantaba feliz cumpleaños de forma graciosa, como si fuera una obra de teatro; la rubia que miraba todo simplemente sonrió admirando la linda escena. Una vez el pelinegro fue dejado en el suelo, pareció recordar algo y tomó la mano del mayor, tirando de ella.

- ¡Mami, mira lo que me dio tía Lana! - tirando de su mano, le guió al sillón donde reposaba una caja de regalo abierta y al lado, muchos dulces y juguetes pequeños que el niño comenzó a enseñarle con emoción.

Luzu sonrió suave, pero su sonrisa se fue borrando poco a poco.

- Y... ¿Donde está papá? ¿Esta trabajando? - preguntó de pronto Rodolfo al notar como el adulto no había llegado junto a su padre como creyó que lo haría; Luzu apretó sus labios antes de suspirar, llevando sus manos al cabello del menor mientras lo acomodaba.

- Así es, tiene que hacer un viaje importante lejos, muy lejos... No va a poder venir a tu cumpleaños, Rodolfo - dijo con pesar, tomando la carita ahora entristecida de su hijo para besar con suavidad su frente, como si quisiera disculparse por lo de su padre.

- ¿S-Se va a perder mi fiesta? Y... ¿El pastel? - su voz comenzaba a escucharse quebrada, posando sus manitos contra las del adulto, haciendo un pequeño puchero tembloroso por sus ganas de llorar.

- Lo siento, honey - su voz inevitablemente se quebró igualmente, pero se mantuvo fuerte, lo más que podía - Ven, te quiero dar nuestro regalo para ti - le sonrió un poco, a lo que el menor asintió mientras era soltado y así poder seguir al castaño hasta donde se encontraba el regalo .

En sus pequeñas manos se le fue puesta una caja de regalo, la cual abrió con cuidado para ver el contenido de esta, abriendo sus ojos como platos mientras entre sus manos tomaba el objeto.

- E-Es el arco q-que vi en la tienda - murmuró sorprendido, pasando sus dedos por la madera tallada con un diseño bastante diferente al arco de su mamá - M-Me encanta - sollozó sonriendo para luego abrazar al mayor con fuerza, a lo que el abrazo fue correspondido igualmente - Y-Yo quería que me e-enseñarás a usarlo, quiero s-ser igual de fuerte que ustedes...

Luzu sonrió un poco, acariciando la espalda del menor mientras asentía. Ya Rodolfo estaba creciendo y ahora que conocía los peligros del mundo, veía bien enseñarle a defenderse. Claro, se encargaría de cubrir las puntas de las flechas para evitar accidentes.

Al separarse del abrazo, el castaño se dirigió un momento hacia el bebé que la rubia tenia en brazos, dispuesto a saludarle igualmente, dejando atrás a Rodolfo, quien con sus dedos acarició la madera del arco, limpiando luego sus lágrimas intentando no pensar mucho en el abandono de su padre.

Él prometió que estaría en casa para cuando despertara, pero ni siquiera va a venir a su cumpleaños.

Parents | Luzuplay [Karmaland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora