turra ; trueno

c u a r e n t a y c i n c o

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catalina había conseguido trabajo como maquilladora de modelos, por suerte una pequeña empresa de fotógrafos la había contratado para maquillar a las personas que venían a hacer una sesión de fotos. no todos los días trabajaba pero, últimamente iba tres veces por semana más los sábados a la mañana temprano, por lo que la dejaba agotada al punto de no salir siempre como lo hacían con los chicos.

—amor—se escucha del otro lado de la linea—acabo de terminar el tema, en unos días sale pero tengo el tema para mi y...

—hola amor que bueno, me esperas cinco que termino de maquillar a esta chica y te llamo? ya termino.

—sí dale te espero—contesta algo desilusionado

—gracias te amo

—yo a vos.

esta corta la llamada y sigue con lo que estaba haciendo, sonríe al ver su trabajo. estaba cada vez más orgullosa de si misma de lo que podía llegar a hacer.

—como siempre un gran trabajo catalina, pasá por la oficina que te damos tu paga del mes—esta asiente sonriente

una vez que termina de guardar todas sus cosas, agarra su mochila y pasa por la oficina donde cobra y sale sonriente.

decide comprar helado para comer con mateo y así lo hace, al salir de la heladeria eran pasadas las ocho y media de la noche y todavía no entraba al barrio por lo que tenía un poco de cagaso pero no lo iba a demostrar al caminar.

esta se gira cuando siente una camioneta andar despacito detras de ella.

—solo unas tres cuadras más—susurra

maldice internamente al no haberle dicho a mateo o alguno de sus amigos que la esperaran pero no quería ser molestia.

—sos mia putita—escucha detrás pero esta empieza a correr

la camioneta seguía avanzando despacito y el hombre la seguía a paso apurado, con sus brazos temblando al igual que sus piernas logra entrar al barrio. con el chabón aún siguiendola esta tropieza con una piedra y la hace caer al piso donde raspa su cara pero rápidamente se levanta.

—que onda cata—saluda diego, uno de los más conocidos del barrio.

esta mira para atrás para ver si la seguían pero no, el chabón se había ido.

—todo piola?

—no—susurra y se caen unas lagrimas

—que paso?—pregunta

—una camioneta me estaba siguiendo...un chabon medio petizo me estaba siguiendo hizo media cuadra nomas.

—viste para donde se fue?

—doblo recien en la esquina, pegó la vuelta, no se animó a entrar más.

este chifla haciendo que toda su junta venga y empiece a ir para el lugar donde se había ido la camioneta.

—tranqui wacha ahora llamamos a tu vieja o a tu novio

pero no hizo falta que diga otra palabra más porque mateo ya estaba corriendo y junto a el su grupo de amigos.

—son re chismosos en este barrio de mierda—trata de bromear esta pero sin gracia

un segundo más tarde siente como unos brazos la envuelven y la apegan su pecho, el olor característico de mateo entra por las fosas nasales de ella y siente paz finalmente.

—estas bien?—este agarra su cara y roza la herida de su rostro con su dedo—cata, estas bien?

—sí mateo solo fue un susto—responde

pero mateo sabía que no estaba bien, se le notaba en la voz.

—para donde se fue?

—no, no vayas

—cata...

—no mateo, no me pasó nada, estoy bien. además ya fueron los otros, quiero que estés conmigo.

mateo suspira y asiente, no podía ni quería dejarla sola pero también quería encontrar a ese hijo de puta que la siguió.

—estas bien?—pregunta camilo abrazándola y esta asiente

—diego!—grita antes de que este se vaya—no le avises a mi vieja o se va a poner mal.

este asiente a su pedido, y sale para ir a buscar a la camioneta, iba a ser difícil encontrarla pero iban a tratar.

—tenemos que hacer la denuncia—dice camilo 

—no me van a dar bola y menos si no se la patente, además la yuta nunca hace nada.

(•••)

juani y valeria había ido lo más rápido posible hasta la casa de la morocha apenas se enteraron, estuvieron ahí un largo tiempo pero eso de las dos de la mañana se habían ido camilo, juani y valeria.

—segura que estas bien?—pregunta mateo mientras ambos se cambiaban para ir a dormir

—si amor

mateo suspira y se sienta en la cama frustrado.

—que pasa?—pregunta esta metiéndose entre sus piernas una vez que se puso el buzo 

—soy un estupido, me enojé porque me cortaste rápido y no te volví a llamar para ir a buscarte y pasaste por ese momento de mierda todo por mi...

—pará wacho—esta levanta su cabeza para que lo mire—no es tu culpa, no es culpa de nadie más que de los hijos de puta que me seguían, que tienen una mente retorcida de ir y seguir a pibas como si fuésemos una presa.

—pero si yo...

—mateo no es tu culpa, basta de decir eso.

—pero me siento culpable

—pero no es tu culpa que te quede clarito. lo único que me preocupa es las demás pibas que andan solas en la calle y estos hijos de re mil puta siguiéndolas, me enferma de solo pensarlo.

—perdoname

—dios mateo no hiciste nada malo—esta besa sus labios para tratar de tranquilizarlo

—voy a publicar una historia para que tengan cuidado las chicas, pero me da bronca no poder ir yo mismo a buscarlos y romperle la boca.

—a mi tambien me da bronca amor, pero si hacemos eso podemos terminar mal nosotros.

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***

maratón 01|??

*HOY DOBLE CAPITULO porque iba a publicarlo ayer y no se porque mierda se borró*

holis solo quiero decir que por favor tengan cuidado (ahora no porque estamos en cuaretena) pero por favor siempre acompañadas por alguien, si? 

asi tengan 18, 25, 30, 40 o 50 estos hijos de puta no diferencian entre edades, son así.

este capitulo es para darle un poco más de realidad a la novela, porque si no estuviesemos en cuarentena ¿cuantas cosas de estas pasarían? (y si deben pasar y por ahí ni nos enteramos)