Nieve en verano

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Jack.
-¡Buenas noches! -Entré al despacho de Norte con mucha energía, me gustaba entrar de golpe y a Norte le daba risa cada vez que lo hacía porque hacíamos enojar a sus duendes que intentaban anunciar mi llegada. Esta vez el duende que lo había intentado, harto de la situación lanzo su gorrito al piso, mirándome con los ojos entre cerrados azotó la puerta al salir.

-Jamás deja de ser gracioso. -Carcajeó Norte.

-¿Qué estás haciendo? -Curosié todo lo que había encima de su escritorio, tomando uno que otro juguete.

-Descansando. -Se dejó caer en su gran silla, tomando una galleta con chispas de chocolate. -Al parecer este año nos pusimos las pilas y vamos a terminar antes de lo esperado.

-¿Qué me va a traer este año Santa? -Habían nuevas esferas de nieve en su estantería, entonces pensé en Elsa, y me preguntaba si a caso ella habría festejado la navidad de pequeña.

-Con el carbón de este año podrías hacer una parrillada- Volvió a carcajear mientras mordía su galleta.

-Oye Norte, en serio. ¿Me puedo llevar una esfera de nieve?-Dije tomando para mí la más hermosa esfera, tenía unas pequeñas flores amarillas con un césped verde y al agitarla la nieve parecía caer sobre ellas.

-¿A qué has venido exactamente?- Me miró extrañado, se levantó y me quito la esfera de las manos. -Es nueva, ¿Puedes ver? Están en su punto, como si fuera primavera pero... -La agitó- de pronto cae nieve y las cubre por completo.

-Es hermoso... -Dije abobado. -Pero imposible. -Desperté del trance.

-Nada es imposible, Jack. -Norte volvió a sentarse dejándome nuevamente la esfera. -¿Y entonces? ¿Cómo te ha ido en tus tareas? ¿Cómo van las nevadas? -Alzo una ceja.

-Pues bien, creo. -Rasqué mi cabeza. -No te preocupes, mi deber es mi deber.

-Bien dicho muchacho, ahora salte de aquí, tengo trabajo que hacer.

-¿Me puedo quedar la esfera?

-¿Si te digo que sí me dejas trabajar?

-¡TRATO! -Dije rápidamente, saliendo de su despacho con el aire, el tiempo con Norte siempre se manejaba diferente y suponía que era ventaja para él, así podía prepararse bien para noche buena.

Quería volar hasta donde Elsa, pero sabía que apenas estaba amaneciendo, no quería verme desesperado. "Un minuto... ¿Por qué estaría desesperado por verla? Yo tengo cosas que hacer" sacudí la cabeza como siempre hacia para concentrarme.

Elsa.
No había podido dormir, no después de esa pesadilla y al mirar el cielo naranja agradecí en silencio por el amanecer, naturalmente no le prestaba atención a las pesadillas ni a la oscuridad de la noche, quería pensar que estaba suseptible por la pelea que había tenido con Anna.

Tomé la frazada con la que Jack me había tapado y salí en cuanto tuve la oportunidad.

-Que madrugadora su alteza. -Escuché la voz de Jack detrás mío. Me sentía aliviada de conocerlo, después de dejar el castillo, Arendell y todo lo que era mi antigua vida no tenía con quién conversar mucho, los Northuldra siempre tenían cosas que hacer y no les quería estorbar, por eso siempre mantenía mi distancia.

-Me gusta dar paseos por las mañanas.

-¿Con este frío viento de otoño tan temprano? Debes estar loca. -Sonreí ante ese comentario, no estaba acostumbrada a reír ni carcajear, mi padre solía intentar hacerme reír cuando era niña, pero siempre tenía otras cosas en mi cabeza que apenas consiguía sonreír a sus bromas.

-No pero en serio. -Añadió Jack. -Te puedes enfermar, por cierto te traje algo... -Vi como metía su mano dentro de un pequeño bolso café de cuero, se veía viejo pero servible.

Alcé la mirada y Ryder se acercaba velozmente en su reno, Jack se percató de ello y dejo de buscar, mirándonos con atención.

-¡Elsa! -Gritó bajandose del reno.

-Ryder, buen día. -Me acerque a él.

-Te traje ésto. -Bajo un pequeño cesto de moras. -Escucha, no me quiero meter en esto pero Kristoff me contó lo que sucedió antes de que se fueran.

-¿Te contó?-Lo miré avergonzada.

-Estaba preocupado por ti, y supuse que estarías triste o cabizbaja. Mira. -Me entrego el cesto- Los recolectamos Honeymaren y yo ayer por la tarde, aún están muy buenos. Come y llenate de energía. -Puso con fuerza su mano en mi hombro, cosa que alertó a Jack y a mí me tomó por sorpresa. -Sé que todo se va a solucionar.

-Gracias Ryder. -Sonreí amablemente.

-De nada, ten un buen día y pasa por la tarde, comamos todos en grupo.

-Ahí estaré. -Subió al reno y se alejo, mire la cesta.

-¿Quién era?

-¿Ryder? Un northuldra, son muy amables conmigo. -Sonreí y le acerque la cesta. -¿Quieres?

-No, no tengo apetito. -Dijó tapándose con la capucha de su sudadera.

-¿En serio? -Suspiré. -¿Entonces que ibas a darme?

Lo mire dudar un poco.

-Pues en realidad n-no es nada. -Desvió la mirada sonrojado, incline un poco la cabeza para observarlo más de cerca.

-¿Jack estás bien?

-Vamos a dar tu paseo matutino, te acompaño.

-¿Estás seguro?

-Sí vamos. -Comezó a caminar delante de mí y no tuve otra opción más que seguirlo. A veces las cosas entre los dos era muy natural, comenzaba a gustarme su compañía pero no lograba entender porqué él era tan cambiante conmigo, en unos momentos él era amable, otras jugueteaba y después se convertía en esto, en alguien que apenas conseguía mantenerme la conversación.

Mi experiencia con chicos no era la mejor, cuando gobernaba los jóvenes comerciantes me hablaban con demasiado tacto y respeto, jamás había tenido amigos, los únicos amigos que había llegado a tener era la servidumbre del castillo cuando era pequeña, no sabía si todos los chicos se comportaban de este modo, ojalá Anna y yo no estuviéramos en esta situación, ella sabría decirme que estaba pasando.

-Te ayudo con eso. -Jack rompió el silencio y tomo el cesto de mis manos, no pude decir nada, estas acciones y su forma de comportarse eran las que más me confundían. Pero estaba feliz, en ese instante me alegraba tenerlo a mi lado.

[....]

Hola chicos, aquí Natalia reportándose.
Recuerden tomar sus precauciones y lavarse siempre sus manitas.
Desgraciadamente hace unos días di positivo para el virus que esta de moda y estoy tomando las medidas necesarias para aislarme y recuperarme, estoy bien, gracias a Dios vivo sola y no corro el riesgo de infectar a los demás.
Estaré subiendo capitulos diarios para los que estén en cuarentena.
Gracias por leer. 🖤

Muéstrate. ( Terminada. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora