Primera llamada.

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Jack.
Espere a que todos estuvieran dormidos, a que las luces de cada dormitorio se apagarán y el reino se encontrará en silencio.
Mire a mi lado y Kristoff dormía como bebé, me levanté con delicadeza y salí del cuarto. Escuche un pequeño ruido en el techado más alto del palacio y subí a investigar que era.

-¿No puedes dormir? -Anna se encontraba sentada abrazando sus piernas.

-Jack, hola. -Se hizo a un lado invitándome a sentarme a su lado. -¿No puedes dormir tú?

-Podría decirse. -Me senté a su lado y quedamos en silencio un buen rato.

-Jack... Yo. -Acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja. -Lo siento, tú sabes, todo eso del asunto de creer en ti y también me disculpo por Kristoff, no quiso decir lo de campanita, solo estaba impactado. 

-No te preocupes, no pasa nada. -Sonrei.

-¿Te puedo pedir un favor? -El viento de la noche movía su cabello y ella se abrazaba a sí misma más fuerte para evitar sentir el frío. -Cuida de Elsa, a veces ella es testaruda, aprendió a arreglar las cosas por su cuenta, siempre ha sido muy independiente y tengo miedo.

-¿Sucede algo? -Anna negó con la cabeza.

-Sólo me preocupa. -La mire con ganas de contarle lo que había pasado durante aquel paseo matutino pero me interrumpió cuando pensaba abrir la boca. -Te gusta mi hermana, ¿no? -Me sonroje y desvíe la mirada, tenía claro mis sentimientos pero escucharlos en voz alta me avergonzaba. -Por supuesto que te gusta. -Comenzo a reír. -A veces puede ser un poco fría, que hironía, pero tú entiendes. Solo... No le rompas el corazón. -Se levantó y yo la mire con cuidado en caso de que resbalara, palmeó mi hombro y se estiró bostezando. -Descansa Jack. Gracias por esta plática, me agradas.

Bajo el tejado y entro por una ventana, se notaba que era experta subiendo los techos del palacio, sí que era una reina inusual.

"Pero cuál plática sino me dejó hablar casi nada"

Me quedé sentado un rato, desde la altura en la que me encontraba se podía ver todo Arendell, era un reino hermoso, muy campirano pero bonito.  Tooth tenía razón, podría ser que realmente me gustará, pero aún era muy pronto para darlo por sentado.

"Jack..." Escuché un susurro profundo llamándome, me levanté rápidamente buscando aquel sonido pero no había nadie excepto yo. Tal vez lo imaginé, volé con mi báculo a cumplir mis tareas de guardián para regresar por el amanecer.

[....]

Elsa.
El sonido de una campana me hacia abrir los ojos, apenas había logrado enfocar mi vista cuando ya tenía a Anna mirándome emocionada.

-¿Qué hora es? -Me frote los ojos.

-6 de la mañana. Levántate, levántate.

-Estás loca, ve a dormir. -Me di la vuelta tapando mi cara con una almohada.

-Está bien. -Junto sus manos por detrás y salió dando pasos largos pero lentos. -Le pediré a Jack me ayude entonces.

Me levanté haciendo pucheros, eso me pasaba por querer presentarles a Jack.

-Vale, vale. Ya estoy despierta.

-Te dejé un cambio de ropa en la comoda, vamos a desayunar.

Me cambié y salí separando mis cabellos con los dedos.

-Buenas días. -Kristoff nos alcanzó en las escaleras.

-¿También despiertas a estas horas? -Le pregunté. -Y yo que creía que era madrugadora.

-Me acostumbre por Anna.

Olaf entraba bostezando.

-¡Elsa! -Gritó emocionado al encontrarse conmigo y yo abrí mis brazos para abrazarlo.

-¿Donde te habías metido? -Pregunté abrazándolo.

-Prefiero dormir con Sven ahora. Creo que Kristoff tiene pulgas. -Me confesó con voz baja.

-¡Que mentira! -Protesto Kristoff y Anna rió. -¿No es así? -Buscó refugio en Anna.

-Por supuesto que no, cariño.

-Un minuto... ¿Y Jack?-Pregunté mirando a Kristoff

-Dijo que tenía unas cosas que hacer pero que volvería después.

No entendía porque pero me sentía un poco triste, "Me hubiera gustado que me avisará a mí".

-¿Jack? ¿Quién es Jack? -Preguntó Olaf extendiendo sus finos brazos de madera.

-Un amigo de Elsa que al parecer "no podemos ver" sino creemos en él. -Se burló Anna.

-Un amigo que no puedes ver sino crees en él. -Olaf comenzó a reír. -Como campanita.

-¡Ven! ¡No estaba equivocado. -Kristoff se emocionó al ver que alguien coincidía con él y yo voltee lo ojos riendo.

-La historia de campanita ni siquiera es así. -Intenté defenderlo en su nombre.

-¡Espera! -Dijo Olaf enojado. -Dijiste que era un secreto.

-¿Tú ya lo sabías Olaf? -Se acerco Anna ofendida y yo hacía señas para que Olaf se callara.

-Sí, pero Elsa me pidió que guardara el secreto.

Golpee suavemente mi frente con la palma de mi mano.

-¿Que tú hiciste qué? -Anna me miró con aquella cara que hacía cada vez que regañaba a Kristoff.

-No era el momento. -Intenté excusarme.

-Muy bien, vamos a desayunar pero que conste que no hemos terminado está conversación. -Reí ante su amenaza y nos dirigimos hacia el comedor a desayunar.

Jack.
Volaba a toda velocidad con Tooth a mi lado.

-¡¿Estás segura?!

-No lo sé Jack, fue lo que me dijo conejo. -Respondió angustiada.

Llegamos hasta la oficina de Norte donde conejo y sandman ya estaban presentes.

-Jack, Tooth, qué bueno que llegaron. -Respondió Norte y sandman comenzaba a hacer figuras por encima de él, figuras que no entendíamos la relación que tenían.

-¿Alguien más quiere explicarnos? No te ofendas Meme. -Respondió Conejo y Sandman lo miraba con los ojos entrecerrados.

-Han habido reportes, niños teniendo las mismas pesadillas cada noche, no importa cuántas rondas de Sandman al final terminan teniéndolas. -Explicó Norte.

-¿Es él, Meme? -Pregunté y Sandman hizo un signo de interrogación y levantó los hombros angustiado.

-No creemos que sea él- Volvió a explicar norte. -No encontramos arena negra ni nada que nos pueda decir si es él o no, pero tampoco lo podemos descartar. 

-¿Que vamos a hacer? -Preguntó Tooth juntando su manos mirándonos a todos con la rapidez que solía tener al volar.

-Tendremos que estar al pendiente, Sandman intentará controlar las pesadillas pero tenemos que tener los ojos muy abiertos. Es nuestra primera llamada de atención a lo que esté pasando a nuestro al rededor, ¿Entendimos? -Respondió Norte sentándose en su gran silla.

Todos asentimos.

-Bien, pueden irse y recuerden, cualquier cosa que fuera de lo normal, deben decirme.

-Ya dijo el jefe. -Respondió Conejo frotando sus manos. 

Todo mundo partió.

Conejo hizo un hoyo y en el se metió, Sandman me sonrió despidiéndose en su gran nube. Tooth y yo nos miramos y salimos juntos del despacho.

-Ay Jack, estoy preocupada por los niños. -Dijo Tooth una vez fuera.

-Todo va a estar bien. -Me estiré. -Apuesto que no es él y que todo tiene una explicación, tranquila, ¿ok?

-Ok, Jack.

Muéstrate. ( Terminada. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora