Pista.

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Elsa.
Lloré hasta quedarme dormida, pero no había soñado con nada, abrí los ojos esperando no despertar en la nada otra vez pero seguía ahí y comenzaba a dudar que se tratara de un sueño.
"¿Por qué no puedo despertar?"
El tiempo había pasado y no estaba segura de cuanto había dormido, pero sentía pesado el cuerpo.

-¿Despertaste, bella durmiente? -No respondí, no quería siquiera mirarlo. -¿Ley de hielo? Pero te traigo buenas noticias. -Sentía como caminaba a mi alrededor y yo solo seguía el sonido de sus pasos. -A que no adivinas quién va a venir a visitarnos.

-Jack. -Susurré.

-Ganaste el premio mayor. -Hizo sonar una campana. -Jamás hubiera sospechado que conocías a Jack, cariño. Es más. Esto no era lo planeado pero oye, esa corona se ve espectacular en ti, lastima que la estés usando por la fuerza.

Sus pasos se transformaron en el sonido de tacones, alcé la mirada y pude verme con un gran vestido negro de encaje, los zapatos eran de cristal oscuro y una corona dorada adornaba mi cabellera larga. Me levanté y me puse enfrente de mi misma.

-¿Qué es esto?

-Tu destino, solo te estoy pidiendo una cosa. Reina a mi lado. Jamás tendrás que tener miedo, ¿Recuerdas todas esas noches? Llorando, escondiéndote del mundo, merecías más que sacrificarte por gente que te juzgo porque tenías poderes. Podrías proteger a los que amas. Anna... Tu adorable muñeco de nieve incluso...-Susurró a mi oído. -Incluso a Jack. 

Mi corazón estaba aterrado.  Necesitaba despertar de todo esto, de mi cuerpo temblaba y tenía tantas ganas de volver a llorar. Todos estos años, presumiendo que ya era libre, que no tenía miedo pero al final siempre acababa en el mismo lugar.

Jack.
Habia terminado de explicar de la forma más sencilla lo que estaba sucediendo, había omitido pequeños detalles pero no los importantes.

-¿Entonces para que quiere Pitch Black a mi hermana? ¿Es por ti?

-No lo sé. -Dije con la miraba hacia el piso, sabía que había sido el causante de que Elsa no estuviera a salvo. No podía ver a los ojos a Kristoff, muchísimo menos a Anna.

-¿Qué hacemos ahora Jack? -Kristoff preguntó tomando entre brazos a Anna.

-Esperar a los demás guardianes, pronto estarán aquí. -Suspiré. -No era mi intención, de saber que terminaría involucrada yo...

-Jack.. -Anna se separó de su prometido, se acercó a mí y alzo mi rostro tomándome de la barbilla solo para dejar de evitarlos con la mirada. -Jack, nadie te está culpando de nada.

-Tranquilo amigo. -Kristoff golpeó suavemente mi espalda. -Sabemos que estás igual de preocupado que nosotros, todo estará bien.

-Gracias.. -Limpie una tímida lágrima.

-A todo esto, ¿Quienes son lo demás guardianes a parte de ti? -Preguntó Olaf entrando, exaltando a Anna.

-Olaf, dios. ¿Has estado espiando? -Anna puso su mano en el pecho debido a la impresión.

-Es que no supe cuando entrar, todos estaban muy serios. -Alego Olaf. -Entonceeeees. -Me miró.

-Ah, lo siento. Pues está Tooth.

-¿Quién es Tooth? -Kristoff rasco su brazo.

-¡Ah, cierto! Son coloquialmente conocidos por otros nombres. Bueno, está el hada de los dientes, Santa Claus, el conejo de pascua y sandman.

Todos me miraban boquiabiertos, estaban tan asombrados que a Olaf se le cayó una de sus piedras negras que adornaban su torso.

-No te ofendas Jack. -Dijó Anna. -Pero apuesto que eres el menos popular de los guardianes, entrecerré los ojos juzgandola en silencio.

Una ruido se escuchó por los jardines, Anna y Kristoff se miraron extraños, pero yo sabía quienes eran. Bajamos a gran velocidad y ahí estaba Norte, sacudiendo sus manos orgulloso de haber estacionado su trineo sin haber estropeado ni una sola flor del jardín y Sandman se encontraba riendo de Conejo que estaba aferrado al trineo con su vida.

-Yo no sé porque vuelas con nosotros si te aterra tanto. -Tooth lo regaño.

-Porque Norte me obligó. -Con su mano cubrió su boca intentando no vomitar.

-Wooow -Anna estaba asombrada de verlos.

-Su alteza. -Se acerco Norte quitando su gorro ruso negro dirigiéndose a Anna.

-Anna, Él es norte, creo que podrás suponer quien es quien. -Dije presentándolos. 

-Todos pueden sentirse como en casa. -Anna los miro. -Dejo a mi hermana en sus manos.

-Norte, tienes que ver esto. -Dije apresurado.

-Bien, ustedes busquen en todo el castillo algo que nos lleve a Pitch y Elsa, Meme acompañanos. -Norte ordenó a los demás.

-¿Por qué siempre nos dejan fuera de la diversión? -Preguntó Conejo.

-Habla por ti, yo he tenido mucha aventura. -Dijó Tooth mostrando su alas, Kristoff comenzó a reir.

Subimos hasta la azotea, dónde Olaf nos esperaba sentado.
-¿Santa? -Preguntó Olaf al vernos llegar.

-¿Un muñeco de nieve vivo? ¿Eso me querías mostrar? No digo que no sea sorprendente pero creí era algo más importante. -Norte miraba a Olaf fascinado. -¿Cómo no se me ocurrió algo así antes? 10 para llevar por favor. -Norte comenzó a reir golpeándome en el hombro.

-Norte, no es eso. -Dije sobando mi hombro y Meme se dirigió donde estaba toda la arena congelada. -¿Meme?

Sandman asintió y tocó la arena negra, descongelandola casi al instante, volviendola dorada.

-¿Qué hace?-Preguntó susurrando Anna.

-La técnica de la arena negra no era completamente de Pitch, le tomo bastante tiempo pero encontró la forma de hacerlo igual que Sandman, encontró la forma de inducir el miedo por medio de

-Pesadillas. -Kristoff completo mi frase.

-Así es. -Norte acarició su barba.  -Sólo la esta transformando a su estado original.

La arena desapareció, Sandman nos miro, desde arriba de su cabeza aparecían signos con los que siempre solía hablar.

-¿Qué dice?-Preguntó Anna extrañada.

-Que no se llevó a Elsa para molestar a Jack, sino por sus poderes.

-Kristoff... Anna... -Olaf se sentó en el piso.

-¿Te encuentras bien? -Se acerco Anna y se puso en cuclillas en frente de él. -¿Qué sucede?

-Lo puedo sentir Anna, Elsa no está con nosotros... -Olaf se miró. -Pero por qué no he desaparecido.

-¿Qué? -Anna me miró. -¿A qué se refiere con que no está con nosotros?

-No lo sé. -Respondí con un nudo en la garganta.

-No está con nosotros porque la está induciendo al miedo. No puede usar sus poderes si la mata. -Norte nos respondió preocupado.

-Creo que puedo sentirla, Anna. Creo que sé dónde están. -Confeso Olaf.

Muéstrate. ( Terminada. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora