Me miro en el espejo. Mi abdomen ya no es plano, ahora tenía una pequeña curva, se veía más abultado. Bajo mi camiseta, tomo mi cartera y me miro por última vez. Ya son cuatro meses los que mi bebe se ha quedado en mi y no me ha abandonado.
- Paul -llamo la atención del chofer de Louis, mientras habla con una de las mucamas.
- Señorita Villan. Buenos días ¿Dónde piensa ir hoy? -dice muy amable.
- ¿Podría llevarme a un restaurante en el centro? Por favor, Paul.
- No tiene que pedirlo, solo decirlo y lo hare.
- Perdón, no me acostumbro a ello.
Vamos al auto y nos marchamos. He retomado mis clases en la Universidad, pero todo el tiempo estoy con Paul y en casa con las mucamas, Beatriz y Martha.
Hoy no voy a clases, quedan muy pocas semanas para terminar el año y comienzan las vacaciones de verano. Realmente las necesitaba, necesitaba viajar a Brewster y ver a mis padres. Mamá tenía que enterarse de todo, pero no por teléfono.
- ¡Abi! -dice Patrick levantándose de su asiento y va a mí con rapidez- Es hermoso volver a verte -me abraza con fuerza y yo intento que no sienta mi abdomen abultado.
- Los extrañaba mucho -caminamos a la mesa, donde Laurie nos esperaba.
- Hola preciosa -dice ella dándome un abrazo. Con ella no logro mantener un espacio y al separarse de mi mira de inmediato mi abdomen por un segundo y vuelve a mí. Lo había notado.
- ¿Han ordenado ya? -dije, intentando cambiar el tema. Laurie nota que no quiero hablar de mi ella, por lo que se sienta, pero durante toda la charla no evita mirarme de manera extraña.
- Si. Para ti he pedido tres tipos de pastas -dijo Patrick.
- Te. Amo. Patrick -dije tomando su mano- Amo las tres pastas y tengo muchísima hambre.
Reímos y seguimos conversando acerca de nosotros, la universidad, padres, su relación y vacaciones. Hasta que fue inevitable preguntar por él.
- ¿Eloy ira con ustedes a Vancouver? -ambos se miraron de manera rara. Ocultaban algo.
- No -dijo Patrick, dejando de comer- ¿No sabes nada de Eloy?
- Nada -dije ya un poco preocupada- ¿Qué sucede? ¿Ocurrió algo? -Patrick asintió.
- Eloy no está en Londres, ni siquiera en el Reino Unido -miró a Laurie, ella tomo su mano dedicándole una sonrisa pequeña- El pidió transferencia a otra universidad. Se la dieron de inmediato por sus calificaciones.
- ¿Dónde está? -dije posando mis cubiertos en la mesa, ya no tenía hambre.
- En otra universidad. Lejos.
- Pero... ¿En qué país? -Se miraron nuevamente, ahora hablo Laurie.
- No podemos decírtelo, lo siento. Nos ha pedido que no te lo digamos, de hecho ahora deberíamos haber mentido.
- Deberíamos haberte dicho que estaba aquí y seguía con sus estudios normales, pero no queremos mentirte, eres nuestra amiga. -dijo Patrick tomando mi mano.
- ¿Tanto me odia? -dije agachando mi cabeza, sentía como las lagrimas venían.
- El te ama -dijo Laurie tomando mi otra mano- Por eso se fue. Era lo mejor para los dos.
- Lo extraño siempre -levante la vista y Laurie observaba mi abdomen- Es difícil.
- Lo más fácil para Eloy era alejarse, también lo será para ti. Si no sabes nada de él podrás olvidar más fácil.
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I Can't Stop
AcakTuve la suerte de ser arrojada bruscamente a la realidad —Anne Frank Al comienzo, cuando todo terminó cada vez que leía está frase las lágrimas llegaban a mi, preguntándome ¿Por que yo? pero luego pensé ¿Por que no yo? Una chica de trece años, judí...