Capítulo 7: "Esa No Es La Forma De Enamorar A Alguien"

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—¿Ya estás mejor, hombre rubio?— Preguntó Mike en tono burlón.

—¿En serio vas a seguir haciendo drama por eso?

—Estás siendo racional, si no estuvieses bien, seguro te habrías confundido, o me habrías seguido el juego. Que bueno que te sientas mejor, Marsh.—Dijo Mike mientras me daba una palmada en el hombro.

—Supongo que ya sabes lo que llevó a Fitz a quitarse la vida, ¿No?

—No realmente, te observaba a ti, no a él. De todas formas, espero que con ello haya podido encontrar paz.

—Entonces no será necesario hablarte de ello.

—No tiene que ser ahora, sé que estas algo sensible al respecto.

Mike se levantó y se sirvió un poco de cereal, después de todo el drama y la forma en que le hablé a Doug, me quedé profundamente dormido durante toda la noche, dormí como nunca en los últimos seis meses.

—Por cierto Marsh, ¿Saldrás de nuevo hoy?

—Si, deberías devolver ese cereal a su caja, tu también vienes conmigo.— Tras decir eso, el rostro de Mike se iluminó, cómo si le hubiese dado la mejor noticia de su vida.

—Ya era hora de que me dejaras ayudarte con esto, Marsh. Y dime, ¿Iremos a interrogar al chico, o que haremos ésta vez?

—Aún estoy pensando en eso, pero tengo demasiada hambre como para llegar a un punto claro.

Después del almuerzo, Mike y yo nos dirigimos a Brickengam, tenía pensado hablar con Carlie sobre la conversación del día anterior con James y si tenía algo más para mí. Esta vez pudimos entrar por la puerta de enfrente, con la excusa de que necesitaba ver a la profesora Matsumoto. Dejé que nos guiaran hasta la sala de maestros, para evitar cualquier sospecha de mi visita el día anterior. Carlie ya nos estaba esperando, su semblante cambió en cuanto me vio entrar a la sala.

—¡Franklin! No pensé que fuera a verte de nuevo tan pronto, ¿Qué te trae hoy a nuestra prestigiosa academia?

—Necesitaba verte, no fue suficiente para mí el tiempo que tuvimos ayer.— Carlie se ruborizo, pero al cabo de un par de segundos, entendió que estaba bromeando. Empezó a seguirme el juego.

—Así que sentiste lo mismo que yo, no cabe duda que fue el destino quien quiso que nos encontráramos, que alegría es tenerte frente a mí.— Dijo mientras se iba acercando, extendió su mano sobre mí hombro y se puso de puntas, como si fuese a besarme...

—¡Ah, mira la hora Marsh, lo mejor de las visitas es cuando se van! ¡Ya vinimos, ya vimos, ya vámonos!—Exclamó efusivamente Mike, quien me jaló hacia atrás antes de que Carlie pudiera acercarse más.

Carlie se detuvo y empezó a reír, a su vez yo también me reía de la situación.

—¿Qué dije un chiste? ¿Por qué se ríen? Yo también quiero saber.— Dijo Mike, quien no entendía que nuestra risa se debía a él.

—Es lo que te ganas por el drama que hiciste ayer. Lo que acabas de sentir, sin duda fue la típica incomodidad que uno siente al estar junto a una pareja.

—Eso fue muy cruel, ¡Eres un enorme, tonto y cruel hombre rubio!

—¿Por qué sigues haciendo hincapié en qué soy rubio?

—Es que en esta época ya no hay nadie con ese tono de cabello, es tu seña particular.

—Además, no soy enorme, tu eres un enano, que es diferente.

—Soy de estatura promedio de donde vengo, sólo para que sepas.

Carlie no dejaba de reír mientras nos veía a mí y a Mike discutir.

Bullet Wing, Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora