Mike y yo caminábamos de vuelta a casa por la avenida 16, cuando de pronto escuché una voz un tanto familiar.
—¡Franklin! ¡Franklin!
—Oh por dios, si eras tu, sabía que no me equivocaba.— Exclamó una voz femenina que hacía años que no escuchaba.
Giré la cabeza y una vez más, crucé miradas con esos profundos ojos miel, no era otra sino Stacy, mi ex novia de la universidad.
—Que lindo es encontrarte por aquí Frankie, me dijeron que te habías mudado y pensé que no volvería a verte.— Dijo con una fuerte agitación, luego de correr varios metros hasta donde estábamos.
—Tengo algo de trabajo pendiente por aquí, pero dejaré la ciudad muy pronto.— Obviamente estaba mintiendo, gracias a ese tipo, estoy atado a esta ciudad hasta cumplir mi "misión", pero no quería involucrarla conmigo de nuevo, mucho menos pasar más tiempo con ella. Podía ser bastante contraproducente.
Mientras, ella miraba fijamente a Mike, como si de un fenómeno se tratara, aunque bueno, es cierto que este sujeto si es todo un fenómeno.
—Hola, mucho gusto! Puedes llamarme Mike, vivo junto a Marsh, podrías decir que somos algo así como compañeros de piso, por cierto, que bonita cinta estás usando, esos adornos con moños son adorables.— Exclamó Mike, con esa energía característica suya y con una gran sonrisa en su rostro.
—Ah si, un placer. Repuso Stacy en un tono bastante seco.— Ni siquiera se tomó la molestia de agradecer el cumplido del arcángel.
—Como sea Franklin, me dio mucho gusto verte de nuevo, y espero podamos encontrarnos otro día. Hay muchísimas cosas de las que me encantaría hablarte.— Decía ella mientras tomaba mi mano y se acercaba para abrazarme a modo de despedida.
Sólo toqué un poco su hombro y dije; —Si, fue un placer.
Después de eso, ambos dimos la vuelta y seguimos nuestro camino. Avanzamos, no sin antes recibir un intenso bombardeo de preguntas del segundo celestial más molesto del universo.
Ya en casa, no tuve más opción que contarle a Mike acerca de mi relación con Stacy, parte de mi vida universitaria y como casi nos volvemos marido y mujer, antes de que me volviera abogado, antes de caer en la depresión, de tener múltiples intentos de suicidio y claro está, antes de terminar siendo un supuesto detective de pacotilla con la habilidad de no morir.
—Y si tenían una relación de años, muchas amistades en común, sus familias se conocían y hasta habían hablado de matrimonio, ¿Qué fue lo que pasó? ¿Realmente se terminó lo que sentían?— Preguntó Mike, dándome una mirada un tanto curiosa y a la vez intrigada.
—A decir verdad, ya teníamos demasiados conflictos encima, en muchas de nuestras citas, ni siquiera entablabamos una conversación como tal, simplemente estábamos ahí, existiendo el uno frente al otro mirando a la nada, cayendo en la rutina de salir juntos sólo porque éramos pareja, discutir por las cosas más triviales que te puedas imaginar, a veces hasta analizaba el aceptar las invitaciones a salir de otras mujeres. Llegué a un punto en el que pensé que lo mejor era terminar definitivamente y dejar de perder el tiempo de ambos, siendo honesto, siempre he pensado que cuando una relación comienza a fallar, ésta se vuelve un círculo, uno de los dos se harta y termina, el otro se arrepiente y promete cambiar, lo intentan una vez más, alguien vuelve a fallar, se separan, se disculpan una vez más, siguen intentando y al final, lo único que ambos obtuvieron de todo ello fue no más que una pérdida de tiempo. Algunos casos hasta terminan forzandose a estar juntos, llega el matrimonio, la familia y ambos viven sus vidas infelices porque el amor que alguna vez sintieron ya no está.— Repliqué.
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Bullet Wing, Vol. 1
Fiksi UmumFranklin Marshall solía ser un abogado defensor en Orange City, tras una fuerte depresión, en un intento por acabar su miseria, es detenido por una fuerza sobrenatural, quien le dará una nueva oportunidad para ayudar a la gente en desgracia. Acompañ...