Mᴏʀᴏᴄʜᴀ ➞ Eᴄᴋᴏ [ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ]

treinta y dos

Paulina

[Lunes, 6:55 a.m.]

La alarma no me sonó y estaba llegando tarde al colegio.

Me levanté rápido de la cama, agarré el uniforme del colegio, entre al baño, hice mis necesidades, me lavé los dientes rápido, me puse el uniforme, salí del baño casi corriendo, agarré la mochila, la llaves del auto y salí para el colegio.

[En el colegio]

Como llegué tarde, ya habían hizado la bandera, pero para mi suerte todavía no habían entrado al aula.

Estaba entrando al aula, y Renzo me agarró del brazo, y me sacó para afuera.

–Pendejo, despacio, me hiciste mal– dije enojada.

–Escucha, Abril hoy se paró al frente de todos, e hizo quedar muy mal a Cazzu– me susurró en el oído.

–¿Donde esta Cazzu ahora?– pregunté mirando por encima al aula.

–En el baño, salió corriendo al baño– contestó señalando el baño de mujeres.

–Bueno, gracias Renzo, tene más cuidado la próxima chabon– dije riéndome.

Asintió riéndose.

Renzo era esa clase de compañero que te jode constantemente, pero sabes que si no esta en el aula todo empeora un poquito más, es el más piola de la clase, cuando quiere igual, me vive jodiendo, y hasta que no me ve enojada, no para.

Fui corriendo al baño, abrí la puerta de un manotazo, y empecé abrir las puertas de los baños.

–¿Pau?– pregunto Cazzu.

–Si, ¿donde estás Cazzu?– le pregunté.

Abrió una puerta.

Tenía una cara de tristeza, que hizo que aumentaran mis ganas de matar a Abril y su grupo de mierda.

–¿Que te hizo?– pregunté un poco nerviosa.

–Dijo al frente de todo el colegio que soy una puta de mierda, que ando cogiendo con todos, y no uso forro con ninguno– respondió al borde del llanto.

–Te juro Cazzu, pero te juro, que hoy a la salida del colegio la agarro– dije enojada.

–Si vas vos, voy yo– dijo lavándose la cara.

Asentí.

Mire mi reloj de mano, 7:35 a.m., habíamos perdido ya 35 minutos de clases, pero bueno, era mi momento de hacerla quedar mal Abril.

–Lavate la cara, y vamos, si no me expulsan del colegio, pega en el palo– dije guiñandole un ojo.

Cazzu se rió.

Cazzu se lavó la cara, me volví a preguntar si estaba bien por las dudas, me respondió que sí así que fuimos a la clase.

Economía.

Abrimos la puerta, como agua va, agua viene.

–¿Que paso Scott y Cazzuchelli que llegan tan tarde?– preguntó mirándonos.

–Estábamos en el baño– respondí cortante.

La profesora asintió.

–Vayan a sentarse– dijo señalando nuestros bancos.

Asentimos.

En el medio de la clase, Abril levanta la mano.

–¿Que pasa señorita Suárez?– preguntó la profesora mirando a Abril, por encima de los lentes.