Zero estaba solo, le habían abandonado y rechazado, lo había perdido todo. Tuvo que dejar atrás muchas cosas, sus miedos, su odio, su identidad, para aprender que la vida a veces de una forma intrincadamente dolorosa le entregaba una nueva oportuni...
Transcurrieron horas antes de que me armara de valor para entrar a aquella cripta, el cuerpo de mi hermano yacía en el suelo sin vida. El dolor subió a mi garganta formando un nudo que parecía no dejarme respirar, las lágrimas arrimaron a mis ojos pero no derramé ninguna, habían sido suficientes, había llorado todo lo que se debía llorar en una vida.
Su rostro era pálido y estaba frío, pero parecía tranquilo... en paz. Quise decirle que ya todo había terminado, que podía descansar, que no habrían más persecuciones ni rencores, pero no pude. Solo podía ver el rostro de mi hermano y sentir que jamás estaría completo de nuevo, ya había perdido demasiado ¿por qué también a él?
Sentí rabia, maldita vida la mía ¿quién demonios había deparado tal destino para mí? No había bastado con quitarme a mis padres, no había bastado con hacerme un monstruo, ¿no era suficiente con mi sufrimiento? ¿Por qué Ichiru debió ser arrastrado a esto también? No era justo, nos hicieron parte de un conflicto vacío desde antes de nacer. No era suficiente con apartarnos, no era suficiente hacerme perder también a Yuuki... también debía perder a mi hermano por SU culpa, maldito Kuran ¿por qué no había podido arruinar la vida de otro?
Acaricié la mejilla fría de mi gemelo, sonreí al recordar las tardes de juego tras los entrenamientos
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-Vamos Zero ¡solo cinco minutos!- suspiré rindiéndome, jamás podría contra las súplicas de Ichiru.
-Solo cinco minutos- El viento sopló provocando que los pétalos de Sakura nos envolvieran. Tomó mi mano y me dirigió hacia el parque de juegos.
-Vamos al carrusel-
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-Espero que tu cielo sea como aquella tarde hermano...- Las lágrimas seguían amenazando con desbordarse.
Nunca habían sido sólo cinco minutos, habíamos pasado horas jugando en aquel parque de juegos, hasta que Kaito había llegado a reprendernos por dejar el entrenamiento que Toga nos había encomendado.
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Playground schoolbell rings, again
Rainclouds come to play, againHas no one told you she's not breathing?Hello, I am your mind, giving you someone to talk toHello
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